Había expectación este jueves en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ante las referencias que pudiese hacer el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el giro de posición respecto al nuevo decreto ómnibus del Gobierno en una jornada en la que los populares presentaban su plan de vivienda a una veintena de colectivos. Tras exponerlo, en una intervención cerrada a medios y retrasmitida por streaming, Feijóo hizo dos incisos. Uno de ellos fue dedicado en exclusiva a explicar ese paso de la negativa al decreto inicial, tumbado en el Congreso y más amplio, al apoyo de este segundo, limitado al escudo social y pactado con Junts.
La retirada de las medidas económicas, y el peso de las pensiones, las ayudas por la DANA a Valencia o las bonificaciones para la gratuidad del transporte, han tenido mucho que ver. "Votamos a conciencia, en favor" de esos tres aspectos, dijo Feijóo. También que el decreto de por sí ya sale adelante, y ese compromiso con las tres medidas, que el PP registró para su aprobación de forma aislada en el Congreso, se demuestra con un voto positivo que "no altera el resultado" pese a que haya contenidos como el del palacete para el PNV que se rechazan y son considerados una "irregularidad" y que puede ir en contra de la ley de financiación de partidos. El PP lo estudia, de hecho.
Asimismo, Feijóo apuntó que un voto negativo era lo que "Sánchez esperaba y deseaba" para atacar a los populares. "En consecuencia, votaremos para no hacerle el juego a su incompetencia", explicó el popular. Sin embargo, hay figuras dentro del partido ven este giro como un intento de enmendar un fallo en la medición del calibre de la situación. Del espacio nacional, autonómico, pero especialmente de la cúpula en Cataluña.
Consultadas fuentes dentro del organigrama catalán, éstas determinan que el principal problema del PP, y también en esta ocasión, es que "siempre se cree a Junts". Lo explican afirmando que Junts "prometió al PP que jamás" aprobaría ningún decreto ómnibus de Sánchez, solo cuestiones troceadas como se reivindicó y apoyó también el PP. Eso hizo que los populares se acogieran con más fuerza al rechazo del decreto desde el principio contemplando que no saldría. Otras figuras con presencia interna, validan este argumento: "No sé como pueden fiarse de Junts".
Se extiende este criterio, además, a la "expectación" que aprecian en Madrid por la posibilidad de llegar a acuerdos más allá de los económicos y puntuales alcanzados en diciembre en el Congreso. Incluso a una hipotética moción de censura con Vox, que es "imposible" por la incompatibilidad. "Les quieren liquidar, nunca se acercarán", comentan de la ilegalización que los de Santiago Abascal quieren hacer con los posconvergentes.
Para estas fuentes consultadas, el criterio que el partido debería haber adoptado desde el principio es el de la abstención. Porque ahora, en lugar de "descolocar" al Gobierno, lo haces "con el votante". "El pulso que han querido marcar al Gobierno ha durado poco", exponen, apuntando que se ha querido retratar al PSOE y el PP es quien ha quedado "retratado" y "aislado". "Les ha salido mal", resaltan. El objetivo de los populares eran transmitir la sensación de debilidad de Sánchez, sin "mayoría progresista" y a merced de Junts.
Lamentan que la estrategia no haya sido la indicada e invitan al PP no omitir a Junts, pero sí a "ser la locomotora" y a llevar la iniciativa ante cualquier posibilidad de acuerdo, sin someterse a sus demandas o "ser la rueda". Prefieren que Feijóo intente reconducir las relaciones con los jeltzale de Andoni Ortuzar y con Aitor Esteban en el Congreso, porque con ellos será "más fácil entenderse" que con Junts. Lo han hecho, destacan, para sacar los presupuestos en la diputación de Guipúzcoa. Ahora, el clima entre partidos es de guerra total. Especialmente entre Esteban y su homólogo parlamentario, Miguel Tellado.
Génova niega presiones, acredita disparidad
Fuentes de la dirección nacional del PP no esconden que en el debate interno de la cúpula popular hubo distintas posiciones respecto a cómo debería ubicarse el PP de cara a este nuevo decreto. También las marcaron las distintas baronías. En ningún momento hubo "presiones" para condicionar el criterio de la dirección. Sí se constató que en general "algunos no estaban de acuerdo" con este giro hacia el sí. Los pros y los contras del nuevo escenario se pusieron en común en una reunión en Génova para analizar el contenido del decreto una vez el PSOE y Junts anunciaron su acuerdo. Se acabó optando por ese giro hacia el apoyo fruto de una decisión "muy meditada".
La abstención gana peso entre las filas populares como el posicionamiento que Feijóo y los suyos deberían haber tomado desde el principio
Hay quien puso de relieve que la abstención debería haber sido la decisión del partido desde el inicio. Aunque se señala que la orden partió en exclusiva de Feijóo, para no ceder al chantaje del Gobierno con el palacete. La actual sede del Instituto Cervantes que fue utilizada por el Gobierno vasco en el exilio hasta que los nazis llegaron a París y lo expoliaron transfiriéndoselo posteriormente al Gobierno franquista. Y ese mandato, de por sí, generó "dudas".
En este cambio hacia el sí fueron cruciales los criterios del aparato andaluz y el madrileño, las dos principales patas del PP junto a la gallega. La simplificación del contenido y los guiños a la okupación harían incomprensible otra salida que no fuera el sí, y agitaría el relato de Sánchez del PP contra los pensionistas [una buena parte del electorado del bipartidismo] y contra los valencianos. Era más fácil explicar al público el cambio así. Y aunque ese giro alertó a la Plataforma de Afectados por la Okupación que amenazó con no asistir la reunión de vivienda de este jueves, el PP recondujo la situación.
En las capas inferiores del organigrama popular, las sensaciones que transmiten distintos cargos y parlamentarios es de desconcierto ante este giro, aunque por otro lado también se denota comprensión. La idea de la abstención convencía mayoritariamente, precisamente por no ser ya determinante el PP en la votación y satisfacer el compromiso con pensiones, transporte y las ayudas a los valencianos sin "tragar" asuntos como el palacete para el PNV.
La "presión" de Vox que incentivan estos giros
Dentro del PP saben que el giro da combustible a Vox en su campaña de desprestigiar a los populares como oposición al Gobierno de Sánchez. Importante, por ello, recalcar el mensaje de Feijóo a los de Abascal este jueves. "No acepto lecciones del PSOE, tampoco las acepto de Vox. De quien apoyó la reforma de las pensiones de 2023 y dio vía libre" para la utilización sin control de los fondos europeos. "De quien hace más oposición al PP que al Gobierno", denunció Feijóo. En una entrevista en Radio Libertad, la emisora vinculada al ToroTV, la cadena de cabecera de Vox, Abascal afirmaba que con el cambio de opinión sigue sin "entender al PP" después de bastante tiempo "intentándolo".
"Es inconcebible" que lo voten "con los pensionistas utilizados como rehenes" y favoreciendo a los okupas, y con "el regalo al PNV de un palacete que no le corresponde", dijo Abascal. "Que el PP se preste de comparsa para que Sánchez pueda aprobar la subida de las pensiones y que asuma medidas de este tipo demuestra su incapacidad para ejercer su oposición", añadió.
El PP ha trabajado estos días las distinción entre su apoyo al decreto por las pensiones, entre otros, y dejando claro su rechazo a cuestiones como el palacete para el PNV. Sobre todo tras declaraciones duras de Tellado y otros portavoces. Asumir ahora esto, para fuentes del partido, supone un desgaste extra que no pasaría factura o tendría menos importancia si se hubiese marcado distancia sin ser tan combativos. Tellado "ha fijado un rumbo" difícil de reconducir, y eso da alas a Vox, lamentan. Precisamente por esa franja intenta hacer daño Bambú, que anunció este martes una batería de acciones contra la cesión al PNV. Han enviado cartas tanto a los jeltzale para que devuelvan la titularidad del inmueble, como al Instituto Cervantes para que no abone los alquileres, y al Gobierno, para que de marcha atrás.
Desde Cataluña, las mismas fuentes que reprochan la confianza en Junts, describen a Vox como un partido que "vive a costa de los errores de los demás", aunque con perspectiva regional. "No tienen proyecto y su objetivo es aguantar", pero este tipo de "errores" estratégicos les dan cancha. Fuentes parlamentarias de los populares confían en que una cuestión que "ya es algo de ayer" no pase factura al PP en las próximas fechas. Vox sigue su progresión al alza en las encuestas. De los 40 escaños de media con las que cerró 2024 Vox, el partido de Abascal en los sondeos más recientes se mueve ya en los 45-46 de media.
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1 Comentarios
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hace 2 horas
A mí tanto revuelo por el giro natural de Feijóo sobre el apoyo del segundo ómnibus me parece una chorrada y una falta de proporción digna de mentes débiles; tenemos ante nuestros ojos desde hace años a un monstruo que a todas luces se está volviendo loco y cada día que pasa se hace más evidente que el poder lo tiene obnubilado, que parece que estamos los españole sufriendo el síndrome de Estocolmo, es decir prisioneros de nuestro verdugo, que es quien habita en la Moncloa.