Desde la ruptura de gobiernos autonómicos en julio del año pasado, uno de los grandes interrogantes en Aragón, Extremadura, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Castilla y León, y Baleares era cómo el PP lograría sacar sus presupuestos autonómicos ante la dependencia de Vox para obtener una mayoría parlamentaria. Hasta la fecha, el partido de Santiago Abascal ha ido poniendo sobre la mesa distintas demandas que han complicado un acercamiento definitivo y dejan ya por imposible acuerdos en Extremadura, Castilla y León y Baleares, donde las relaciones entre fuerzas son de muy difícil reconciliación. La incógnita es qué sucederá en las tres autonomías restantes.

En Murcia las exigencias se siguen agravando estos días. Se pide reformar la Ley de Participación Institucional las ayudas públicas a los sindicatos y la patronal. En la Comunidad Valenciana se hacen equilibrios entre la excepcionalidad del momento por la DANA y la altura de miras, pero a la vez se fija como esencial vetar la inmigración ilegal o la acogida de menores extranjeros no acompañados. El proyecto de presupuestos valenciano podría presentarse a finales de febrero, y en Murcia los socialistas parecen ser la única opción viable si Fernando López Miras quiere una alternativa viable.

La aragonesa es la comunidad donde un acuerdo parece más factible, al ser, además, el enclave donde menos ruido se ha producido en los últimos meses. Frente al combo de exigencias generales de Vox al PP, que además del mantra migratorio pasa por recuperar las políticas pactadas en los ya rotos pactos de gobierno, el PP se aferra a las cuestiones económicas. Generalmente, los populares reprochan a Vox su descontextualización de lo que debate: el balance económico de un año. Por eso, en el caso de Aragón, su consejero de Hacienda presiona a Vox: sin nuevas cuentas no puede haber rebaja de impuestos. Es una medida que los de Abascal, liderados en la región por Alejandro Nolasco, llevan solicitando desde que entraron en el Gobierno en 2023.

Con ese debate abierto, e influidos por el aliento de sus alianzas internacionales, desde Vox doblan su apuesta para presionar al PP y tensionar las relaciones entre los aparatos autonómicos y Génova. A sabiendas de que será muy difícil llegar a pactos generales y dejando posibilidad a alguno esporádico. La última línea la marcó el propio Abascal después de la cumbre de Patriotas por Europa en Madrid, en un encuentro con militantes en Murcia. Ésta pasa por la ruptura de relaciones entre el PP europeo y los socialdemócratas, que sostienen a Ursula von der Leyen al frente de la Comisión. Sobre todo en aspectos como el climático y el migratorio.

Internamente, se comenta en el entorno de Abascal que si al final Madrid o Bruselas tienen la última palabra respecto a lo que pasa en las autonomías, debe ser en instancias superiores donde se tomen decisiones firmes antes de llegar a consensos en esferas inferiores.

El PP da libertad de decisión a sus barones y arremete contra Vox asegurando que no deja pactar a sus representantes las nuevas cuentas en las regiones

Mientras la competencia con los de Alberto Núñez Feijóo se agrava a nivel nacional en distintas áreas, y se busca competir con ellos en cuanto a propuestas como en vivienda, el interés de los de Abascal, como constatan fuentes nacionales del partido, es el de dividir a los barones y Génova. El argumento sostenido por Vox desde la ruptura de los gobiernos es el de que Feijóo se impuso al criterio de los barones, que estaban de acuerdo con combatir la inmigración irregular. Se pone el ejemplo de Baleares. "Están hartos de Feijóo", aseguran esas mismas fuentes, que acreditan, pese a todo, la complicación de que le planten cara al dirigente gallego.

Desde Vox son conscientes de que si hasta ahora no han logrado motivar esa rebeldía de barones contra Génova, incluso arriesgando los gobiernos, ahora no habrá excepción, pero están dispuestos a incentivar cualquier fisura que o bien desestabilice a los populares en aras de beneficio político para su marca, o que lleve a Feijóo a endurecer su propuesta. Situaciones similares en países como Austria, con la compra del discurso ultraconservador por parte de la democristianos clásicos han llevado a que el homólogo de Vox, el FPÖ, supere al del PP, el ÖVP en votos.

El PP rechaza cualquier "chantaje"

Ante las continuas exigencias de Vox, el PP denuncia que se intente mezclar distintos asuntos que no tienen que ver con la aprobación o no de los presupuestos por intereses políticos. Fuentes nacionales próximas a Feijóo recalcan que no se cederá a ningún "chantaje" y que si desde Vox piensan en el bienestar de los ciudadanos, sabrán sobreponer sus intereses a los del Abascal. En todo caso, no creen que vaya a ser dramático que en esas regiones [la valenciana es una excepción] no vaya a haber nuevas cuentas. Primero, porque las anteriores ya tienen su sello; segundo, porque hay un precedente mucho peor, que es que Sánchez lleva sin Presupuestos Generales del Estado desde 2023. "Si España puede estar sin cuentas, los territorios también", indican.

A juicio de los populares, corresponde a Vox explicar a sus votantes por qué impiden que esas regiones puedan optar a rebajas de impuestos, entre otras medidas. "Nosotros somos un partido de gobierno que asumimos responsabilidades y no renunciamos a gobernar. Con nosotros las comunidades avanzan, si Vox no nos apoya para esto [las cuentas], ellos verán", exponen.

Sánchez lleva sin Presupuestos desde 2023 y no pasa nada. Las de 2024 llevan nuestro sello

Ahora bien, usan el mismo marco que Vox en respuesta a esa ofensiva y dadas las últimas informaciones sobre los problemas internos entre los de Abascal. "Nosotros no le decimos a ningún barón lo que tiene que hacer, cada gobierno tiene una hoja de ruta y se debe a un parlamento. En los territorios Vox es favorable a los pactos, pero no les dejan desde Madrid. Ellos verán", sentencian fuentes nacionales del PP después de que Abascal reivindicase que en su partido "no hay baronías ni marquesados, ni emperadores". En el PP defienden la firmeza respecto a sus convicciones. Sin acceder a presiones.

Hay un compromiso por parte de los barones perjudicados del PP a no acudir a adelantos electorales pese a la presión de Vox. La excepción puede darse en Castilla y León en torno a otoño, pero meses antes de que se cumplan los cuatro años respecto a los anteriores comicios. A esa presión concreta con los presupuestos, se añade otra puntual que llegará esta semana a los parlamentos autonómicos de toda España. Vox propone suprimir las leyes trans regionales. El propio Feijóo aseguró que suprimirá la nacional si llega a Moncloa. "Esta semana vamos a comprobar" si el PP cumple con lo que promete "y apoya la iniciativa de Vox". "Si esa promesa de Feijóo es verdad o una estafa".