En la sede nacional de Vox creen que el ultimátum dado el pasado viernes por Carles Puigdemont desde Bruselas "forma parte de las paranoias" del presidente de Junts. Así lo trasladó este lunes José Antonio Fúster, el portavoz nacional del partido que pilota Santiago Abascal, tras la reunión semanal mantenida entre los miembros del Comité de Acción Política (CAP). En ese encuentro no estuvo personado Abascal, dado que se encuentra en Washington [desde el jueves, para varios encuentros con afines de espacio ideológico] para asistir a la toma de posesión de Donald Trump en su vuelta a la Casa Blanca.

Tras paralizar Junts sus relaciones con el PSOE, Fúster, preguntado por si estamos más cerca de ver una fotografía entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de los posconvergentes, desde Ginebra o Waterloo, afirmó que "no es que vayamos a verlo pronto, es que ya lo hemos visto fuera de nuestras fronteras", se refirió a los anteriores encuentros mantenidos por la dirección del PSOE y miembros de Junts. En ese sentido, y atendiendo a las presiones de los posconvergentes a Sánchez, Fúster quiso reivindicar a Vox asegurando que con ellos en el Gobierno, Puigdemont jamás sería "socio". "Jamás hablaríamos con él ni sería determinante de la política española", afirmó el portavoz, con unas encuestas a favor para sumar en solitario mayoría absoluta con los populares de Alberto Núñez Feijóo.

Lejos de aplacar la combatividad con el PP, con quien se ha reconocido que integrantes de sus respectivas cúpulas mantienen contactos periódicos [el último fue una reunión el 12 de diciembre en un restaurante madrileño], Vox sigue siendo criticando a Génova por no dar pasos al frente. Por un lado, por no aceptar su marco respecto a la inmigración ilegal o la memoria histórica para sacar adelante los presupuestos regionales en seis autonomías. Por otro, y tal y como remarcó Fúster, para expulsar a Sánchez del Gobierno y llevar a España a nuevas elecciones generales mediante una moción de censura.

"Es terrible que el PP espere a ver qué hace Puigdemont", dijo Fúster refiriéndose a una posible ruptura definitiva con Sánchez o una nueva recogida de cable utilizando este nuevo ultimátum para desbloquear negociaciones. De hecho, aunque la de los Presupuestos o el apoyo parlamentario está "suspendido", el diálogo sectorial, en materias como el catalán en la UE o las competencias de inmigración para Cataluña, sigue abierto. Fúster arremetió contra Feijóo y los suyos indicando que están "siguiendo la estela de un golpista, de un partido golpista como Junts". En Vox reivindican que en 2020 y 2023 presentaron sus mociones contra Sánchez sin atender a las cifras y a sabiendas de sus fracasos anticipados.

Hay que recordar que Feijóo y el PP insiste que siguen faltándole "cuatro votos" para poder llevar al éxito una moción de censura parlamentaria a Sánchez, como forma de presión al PNV y a Puigdemont. Pero el compromiso en Génova es el de no mover ficha si no hay ningún socio del Gobierno dispuesto a desligarse. Por ello se insiste en señalar a los jeltzale, por ejemplo, por tumbar en 2018 el Ejecutivo de Mariano Rajoy junto a Sánchez, pero no hacerlo ahora cuando hay varias investigaciones judiciales en marcha que cercan al entorno del presidente, a ministros o a miembros del PSOE por supuesta corrupción entre otros delitos.

Vox saca pecho por sus vínculos Trump

En el día en el que Trump vuelve a convertirse en presidente de EE.UU., Vox quiso ensalzar sus vínculos con el ala más dura del Partido Republicano y parte de la sociedad civil que rodea al magnate. De hecho, Fúster recuperó públicamente el eslogan del estadounidense, Make America Great Again, que Abascal adaptó en 2016 de cara a las elecciones generales y que luego han usado alguno de sus homólogos europeos. Para Vox, con ellos en el Gobierno, se podría "Hacer a España grande otra vez". "Las pensiones no solo estarán garantizadas, sino que pondremos nuestros esfuerzos en defender a los pensionistas". "Frente a la inmigración ilegal", que achacan con el deterioro de los servicios públicos, y frente "a las duplicidades" que elevan el gasto económico a su juicio.

"O Estado de las autonomías o pensiones y prosperidad; o despilfarro político, o ayuda a la natalidad; o inmigración ilegal, o servicios públicos para los españoles", dijo Fúster primando "la prioridad nacional" para los españoles. Fúster cree que con la ronda de contactos y encuentros mantenidos desde el jueves y durante el fin de semana, Vox se reafirma de cara a la administración Trump y como figura importante de enlace con lo que denominan la "Iberosfera".

Crítica al "asalto" de Telefónica y vista al primer pleno del año

Después de que este fin de semana el expresidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete fuese cesado por el Gobierno —haciendo valer su participación pública en la empresa— y sustituido por Marc Murtra, hasta entonces CEO de Indra, Vox definió el movimiento como "asalto" de "empresas estratégicas". Lo dijo Abascal desde Washington el sábado, y lo repitió este lunes Fúster. "Después del asalto de instituciones como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con ayuda del PP, ahora lo hace con empresas estratégicas" con fines como la "corrupción", entre otros. En el partido se comprometen a llevar "al banquillo de los acusados" a Sánchez y los suyos, y llaman a un apoyo masivo para "Hacer España grande de nuevo" tras "la ruina del Gobierno". "Hasta este año ha habido 90 subidas de impuestos", valoró el portavoz nacional.

De cara al pleno del próximo miércoles en el Congreso de los Diputados, en el que el Gobierno somete a convalidación tres reales decretos aprobados en diciembre en Consejo de Ministros, Vox ya ha despejado que se opondrá al de reforma de pensiones. Está en el aire, a su juicio, aunque Feijóo se posicionó a favor de apoyarlo porque comparte el contenido aunque no la forma. A ellos se añadirán el del decreto para prorrogar el impuesto a las energéticas, que caerá por tampoco estar a favor ni PNV ni Junts, y la prolongación seis meses más de las medidas del escudo social, como las bonificaciones en el transporte público. De cara a este último, Vox guarda silencio.