Se han producido novedades significativas en el caso de Anabel Pantoja y David Rodríguez, tras el traslado de la investigación judicial que enfrentan por un presunto delito de maltrato infantil. Esto se debe a las lesiones que presentaba su hija Alma al ser ingresada en el Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria el pasado 11 de enero. La causa ha sido trasladada del Tribunal Superior de Justicia de Gran Canaria al Juzgado de Instrucción número 4 de San Bartolomé, dado que los hechos ocurrieron en el municipio de Mogán, donde reside la pareja con su bebé.

Investigación judicial por un presunto delito de maltrato infantil

Según informa la agencia Europa Press, el proceso judicial está lejos de concluir, ya que la nueva magistrada asignada ha establecido un plazo máximo de 6 meses para finalizar la fase de instrucción, lo que sugiere que podría extenderse hasta el próximo julio. Una vez que se reúnan todas las pruebas y se elabore el informe correspondiente, la jueza determinará si se procede a un juicio oral contra la sobrina de Isabel Pantoja y su pareja, o si, por el contrario, se archiva el caso al no encontrar indicios de delito.

La primera acción del Juzgado 4 de San Bartolomé ha sido solicitar las imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial donde ocurrió el incidente que llevó a la pequeña Alma a ser ingresada de urgencia. Según la declaración de su padre ante el juez, él estaba con ella en el interior del coche mientras Anabel realizaba unas compras, lo que centra la investigación en David.

El centro comercial ya ha entregado las grabaciones a la Justicia, y se espera que estas evidencias aclaren lo sucedido y verifiquen si la versión del fisioterapeuta cordobés es correcta.

Además, la jueza planea citar a declarar a los familiares más cercanos de la menor, especialmente a sus abuelos, y también se espera el testimonio de varios testigos, así como de los médicos que atendieron a la pequeña en la clínica privada Roca y en el Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria durante los 18 días que estuvo hospitalizada.

Con gran preocupación, Anabel estaría organizando su defensa y, además de contar con un equipo legal especializado en derecho civil para proteger su derecho al honor y a la intimidad ante la controversia mediática, habría contactado a un bufete de abogados penalistas de renombre en Madrid debido a la investigación por el presunto delito de maltrato, que en ningún momento implica intencionalidad por parte de la influencer o su pareja.