Cambio de planes. Y no es la primera vez que ocurre, ni mucho menos. De nuevo, por Junts, con quien el Gobierno logra cerrar finalmente un acuerdo. El avance de las negociaciones con los posconvergentes hizo de hecho que Pedro Sánchez retrasase el arranque del Consejo de Ministros de este martes, previsto, como siempre, para las 9.30 horas, para cerrar las conversaciones con ellos y garantizarse la aprobación, sin más dilación, del nuevo real decreto ley ómnibus, que contiene la revalorización de las pensiones y las ayudas al transporte, pero también parte del escudo social. Lo que hizo el Gobierno es cambiar el orden de las reuniones previstas: celebró primero el encuentro del Consejo de Seguridad Nacional y luego el Consejo de Ministros. Esto es, a la inversa de lo programado, para amarrar los últimos flecos. El acuerdo logró completarse y el presidente comparece finalmente a las 13.45 para contar los detalles del mismo.

No hay por ahora detalles de las negociaciones con Junts, que se han prolongado durante los últimos días y en las últimas horas. La idea que ha defendido el Ejecutivo es que no quería despiezar el texto que la semana pasada tumbó el Congreso con los votos de PP, Junts y Vox. Populares y posconvergentes empujaban para segregar la subida de las pensiones y las bonificaciones al transporte —los de Carles Puigdemont añadieron este lunes que aceptaban también incluir en este texto las ayudas a los damnificados por la dana y la actualización del ingreso mínimo vital—, pero desde la Moncloa se reiteraba que "la protección social no se trocea", en palabras de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.

La intención inicial del Ejecutivo era la de no trocear el decreto tumbado la semana pasada, para preservar así al máximo el escudo social

Ni siquiera el Gobierno tenía expectativas inicialmente de poder llevar este martes al Consejo de Ministros el nuevo decreto ley, justo por los obstáculos que ponía Junts. De hecho, durante toda la jornada del lunes el mensaje que salía desde la Moncloa y desde Ferraz —ayer Sánchez reunió a su ejecutiva federal— era que no habría nuevo texto, que habría que esperar. "Paciencia", prescribían. Pero también los socialistas eran conscientes de que había que actuar rápido por la incertidumbre generada por la caída del anterior decreto, con afectación directa, por ejemplo, a 12 millones de pensionistas. Ahora faltan por conocer los detalles. Tanto de la negociación como del contenido del nuevo articulado.

Sánchez, por tanto, presidió primero el Consejo de Seguridad Nacional —tenía que haber empezado a las 11.00, pero se adelantó a las 9.30—, y después el Consejo de Ministros. Comparece a las 13.45, en lugar de la portavoz, Pilar Alegría, y los titulares de Economía y Transformación Digital, Carlos Cuerpo y Óscar López.