El PSOE de Pedro Sánchez situó este martes en un dilema al PP de Alberto Núñez Feijóo, quien la semana pasada, tras la derogación del decreto ómnibus, exigió al primero aprobar de forma aislada la revalorización de las pensiones en un 2,8% como se estipulaba en el texto tumbado, así como la bonificación del transporte público o las ayudas a los afectados por la DANA de Valencia y extender las pendientes a los del volcán de la Palma en 2021. De hecho, los populares, registraron esas medidas mediante proposiciones de ley parlamentarias con las que instar al Gobierno a ello. Incluso Génova abrió y firmó una iniciativa digital a través de la plataforma Change.org para el incremento de las pensiones.

El acotamiento del nuevo decreto ómnibus a la inclusión de medidas de corte social, con alguna excepción, pone en un brete los deseos de los populares. Si bien el voto del PP a este nuevo real decreto-ley estaría garantizado, la continuidad de lo que en Génova califican de "cesión" al PNV complica la decisión del voto a los de Feijóo, quienes se reunieron este martes en el comité de dirección para analizar el acuerdo con Junts desde minutos antes de que se comunicara.

La inclusión de esa medida destinada a los jeltzale en exclusiva es planteada por los populares, incluso, como una "irregularidad" que puede "incumplir la ley de financiación de partidos". La defensa pública de esta posición colisiona con el respaldo al contenido social del decreto. De hecho Feijóo no se resigna y estudia con los suyos si por ella pueden incurrir en ilegalidades.

El reproche del PP a Sánchez tras su rueda de prensas no fue tanto al contenido del nuevo decreto, en lo social, sino a las formas utilizadas, al "ocultismo" de cómo se ha tejido un nuevo pacto. Pasando de un inmovilismo inicial por parte del presidente Sánchez, incluso de un reto particular hacia populares y posconvergentes, negándose a extraer esas medidas sociales del decreto, a ahora incluirlas en un nuevo texto de forma independiente tras una última exigencia de los de Carles Puigdemont.

Se refirió a ello el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, en una comparecencia posterior a la reunión y a la intervención de Sánchez desde Moncloa. "Dijo que era imposible trocearlo, pero lo hace ahora por las exigencias de sus socios. La demanda del PP era clara, sensata y no hacía falta meter al país en ese vodevil", expresó Sémper, reivindicando que la petición del PP [respaldada por socios parlamentarios como UPN] era la más viable, sin "plegarse" a Puigdemont en otras cuestiones. Se desconoce las contrapartidas otorgadas por el Gobierno a Puigdemont. Incluso desde Sumar, fuentes parlamentarias no descartan que al desbloqueo de la cuestión de confianza se haya añadido algún avance en las carpetas sectoriales y en negociación entre PSOE y Junts. No se descarta ni si quiera en cuestión de inmigración.

El PP ve irrenunciable la denuncia de la cesión del palacete al PNV. Durante toda la semana ha sostenido que era una línea roja. Ahora instan a una lectura de todas las medidas para fijar posición

Desde el PP se denunció este martes que Sánchez no pudiese empezar su reunión del Consejo de Ministros hasta tener atados los votos de Puigdemont para poder aprobar un nuevo decreto para enmendar el anterior, fracasado. "El Gobierno permaneció encerrado en una sala de Moncloa a la espera de que desde Waterloo Puigdemont autorizase el inicio", dijo Sémper, caricaturizando las últimas horas de negociación entre socialistas y posconvergentes.

Génova medita su voto con el palacete como línea roja

Referencia expresa a esa concesión a los peneuvistas la tuvo Sémper al ser preguntado sobre la posición de voto del PP al estar integradas sus exigencias, así como un guiño a la seguridad de los propietarios de viviendas en alquiler. Sémper dejó en el aire el sentido del voto del partido. "No hemos leído el decreto, seríamos unos irresponsables si anunciáramos ahora" la posición. "Más cuando la palabra de Sánchez está en entredicho", dijo el portavoz, señalando que el presidente del Gobierno, en las últimas semanas ha "mentido" en dos aspectos. Diciendo que era imposible trocear ese decreto, o hacer una cuestión de confianza vía proposición no de ley.

Sémper afirmó que el escudo social va acompañado de una veintena más de medidas que requieren de lectura y meditación. Entre ellas se encuentra ese palacete, algo que los populares vienen cuestionando como una de las líneas rojas a tener en cuenta si Sánchez volvía a replicar el mismo decreto ómnibus en el Congreso. Ahora pesa más el contenido social, en consecuencia al acuerdo con Junts.

Las palabras trasladadas por Sémper este martes, no obstante, apresuran a considerar que el PP se posicionará en la negativa, a la par que reivindica su compromiso con las pensiones, el transporte gratuito o las ayudas a la DANA. Con el despliegue previo de iniciativas comentadas. En concreto, el portavoz del PP apuntó que la cesión "es un escándalo ético y moral de tal dimensión que para nosotros es irrenunciable esa denuncia [...], entenderán que el PP no pueda aceptarlo", afirmó Sémper sobre la medida del palacete. Destacó que tienen que estar "radicalmente en contra de que Sánchez, a costa de los españoles, pague" así al PNV "para seguir teniendo sus votos". Con un inmueble que ronda los quince millones de euros en una de las mejores zonas de París y que "ni si quiera se da al Gobierno vasco".

Preguntadas fuentes de la dirección nacional del PP, éstas insisten en la necesidad de estudiar el nuevo decreto ómnibus antes de tomar una decisión. Aseguran que en este momento no cuentan con el texto, lo que les impide "fijar posición". Tampoco respaldan que el palacete sea una línea roja en este nuevo decreto, pero instan a esperar a ese análisis por parte del partido.

Sumar apremia al PSOE para llevar cuanto antes el decreto al pleno del Congreso para su convalidación

La decisión del PP tendrá un impacto más visual e incluso electoral que parlamentario, dado que la decisión de Podemos a última hora de la tarde de este martes, de avalar el texto, garantiza una apoyo máximo de 178 votos a favor al Gobierno junto a ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Se aprobaría incluso por mayoría simple esa convalidación. Enfrente de momento se han situado ya 33 diputados de Vox y el representante de UPN. La vía intermedia del PP, que no hay que descartar, es que se opte por una abstención avalando los acuerdos sociales pero recalcando el desacuerdo existente con el pacto con el PNV.

Imagen de "precariedad" de Sánchez

Dando por descontando que el decreto ómnibus saldrá adelante, el PP quita hierro a su decisión tras hacer defensa por las pensiones, el transporte público o las ayudas por la DANA, y pone el foco en el Gobierno, en Sánchez y en la dependencia respecto a Junts.

Fuentes nacionales de los populares trasladan que "lo importante" de lo que ha sucedido este martes en Moncloa es "la escenificación de la precariedad del presidente del Gobierno, que ha tenido que comparecer personalmente" en la sala de prensa del Palacio de la Moncloa "y retirar la mesa del Consejo de Ministros para colocar el atril presidencial con el objetivo de exhibir una simple victoria con un decreto". En el PP creen que es cuestión de tiempo que Sánchez se vea obligado a apretar el botón electoral.

Desde Sumar apremian al PSOE a llevar cuanto antes a pleno la convalidación de este real decreto-ley y así garantizar su implementación a largo plazo. Consultadas fuentes de la dirección de la ejecutiva interina de Sumar sobre la posibilidad de que un nuevo encontronazo en las próximas semanas vuelva a poner en peligro el decreto si Sánchez tarda en llevarlo al Congreso, éstas hacen un llamamiento a la calma y dan por atado todo su contenido.