Después de escuchar ayer a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, defender vehementemente la tributación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ajena a las caras que desde el escaño a su izquierda ponía la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no parece que ninguna de las dos partes del Gobierno de coalición esté dispuesta a aflojar en sus respectivas posiciones. Las espadas siguen pues, en todo lo alto. Y si un pacto de última hora no lo remedia, PSOE y Sumar se verán las caras en el Congreso.

Sin embargo, desde el primer partido de la oposición -que al igual que Sumar y Podemos, ha presentado una proposición de ley para exonerar al SMI de tributar- no las tienen todas consigo. Y aún superando todos los trámites parlamentarios, temen maniobras dilatorias por parte de la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, para dilatar los plazos en los que el Parlamento apruebe una medida frente a la que el PSOE, en su oposición, está en franca minoría.

Ampliación del plazo de enmiendas

Fuentes parlamentarias populares subrayan que no es la primera vez que Armengol bloquea la tramitación de proposiciones de ley de la oposición que no le gustan al Gobierno por la vía de ampliar sine die el plazo de enmiendas de dichas proposiciones, aunque para ello necesita el concurso de Sumar, con quien tiene mayoría en la Mesa. Ambos partidos lo han hecho, recuerdan las fuentes consultadas, "con todas las propuestas del PP que han llegado del Senado", entre ellas, una ley antiokupas que, a tenor de la votación de ayer a la moción de los populares sobre vivienda, tendría todos los visos de prosperar en el Congreso.

Un caso paradigmático fue la ley del ELA, que comenzó promoviendo la hoy extinta Ciudadanos. Cuando la proposición de ley decayó por la convocatoria de las elecciones generales del 23-J, llevaba más de 40 ampliaciones del plazo de enmiendas. Finalmente, tras muchos años de pelea de los enfermos y sus familiares, fue aprobada esta legislatura.

El pasado martes la Mesa de la Cámara Baja calificó las proposiciones de ley de PP, Sumar y Podemos que piden que el SMI no tribute. Se abre ahora el plazo de un mes para que el Gobierno intente vetarlas alegando disminución de ingresos. Los populares dan por hecho que presentará un veto conjunto a los tres textos que vienen a decir y a perseguir en esencia lo mismo, esto es, que los receptores del salario mínimo no tengan que hacer la declaración de la Renta, lo que exige elevar el actual mínimo exento, como Hacienda ha hecho otros años.

Los letrados del Congreso han advertido en alguna ocasión que los vetos gubernamentales no estaban bien fundamentados

Otra cosa es la manera en la que el Gobierno justifica sus vetos, normalmente "de forma muy poco adecuada", dado que tiene que demostrar que afecta a los Presupuestos en vigor y a qué partidas en concreto. De hecho, los letrados del Congreso han advertido en alguna ocasión que los vetos gubernamentales no estaban bien fundamentados. Ocurrió a finales del año pasado con la ley de Conciliación del PP. El letrado mayor, Fernando Galindo, se mostró contrario a dicho veto puesto que no se concretaba "la cuantía que se vería afectada en el presente ejercicio, tal y como exige la jurisprudencia constitucional".

No obstante, a pesar de las objeciones, los vetos salían adelante en la Mesa del Congreso "por la suma de los votos de PSOE y Sumar", cinco, contra los cuatro del PP. "La cuestión es qué hace Sumar", apuntan los medios consultados. En este caso, sería de prever que los dos representantes magentas rechazaran el veto junto a los populares para poder debatir y votar sus respectivas proposiciones de ley en el pleno, con todos los visos de salir adelante con el respaldo, además, de ERC, BHG y Bildu, entre otros.

Mientras "Montero se sale con la suya, Díaz puede seguir escenificando su disgusto con el PSOE", dicen un alto dirigente del PP

Si las proposiciones superan el trámite de la Mesa "Armengol no puede paralizar la toma en consideración" de los textos presentados por PP, Sumar y Podemos, "pero sí ganar tiempo pidiendo una ampliación del plazo de enmiendas. Ahí podrían tener otro problema con Sumar, pero siempre se puede argumentar que se hace con la idea de alcanzar un acuerdo", aduce. Otro dirigente del núcleo duro de Génova apostilla en el mismo sentido que mientras "Montero se sale con la suya, Díaz puede seguir escenificando su disgusto con el PSOE", en una estrategia en la que, a su juicio, intentan ganar las dos vicepresidentas.

La tributación del SMI fue objeto de enfrentamiento entre Montero y la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que afirmó que la tributación del SMI es "un negocio redondo. Los empresarios pagan más, los trabajadores pagan más y el Gobierno recauda mucho más. Es decir, que la banca Montero siempre gana. Con usted, a falta de Presupuestos, hemos aprendido que no hay Consejo de ministros sin subida de impuestos".

En la respuesta de Montero quizá lo más llamativo resultaron las caras que puso su compañera de Gobierno y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (ver vídeo), sobre todo cuando esgrimió el argumento de que "no es que Hacienda vaya a recaudar más, es que de lo que se trata es de que no recaude menos". El gesto de extrañeza de Díaz fue indisimulable, quien, por cierto, no aplaudió en ningún momento a la titular de Hacienda. Pero muy segura tiene que estar Montero de que se va a salir con la suya puesto aseguró en varias ocasiones que "el 80 por ciento de los receptores de este salario no van a tributar". También Díaz frunció el ceño cuando su compañera de Consejo de Ministros defendió que "este Gobierno no ha subido los impuestos, los ha bajado".

"Su amistad va a durar muy poco", ironizó Gamarra sobre Montero y Díaz

Gamarra ironizó respecto que "su amistad va a durar muy poco", en alusión a los gestos de cariño que ambas se dedicaron cuando coincidieron en el pasado lunes en la presentación del documental de RTVE "La conquista de la democracia". Y, de seguido, continuó la andanada: "A usted el poder adquisitivo de los españoles no le importa. Lo único que le importa es el poder adquisitivo de su Gobierno para comprar 176 votos para cada votación. El poder para adquirir impunidad, el poder para adquirir empresas privadas, el poder para adquirir el control de organismos independientes y esa factura sabe que es muy cara. No tiene dinero para pagar todos los cheques que ha firmado, en particular, los firmados con los independentistas. ¿De dónde va a sacar los 15.000 millones de euros para condonar la deuda de los separatistas? Una parte ya lo sabemos, de los que cobren el salario mínimo".