Hay pacto con Junts y hay ya nuevo real decreto ley ómnibus. Pero no es gemelo al que fue tumbado el pasado 22 de enero en el Congreso. El Gobierno sí salva la "práctica totalidad" de su escudo social pero sacrifica, al menos de momento, el paquete de medidas económicas que contenía el texto derogado por la Cámara baja. Los posconvergentes apoyarán ahora algo que rechazaron hace una semana pero a cambio arrancan del presidente que los socialistas acepten tramitar la petición de cuestión de confianza, una exigencia de Carles Puigdemont a la que hasta ahora se negaban. Pero será una votación, cuando llegue (y si llega) simbólica, porque no tendrá efectos legales, ya que Pedro Sánchez no echará mano, "no ve necesidad", de la prerrogativa constitucional que tiene, la de someterse a una cuestión de confianza que, en caso de perderse, supondría su caída. El líder socialista hace, pues, una doble cesión a la derecha independentista catalana: trocea, cuando lo rechazaba, su decreto anterior, y acepta tramitar, cuando no quería, la solicitud de cuestión de confianza, pero a cambio estabiliza sus relaciones con Junts, salva un momento crítico de la legislatura y pone a resguardo la mayor parte de su escudo social.

El presidente del Gobierno compareció en la Moncloa sobre las dos de la tarde, tras la reunión del Consejo de Ministros, para dar cuenta del acuerdo que acababa de cerrar con Junts, fruto de una larguísima negociación que se extendió en los últimos días y que se prolongó hasta la mañana de este martes, hasta el punto de que se cambió el orden de la agenda prevista: primero Sánchez presidió la reunión del Consejo de Seguridad Nacional y después del Consejo de Ministros, a la inversa de lo que estaba programado.

El decreto contiene la "práctica totalidad de las medidas del escudo social" que se aprobaron en diciembre y que fueron tumbadas la pasada semana: subida de las pensiones, ayudas al transporte, ayudas a los afectados por la dana o el volcán de La Palma

El nuevo real decreto ley, que previsiblemente mañana publicará el Boletín Oficial del Estado y que tiene los votos para ser convalidado en el Congreso, contiene, dijo Sánchez, la "práctica totalidad de las medidas del escudo social" que se aprobaron el 23 de diciembre y que fueron tumbadas por PP, Junts y Vox la semana pasada. Son un total de 29 medidas que incluyen la revalorización de las pensiones conforme al IPC, la mejora de las pensiones mínimas, las ayudas a los municipios, a los hogares a las empresas afectadas por la dana, las ayudas al transporte público gratuito o las ayudas a los afectados por la erupción del volcán de la isla canaria de La Palma. El texto mantiene las medidas antidesahucios, vitales para que pueda ser apoyado por los socios de izquierda.

Además, Sánchez precisó que el nuevo texto aprobado este martes por el Consejo de Ministros incluye una medida adicional que no figuraba en el decreto anterior, y que materializa que él mismo ya anunció en la clausura de un acto sobre vivienda el pasado 13 de enero: la creación de un sistema público de avales y garantías para propietarios e inquilinos. No lo dijo, pero sí se mantiene en el nuevo texto la atribución al PNV de la propiedad del palacete parisino de la avenida Marceau. No era "necesario", justificó la formación jeltzale en un comunicado, porque la transmisión patrimonial ya está completada, pero sí aporta una mayor "seguridad jurídica", sobre todo como escudo frente a posibles denuncias del PP, opuesto radicalmente al traspaso.

Fuera queda del decreto el paquete económico, "sin duda alguna también importante", con medidas para la industria electrointensiva o la de la automoción (como el plan Moves) o las entregas a cuenta a las comunidades autónomas. El Gobierno "ya está negociando con los grupos parlamentarios para que pueda ser aprobado en cuestión de semanas". Son medidas, admitió, relevantes para "seguir impulsando el extraordinario momento económico del país".

Sánchez restó importancia al hecho de que la semana pasada el Congreso le infligiera una severa derrota. Ese varapalo, dijo, no le hará desistir: "Cualquier Gobierno puede perder una votación parlamentaria, como ha sido el caso. Pero no nos resignamos a que pierda la mayoría social de nuestro país. Esta es la razón por la que hemos negociado hasta la extenuación, hemos buscado apoyos en todas partes para seguir avanzando en el bienestar de la gente. Llevamos, de hecho, siete años haciéndolo posible, pese al negacionismo de los de siempre", de PP y de Vox, cuya estrategia definió como "dañina" para España y para "la mayoría social". El presidente advirtió a la "coalición negacionista" de que, "lejos de afectar al Gobierno de coalición progresista, le hacen más fuerte", porque le recuerdan de qué son "capaces" la derecha y la ultraderecha y la importancia de que salga "adelante la agenda social de progreso".

Se incluye una medida adicional y que Sánchez anunció el 13 de enero: un sistema público de avales y garantías para inquilinos y propietarios

Minutos antes de la rueda de prensa del presidente, Junts adelantó que el Gobierno aceptaba tramitar su solicitud de cuestión de confianza, la que Puigdemont lanzó como exigencia el 9 de diciembre y que había sido congelada hasta dos veces por la Mesa del Congreso, porque los socialistas entendían que aceptarla suponía prostituir una atribución que la Constitución concede al presidente. Sánchez admitió que se ha llegado a un acuerdo con Junts, pero dio a entender que los posconvergentes la reformularán: "Ya verán ustedes el redactado", dijo a los periodistas, "pero verán que efectivamente lo que se reconoce es lo que dice la Constitución", y es que la competencia constitucional sobre la cuestión de confianza recae en el presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros.

El líder socialista aclaró posteriormente que lo pactado es que se tramite la proposición no de ley, pero no que él se someta motu proprio a una cuestión de confianza, como quería Junts. "Es una prerrogativa constitucional de la Presidencia del Gobierno previa deliberación del Consejo de Ministros y ya le adelanto que el Gobierno no ve necesidad de hacerlo", sostuvo. Es decir, que él no activará ese mecanismo que contempla el artículo 112 de la Carta Magna y que, en caso de hacerlo, sí comporta efectos legales, ya que si el jefe del Ejecutivo no obtiene la mayoría simple del Congreso sí tendría que dimitir. Ahora la clave por tanto es cuándo se debate esa moción de los de Puigdemont, si es que ellos mismos deciden llevarla a pleno. Todo dependerá de cómo evolucionen las relaciones entre los dos partidos.

El jefe del Ejecutivo subraya que su Gabinete "suda la camiseta, no da un partido por perdido y aporta soluciones": "A lo que no está dispuesto este Gobierno es a que la mayoría social pierda sus derechos". "Al final las cosas salen", celebra

Sánchez señaló que este nuevo decreto ley cuenta con el apoyo del resto de socios de investidura, y que se ha hablado con "todos" ellos para garantizar sus votos. Una precisión nada irrelevante porque la negociación con Junts corría el peligro de hacer descabalar la balanza por el lado izquierdo. El presidente hizo hincapié en que, pese a que "las dificultades son las que son", el Gobierno "suda la camiseta, no da un partido por perdido y aporta soluciones donde otros lo único que hacen es negar la mayor", como la actualización de las pensiones, que PP y Vox tumban "no solo por fastidiar", sino porque conciben los derechos como una "mercancía con la que hacer un negocio". "Más allá de los avatares de distintas votaciones que se puedan hacer en el Parlamento, que se pueden ganar o perder, a lo que no está dispuesto este Gobierno es a que la mayoría social pierda sus derechos".

Junts, en un comunicado, añade que levanta la congelación de las negociaciones sectoriales que decretó Puigdemont el pasado 17 de enero. Así que, en principio, se rearma la mayoría de investidura —con coste para el Gobierno, pero también hacen renuncias los posconvergentes— y se podría abrir la vía de los Presupuestos Generales del Estado. Se le preguntó a Sánchez precisamente por esto, por la posibilidad de unas nuevas cuentas públicas. "Partido a partido", respondió, eludiendo anticipar escenarios y consciente de que la interlocución con Junts siempre reviste de una enorme complejidad.

Pensar en unos nuevos PGE es dar por "amortizado" este decreto aprobado por el Gobierno hoy martes, celebró. Pero no quiso ir más allá. Quiso recrearse en el significado del texto, una "gran noticia para nuestros pensionistas, para los jóvenes que utilizan el transporte público gratuito, para los afectados de la dana y también lógicamente de la isla del volcán de La Palma". El jefe del Ejecutivo resaltó también la importancia de la tasa de paro dada a conocer por el INE hoy —un 10,6%, la más baja en los últimos 16 años—, "fruto del esfuerzo colectivo" y de la gestión del Gobierno.

El presidente apuntó que lo ocurrido en los últimos días enseñan "muchas cosas", sobre las que "todos" deberían reflexionar. Uno, que "a pesar de todas las dificultades" y de la minoría parlamentaria, este es "el Gobierno de los acuerdos", que ha permitido "cosechar cifras récord de crecimiento económico, de formación de nuestro modelo productivo, de creación de empleo y al tiempo de reducción de las desigualdades y reducción de los gases de efecto invernadero". Reformas con "paz social" porque generan "estabilidad".

No anticipa si habrá o no Presupuestos: "Partido a partido", dice. Pide a las derechas que no usen "bulos, ni desinformación" para justificar su 'no' a las iniciativas del Gobierno

"Creo que el diálogo, la negociación y el acuerdo son seña de identidad de mis gobiernos y agradezco en consecuencia a todos los miembros del Consejo de Ministros su aptitud y también su actitud", celebró. "Al final las cosas salen. Las cosas suceden y suceden en favor de la mayoría social".

Sánchez reclamó a las derechas de PP y Vox que justifiquen su voto en contra a las iniciativas del Gobierno con argumentos "de verdad", no "falaces", como que el decreto tumbado recogía una subida del IVA de los alimentos básicos o de la electricidad —argumento que también puso sobre la mesa Junts— o el "regalo" del palacete de París al PNV, cuando se restituye la propiedad de un inmueble incautado por la Gestapo y entregado a Franco a sus "legítimos propietarios". "Lo único que les pido es que no engañen a la gente, que no utilicen bulos, ni desinformación, ni fake, que no creen angustia a la ciudadanía", que no "contaminen el debate público" con "manipulaciones y mentiras", remachó. El presidente salvaba una importante bola de partido. Oxígeno para seguir adelante.