El deshielo energético ya se ha activado. Cuando hace apenas una semana el decreto que aspiraba a prorrogar el impuesto a las energéticas decayó por el voto en contra de, entre otros, PNV y Junts, las grandes compañías respiraron aliviadas. No fueron las únicas. Tras meses advirtiendo que mantener el ‘impuestazo’ supondría poner en riesgo numerosas inversiones millonarias, los gobiernos y partidos de las comunidades autónomas donde estaban proyectados empezaron a inquietarse.

La palanca de freno ya se ha levantado en algunos de los proyectos más importantes y próximamente lo hará en el resto. Dos de las principales compañías energéticas del país, Repsol y Moeve, anunciaron este miércoles que reanudaban los trabajos sobre el ‘Valle Andaluz del Hidrógeno’ y la ‘Ecoplanta’ de Tarragona. En el camino se han quedado inversiones que finalmente, ante la incertidumbre impositiva, ya no retornarán a España. Es el caso del proyecto de hidrógeno verde que en octubre Repsol anunció que se llevaba a Portugal. Por ahora, una parte importante millones en inversión que las energéticas dejaron en ‘stand by’ han vuelto a activarse. Pero, ¿cómo de relevantes son los proyectos ahora reactivados por Moeve y Repsol?

El importe de ambas inversiones da muestra de su relevancia: 5.800 millones de euros. El más ambicioso es el ‘Valle Andaluz de Hidrógeno' que promueve Moeve (antes Cepsa). Se trata del mayor proyecto de hidrógeno de Europa. La compañía ha procedido a reactivar todos los trabajos de desarrollo que tenía en marcha y que habían quedado paralizados. La previsión con la que trabaja Moeve es que para verano puedan iniciarse los trabajos. Actualmente se está a la espera de conocer cuál será la financiación europea procedente de los Fondos Next Generation y de la financiación nacional procedente del PERTE del hidrógeno que se podría anunciar la a finales de febrero o comienzos de marzo.

Por su parte Repsol anunció este miércoles que retoma los trabajos para poner en marcha la ‘Ecoplanta’ que había anunciado para su complejo industrial de Tarragona. Se trata de un proyecto que requerirá 800 millones en inversiones y que se convertirá en la primera instalación europea con capacidad para convertir residuos urbanos en metanol renovable y en productos circulares. La inversión supone una nueva inyección al desarrollo de la región de Camp de Tarragona ya que generará 340 empleos en la fase de operaciones y 2.800 en la fase de construcción de la planta.  

El 'Valle del Hidrógeno': 5.000 millones

El futuro ‘Valle del Hidrógeno’ se levantará en Andalucía y contará con dos ubicaciones: Palos de la Frontera (Huelva) y en el Campo de Gibraltar, en el parque energético de San Roque (Cádiz). Cada una de las dos plantas contará con una potencia de 1 GW. Con los 2 GW de capacidad de electrólisis se podrá generar 300.000 toneladas de hidrógeno verde en Andalucía al año. Se trata de un proyecto que se plantea con una vida útil de entre 30 y 40 años y ante el que Moeve consideraba que de mantenerse un impuesto a las energéticas su viabilidad quedaba afectada.   

En Huelva, en el Parque Energético de La Rábida (Palos de la Frontera), se prevé que el parque esté en funcionamiento en 2026 y alcance el pleno rendimiento en 2028. La planta de San Roque estaría en marcha, según las previsiones de la compañía, en 2027.

Para poner en marcha la planta de generación de hidrógeno también será necesaria la construcción de proyectos de generación de energía renovable, eólica y fotovoltaica paralelos. El clima de Andalucía y su alta capacidad para la generación de este tipo de energías renovables lo convierten en una ubicación idónea para una instalación como la proyectada por Moeve para producir hidrógeno verde. La compañía trabaja ya con alrededor de 400 Pymes de la zona en sus instalaciones, convirtiéndose en un motor económico muy relevante en Andalucía que dará empleo a cerca de 10.000 personas.

La producción de hidrógeno verde permitirá dar un salto cualitativo en la descarbonización fundamentalmente del transporte pesado terrestre, marítimo y aéreo y evitar la emisión anual de 6 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.  

'Ecoplanta' de metanol: 800 millones

En el caso de Repsol, la petrolera también ha optado por reactivar sus inversiones apenas una semana después de que decayera la prórroga del ‘impuestazo’. Sin duda la amenaza de que los proyectos que tenía proyectados en Cataluña fue uno de los factores determinantes para que Junts se posicionara en contra de su prorroga y para que el empresariado catalán presionara para evitar la pérdida de estas inversiones.

Se trata de una apuesta de Repsol por avanzar en el proceso de descarbonización, en este caso dirigido de modo especial a la reducción de emisiones de CO2 en el transporte. Será la primera planta que fabrica metanol renovable –procedente de desechos orgánicos- y metanol circular –generado gracias a plásticos no reciclables, en ambos casos mediante la regasificación.

La futura planta está previsto que comeince a funcionar en 2029. Procesará cada año 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos para convertirlos en 240.000 tonelada de combustibles renovables y productos circulares. Con este nuevo desarrollo se acelera además la idea de Repsol de hacer de su centro en Tarragona un complejo “multienergético” que continúe produciendo combustibles renovables.

Usos del metanol

La financiación de la ‘Ecoplanta’ contará con fondos europeos tras haber sido seleccionada por la UE entre los 300 proyectos presentados al programa Innovation Fund. Su alta capacidad para reducir emisiones, junto a su carácter innovador y por ser una instalación única en Europa. Según estimaciones de la Comisión Europea la ‘Ecoplanta’ logrará reducir en sus diez primeros años en funcionamiento el equivalente a 3,4 millones de toneladas de CO2.

Repsol destaca que apuestas como el metanol suponen un paso novedoso en la carrera por la descarbonizacion en ámbitos como el marítimo. Afirma que es una alternativa tecnológicamente madura para su implantación, frente a otras opciones “como el hidrógeno renovable, el amoniaco o la electrificación de propulsores marinos”. Repsol subraya que estas alternativas, al contrario que el metanol, requieren aún de desarrollo y grandes inversiones en la renovación de flotas y la distribución de combustible.  

El metanol que se produzca en la ‘Ecoplanta’ de Tarragona también se podrá emplear para la producción de de gasolina y diésel renovable, así como combustibles como el SAF para la aviación. Además, subraya su versatilidad en otros ámbitos como la industria de la automoción, la industria química o la construcción. La compañía de Imaz asegura que según las previsiones de IRENA y Methanol Institute la demanda de metanol crecerá de aquí a 2050 hasta quintuplicarse respecto a la actual, fundamentalmente por su aplicación en el transporte.