La portavoz del Gobierno Pilar Alegría ha asegurado este martes que los activistas y el periodista españoles expulsados de los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos recibieron asistencia de la embajada española en Rabat. Un extremo que los deportados han negado tras ser contactados por El Independiente.

"Lo obvio y lo claro: la libertad de prensa como algo esencial a defender", ha dicho escuetamente Alegría. "El periodista fue atendido además por nuestra propia embajada", ha dicho justo después.

Los protagonistas de esa expulsión, que habían viajado a la ciudad saharaui de Dajla en la nueva ruta de Ryanair desde Madrid, han negado lo declarado por Moncloa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Es absolutamente falso; nadie del cuerpo diplomático español se puso en contacto con nosotros", desliza una de ellos contactado por El Independiente.

"Lo que vimos solo fue un despliegue de policías de información en el aeropuerto cuando llegamos, pero nadie se ha puesto en contacto ni con nosotros ni con CEAS ni con el periodista", han confirmado. Los expulsados por las autoridades marroquíes llegaron a última hora de este lunes al aeropuerto de Barajas.

La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-Sahara) ha denunciado que "dos activistas y un periodista españoles han sido expulsados de la ciudad ocupada saharaui de Dajla por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes".

"Los tres participaban en una misión de observación de la alarmante situación de los Derechos Humanos que vive la población civil saharaui en las zonas ocupadas del Sahara Occidental. Los dos activistas y el periodista llegaron a Dajla en un vuelo procedente de Madrid operado por Rayanair, entre otros, para denunciar la ilegalidad de la apertura de esta línea", detalla la organización en un comunicado.

"La expulsión, asimismo, en este contexto, supone una muestra más de la complicidad de la compañía en la ocupación ilegal del Sahara Occidental", denuncia CEAS, que ha puesto los hechos en conocimiento del ministerio de Exteriores. "Considera que el Ministerio de Asuntos Exteriores debería formular una queja formal ante las autoridades marroquíes tras impedirles realizar su trabajo de observación".