Una carta en X y un "¡gracias y hasta pronto!" han servido a Juan García-Gallardo para despedirse de la actividad política en Vox, de sus excompañeros, del electorado y de una trayectoria de poco más de tres años desde que el partido lo promocionó como candidato para las primeras elecciones autonómicas en las que Vox aspiraba realmente a ser determinante desde su impulso en 2019. Burgalés de nacimiento y abogado de profesión, su posicionamiento como cabeza del cartel electoral de Castilla y León en febrero de 2022 contra el PP de Alfonso Fernández Mañueco dio pie a una nueva estrategia electoralista en el fortín nacional del partido en Madrid, en Bambú: aproximarse al público más joven con perfiles millenials, nacidos en los noventa o a finales de los ochenta, con los que poder conectar.

Desde entonces: Alejandro Nolasco como líder en Aragón, José Ángel Antelo en Murcia o Pepa Millán como portavoz del Congreso de los Diputados. El último movimiento: el diputado por Málaga Carlos Hernández Quero (1990) como remplazo de García-Gallardo en la dirección nacional del partido tras abandonar ese puesto, así como el de procurador y portavoz en las Cortes de Castilla y León. Tras la implementación de esa estrategia, además de otros factores, hoy diversos sondeos dan a Vox entre el 20%-30% del voto juvenil.

La decisión de dimisión de García-Gallardo no ha sido inmediata, sino que se ha ido gestándo en las 72 horas anteriores a las 10:30 horas de este lunes. Los antecedentes son claros y se sitúan en la jornada del viernes, cuando la dirección nacional del partido, en Madrid, es consciente de que dos de sus representantes públicos en las Cortes de Castilla y León están promocionando un discurso alternativo y contrario al de la agenda de Vox. Los nombres de la procuradora Ana Rosa Hernando y de su compañero de escaño Javier Teiras se ponen en la diana, y se acaba decretando su expulsión cerca de la medianoche.

La primera de ambos está animando [lo ha seguido haciendo horas después de conocerse su cese y la salida de García-Gallardo] a simpatizantes y afiliados de Vox a registrarse en la web 'Recupera tu Vox' para exigir al partido que, de cara a la próxima asamblea general [sin definir, en enero de 2024 transcurrió la asamblea extraordinaria que reeligió a Abascal] se debata y decida la vuelta al Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que hasta hace nada pilotaba Giorgia Meloni. Justo a una semana de que Vox, ahora en Patriotas por Europa junto a Viktor Orbán y Marine Le Pen, acojan y organicen en Madrid la primera cumbre de la alianza europea con presencia de todos sus aliados. Será el 7 y 8 de febrero en el Hotel Auditorium Marriott.

Asimismo, se cuestiona la salida de los gobiernos regionales el pasado mes de julio. Dos decisiones clave del rumbo de Vox en los últimos meses y que en Bambú creen esenciales para la recuperación electoral que, al menos en los sondeos, están experimentando.

El segundo viene respaldando a su compañera. Teiras convocó días antes en la Plaza Mayor de Salamanca una protesta contra el oficialismo de Madrid y para reclamar democracia interna dentro del partido. Un leitmotiv entre todo aquel sector crítico de Vox que ha ido saliendo o es expulsado, y que desde Madrid se atribuye a resentimiento. A raíz de esto, la dirección nacional ordena al consejo de dirección del grupo parlamentario en las Cortes que expulse a ambos procuradores.

Más tarde, se lanza un comunicado por los canales oficiales de la cúpula nacional: "Vox no va a consentir que cargos electos de la formación antepongan sus intereses personales en un momento en momento en el que el objetivo principal de la formación es poner fin al Gobierno más corrupto de España". Se procedió a notificar a ambos procuradores, a la Mesa de las Cortes y al Comité de Garantías del partido para aplicar las sanciones disciplinarias correspondientes según los estatutos, que son esa inhabilitación para cargo y expulsión.

A partir de ese momento, García-Gallardo está al tanto de la decisión, o bien por su presencia en el CEN desde enero de 2024, o bien por ser el máximo representante del Grupo en las Cortes. Ni fuentes de Vox desde Madrid ni del aparato en Castilla y León lo matizan. El papel de García-Gallardo es clave: debe ser él quien firme el impreso para proceder a la expulsión de Hernando y Teira, que debe registrarse en las Cortes este lunes ya pasado. La sorpresa: el exdirigente está en desacuerdo.

Así lo acreditó en rueda de prensa el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, en las horas posteriores al anuncio de García-Gallardo. "No ha querido firmar la expulsión que busca la unidad y la coherencia [...], condenar esa acción y expulsar a dos procuradores que estaban trabajando para socavar el partido, que es una herramienta para los españoles". Insisten en ello fuentes nacionales del partido. Entre el sábado y el domingo se producen conversaciones cuyo contenido no se detalla más allá de la insistencia de las expulsiones, pero que ponen en confrontación ambas posiciones de Madrid y de García-Gallardo. Fuentes nacionales del partido aluden a que uno de los motivos del rechazo del portavoz en las Cortes puede haber sido "la relación personal y de amistad" que le ha unido con Hernando y Teiras estos años.

García-Gallardo cuestiona que la dirección del partido ha ido ocupando cada vez más espacios en detrimento a los demás

Si se tiene en cuenta la versión dada en la carta, hay una frase que sugiere que García-Gallardo condena una hipotética ausencia de respeto por los ámbitos del partido, en este caso, una decisión directa de expulsión sin consulta previa a su persona como máxima figura en la comunidad. "La dirección del partido ha ido ocupando cada vez más espacios en detrimento a los demás", lamenta en su escrito difundido en X. Para él, "la oligarquía es inevitable en cualquier organización", pero se debe "exigir una conducta ética a quienes" la integran, "en nuestro caso en Vox".

Confirma su salida de Vox

Fuentes de la dirección nacional explican que en la mañana de este lunes estaba previsto que Vox presentase en las Cortes la firma necesaria para ejecutar esas dos expulsiones. Tras haber sostenido su postura inicial, se reafirma en su negativa a avalarla y entra en contradicción con las directrices dadas por Bambú. "En ese momento es cuando él dice que no sigue". Se relata que García-Gallardo acude a su despacho, escribe la carta publicada en forma de comunicado y traslada su decisión a la dirección nacional. En esos momentos el Comité de Acción Política (CAP), compuesto por figuras como Abascal, Fúster, miembros de comunicación o los portavoces parlamentarios, entre otros, desarrollaba su reunión periódica de los lunes en Bambú.

Entre todo ese proceso, entre el domingo y el lunes se producen conversaciones entre García-Gallardo y Abascal, así como con Ignacio Garriga, el vicepresidente de Vox y secretario general del partido. Se concluye con García-Gallardo trasladando a Bambú la misma carta publicada en redes, no da más explicaciones y el partido tampoco se las pide sorpresivamente, siendo éste un engranaje fundamental para Vox en los últimos años. Uno de los rostros más reconocidos, también en aspectos como la defensa de la vida, y quien fuese el primer vicepresidente autonómico de un gobierno con participación de Vox. Internamente, se lamenta la salida.

Por un lado, hay una relación muy cercana desde hace años, y se trata de un perfil que ha conectado sobre todo con los más jóvenes, sobre todo en las protestas de Ferraz, no sin rehuir polémicas sonadas con el PP, como la del latido fetal, o con otros procuradores como el de Ciudadanos, Paco Igea, al que llamó "presunto delincuente". Asimismo, ha sido señalado por polémicos gestos en la cámara.

Pese a todo, Vox insiste en un eslogan que no es reciente, viene de lejos: importa más la marca del partido que sus integrantes. Se considera que todo el mundo es imprescindible en Vox, aunque no lo aplican con Abascal. Se sostiene que deben priorizarse "los contenidos y objetivos políticos". Sobre la salida, desde Madrid se considera que debe ser el propio exdirigente quien exprese públicamente qué motivos le han llevado a salir de Vox. Simplemente ven lógica en la marcha cuando "se ha negado a expulsar a dos personas que quieren dinamitar el proyecto desde dentro".

Cuando los procuradores desautorizan a "los equipos que saben" de la materia europea, al grupo en la Eurocámara, a Disenso. Y que ha posicionado a Vox, con la presidencia de Abascal en Patriotas, en el centro de las alianzas internacionales. También con Donald Trump. Un hecho que se vincula desde el partido a la posibilidad de que ambos procuradores fuesen relevados de cara a la configuración de nuevas listas para el año que viene, cuando acontecerán nuevas elecciones. No se acredita eso con García-Gallardo, de hecho, se desvincula nada parecido de su decisión.

Normalidad hasta las 72 horas críticas

La 'operación salida' se ha saldado con silencio por parte de los compañeros del grupo parlamentario, así de los principales presidentes provinciales de Vox en Castilla y León. Tampoco ha habido alusiones desde perfiles nacionales en X como el de Abascal o Garriga. Al contrario, sí lo ha habido por parte de personalidades que ya no están en el partido, caso de Macarena Olona o Víctor Sánchez, entre otros. En cambio, la mayoría de cargos han felicitado el nombramiento de Hernández Quero. El silencio denota una mala salida de Vox por parte de García-Gallardo. Varias figuras del entorno más próximo al exlíder autonómico han declinado conversar con El Independiente o no han respondido al cierre de esta edición.

Hasta el viernes, no había rastro de diferencias entre el exdirigente y la cúpula del partido. Él mismo, en todo caso, en su escrito, acredita que siempre las trató con discreción. Fuentes nacionales trasladan normalidad hasta la fecha. Recalcan la presencia con cotidianidad en diferentes eventos como el desayuno informativo protagonizado por Millán y organizado por Fórum Nueva Economía hace dos semanas, así como la reunión del martes pasado en Barcelona, junto a Garriga, de los portavoces regionales del partido.

Solo Carlos Pollán, el presidente de las Cortes de Castilla y León, de Vox, apuntó que "en política ya no sorprende nada" tras la salida de García-Gallardo, y que los dos procuradores deberían seguir su ejemplo. Pollán suena como sucesor de García-Gallardo, una decisión que debe someterse a debate interno. De ser elegido, se mediría a Mañueco en las urnas. De momento, David Hierro, adjunto, será el nuevo portavoz del Grupo.

La llamada a las urnas podría darse no muy tarde. Fuentes del PP, al cierre de 2024, valoraban la posibilidad de un adelanto bien en primavera o en otoño, para sortear las fiestas populares del verano, o el frio del invierto. El límite para convocarlas es febrero de 2026. Por ahora, si Mañueco tiene capacidad de alinear a los partidos provincialistas, al procurador de Ciudadanos y a los dos no adscritos de Vox, podrá contar con 41 escaños exactos de mayoría absoluta y no depender de Abascal hasta nueva convocatoria. Con todo, es un escenario complicado de alumbrar.