La juez Susana Trujilano, que investiga a un alto cargo del Ministerio de Justicia, ha pedido a la Guardia Civil que entregue la prueba clave que había desaparecido en la causa. En un auto fechado el 28 de enero, al que ha accedido en exclusiva El Independiente, la magistrada solicita a los agentes que aporten otro soporte digital con la copia íntegra de todos los archivos de la causa.

El escrito relata lo que ha ido publicando este periódico minuciosamente. El 1 de octubre, el director general de Transformación Digital de la Administración de Justicia, Aitor Cubo, estaba citado para declarar por un presunto delito de falsificación de documentos públicos. Pero la jueza lo suspendió porque su defensa, representada por la abogacía del Estado, dijo que no habí podido acceder a la prueba clave.

Esta prueba clave es la grabación de la declaración de un menor de edad en un juzgado de Valladolid. El chico, que entonces tenía 12 años, estaba citado en un proceso de custodia. Tenía que decir con quién prefería vivir, si con su padre o con su madre. El juez vallisoletano se quedó a solas con él en la sala junto a un funcionario que nunca se ha identificado. Al terminar, le dio la custodia a la progenitora.

Cuando el padre del menor pidió la grabación de la sesión, descubrió que la parte de su hijo no se escuchaba. Todo el audio estaba perfecto, menos el momento de la declaración del chico. Llevó el documento a un reconocido laboratorio forense que dictaminó que se había introducido un "ruido rosa", una manipulación voluntaria. Entonces el padre, abogado de profesión, denunció ante la Guardia Civil los hechos.

El borrado

El caso se lleva en el Juzgado de Instrucción 7 de Madrid. Y se lleva en la capital porque es donde está el Centro de Atención al Usuario (CAU) de Justicia, donde se graban todos los juicios de España. Esto depende de Aitor Cubo, subordinado de Sofía Puente, número tres del Ministerio y hermana del ministro Óscar Puente. El marido de Sofía Puente participó como fiscal en el inicio de la causa.

Según el informe pericial, la manipulación se tuvo que hacer en directo. Es decir, mientras se iba grabando la declaración del menor, alguien en Madrid tuvo que introducir el citado "ruido rosa".

La grabación estaba contenida, junto a otros documentos, en un pendrive que la Guardia CIvil dejó en el decanato de Madrid el 2 de noviembre de 2023. Pero esa memoria digital se ha dado por perdida, por lo que Cubo y su defensa no pudieron acceder al contenido. La jueza preguntó al decanato, que respondió que "procedida la búsqueda, esta da resultado negativo".

La Fiscalía pidió que el denunciante aportase el contenido de la grabación presuntamente manipulada. Sin embargo, la abogada, en un escrito consultado por El Independiente, se negó. Preferían no hacerlo para que no se cuestione la custodia de la prueba. "Sería muy fácil al abogado de la defensa poder afirmar que no es la misma copia o que hemos aportado otra copia distinta". Ahora la jueza le da la razón y ha pedido que sea la Guardia Civil quien aporte la grabación, ya que tiene copia de la misma.