Una apertura, la de las aduanas de Ceuta y Melilla, que no termina de producirse a pesar de la primera expedición comercial entre Melilla y Marruecos que el ministerio de Asuntos Exteriores español vendió como una normalización tres años después del histórico cambio de posición en el contencioso del Sáhara Occidental.

Fuentes de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) consultadas por El Independiente reconocen que fueron recibidos junto a sus homólogos ceutíes el pasado miércoles en Madrid en el Ministerio de Asuntos Exteriores tras repetidas peticiones de entrevista. Pero, ante la ausencia del ministro José Manuel Albares, fueron atendidos por la directora de diplomacia económica Ana Esmeralda Martínez Sáez, que carece de competencias en la materia.

"No nos dio más información"

"No nos han dado más información, el ministro estaba de viaje y nos atendió la directora general, pero no nos dio más informacion", recalcan las citadas fuentes a este diario. Entretanto, la aduana de Melilla -cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018- sigue sin operar con normalidad. A principios de esta semana la confederación lamentó la “incertidumbre e inseguridad” que ha provocado la manera en que se ha reabierto la aduana comercial de Melilla tras el cierre unilateral por Marruecos en 2018, así como la “mala imagen” que, a su juicio, ha dado España en este asunto.

Desde ambas ciudades autónomas se siguen denunciando la ausencia de novedades e información. Este jueves Albares telefoneó al presidente de Melilla, Juan José Imbroda. Según el popular, se trata de la primera comunicación que recibe del Ejecutivo español en casi seis años y medio para abordar el tema aduanero. Estaba previsto que las aduanas de Ceuta y Melilla empezaran a funcionar el pasado 8 de enero, como reconoció Albares en su momento, pero no fue posible por problemas técnicos que aún están resolviendo.

"Al compás de las necesidades marroquíes"

Según declaraciones proporcionadas por su gabinete a este diario, Albares le transmitió “lo que ya se sabe”, que es que España y Marruecos mantienen muy buenas relaciones y tienen un acuerdo político adoptado y firmado sobre la apertura de la aduana comercial, que se realizará por fases “para que vaya al compás de las necesidades marroquíes”. “No voy a hablar de exigencias, sino de las necesidades marroquíes”, ha puntualizado Imbroda, a quien el ministro también le ha precisado que “no se trata de que no se vaya a conseguir (la reapertura de la aduana), sino que es cuestión de tiempo”.

Imbroda mostró su acuerdo en que España preserve unas “relaciones excelentes” con Marruecos por razones comerciales, de control de la inmigración y lucha contra el terrorismo, pero lamentó “que sea Melilla la Cenicienta que tenga que pagar” por ello. “Si las relaciones son excelentes para España, también tienen que serlo para Melilla”, señaló Imbroda para recordar que la ciudad lleva seis años esperando que se le dé “una respuesta real a un cierre hostil de la aduana comercial”.

Así, Imbroda le contestó al ministro que le parece “una entelequia hasta que eso no esté claro y diáfanamente en marcha”, dada la “inseguridad jurídica” que sufren los empresarios que quieran exportar o importar mercancías por la falta de claridad que hay hasta el momento.

El presidente de Melilla también trasladó a Albares que “es una humillación” que no se esté aplicando el régimen de viajeros en la frontera terrestre con Marruecos en ambas direcciones y de una manera recíproca, ya que se puede cruzar con pequeñas compras y enseres personales a la ciudad autónoma “pero de Melilla a Marruecos no se puede pasar ni un paquete de frutos secos”.

Imbroda denunció, asimismo, que el Gobierno central no haya compensado a Melilla con medidas económicas y sociales tras el cierre de la aduana comercial en 2018, momento en el que vio “cercenada una parte importante” de su economía, máxime cuando tiene la renta per cápita y el PIB más bajos de España. "Lo que no podemos es callarnos ante lo que ha sido una afrenta para Melilla”, ha aseverado.

"Se va a abrir de manera gradual"

Por su parte, fuentes del gobierno ceutí también corroboran la falta de avances. Este jueves Albares se reunió con el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas. Vivas le trasladó al ministro el consenso social que suscita la apertura de una aduana comercial en El Tarajal. Tildó de “interesante y constructiva” la reunión con Albares a pesar de la ausencia de progresos y garantías. Agradeció las gestiones “para lograr la normalización de nuestra frontera, que está en Ceuta, pero que es la frontera de todos, es la frontera de España y es la frontera de Europa”.

“El ministro nos ha dicho que la aduana comercial se va a abrir de una manera gradual, y que será una aduana comercial que funcionará de manera convencional. Esto quiere decir, sin otras limitaciones, que las que se deriven, de la normativa que resulte de aplicación o de las capacidades logísticas que existan en cada momento”, señaló Vivas.