Nueva reunión de PSOE y Junts en Suiza. Este viernes, 21 de febrero. Pero esta vez con un hito en el calendario relevante como telón de fondo: el debate en el Congreso de la iniciativa de los posconvergentes para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. La proposición no de ley se debate el martes, 25 de febrero, y se votará un día más tarde, y los socialistas la dan por perdida porque no se ha logrado cerrar aún el pacto migratorio, la carpeta que llevan negociando las dos delegaciones desde hace más de un año y que ha encallado por el control de las fronteras.
La reunión de este viernes en Suiza, adelantada por La Vanguardia y que confirmaron a este diario fuentes de Ferraz, llegaba un mes después de la anterior, la que se celebró justo antes de otra cita importante en la Cámara baja: la votación del real decreto ley ómnibus. En aquel momento, Carles Puigdemont había anunciado la congelación de las relaciones con el PSOE y exigido un encuentro con mediador internacional para reevaluar la interlocución entre los dos partidos. La cita se produjo en aquel momento en Bélgica pero el resultado no fue positivo: dos días después, el 22 de enero, Junts tumbó, junto a PP y Vox, el texto del Gobierno.
El encuentro de enero no sirvió para que Junts salvara el decreto ley ómnibus. Pero las dos partes volvieron a la mesa y se cerró el apoyo de los de Puigdemont a un texto mutilado a cambio de que el PSOE aceptara descongelar la petición de cuestión de confianza
La Moncloa se vio obligada a renegociarlo con los posconvergentes. Y entonces sí hubo acuerdo: Sánchez logró salvar su escudo social —el corazón del primer decreto ley—, pero tuvo que renunciar al paquete de medidas económicas. Junts comprometió su voto a favor a cambio de que el PSOE aceptara tramitar la petición de cuestión de confianza que había registrado en diciembre. Los socialistas cerraron el trato y descongelaron en la Mesa del Congreso la proposición no de ley, aunque con una redacción bastante más rebajada. Eso sí, el presidente ya anticipó que, pasara lo que pasara con la propuesta, él no se sometería a ninguna cuestión de confianza porque no la apreciaba "necesaria". Esa herramienta es una prerrogativa que la Constitución concede, en su artículo 112, al jefe del Ejecutivo. Tras ese pacto, se vieron en Madrid, el 31 de enero, Santos Cerdán, el número tres del PSOE, y Jordi Turull, el dos de la formación independentista catalana. Almorzaron juntos "para mejorar la metodología de las relaciones entre los dos partidos", para abordar "el cómo, no el qué". Cómo ajustar su interlocución, no para remachar el pacto migratorio (que sigue sin estar listo) o la oficialidad del catalán en la UE, aún pendiente.
La iniciativa de Junts que se debate este martes tiene carácter meramente político, por tanto, no obliga al presidente a nada, aunque en este tiempo el partido del expresident ha insistido en que Sánchez debe preguntar al Parlamento si cuenta con su respaldo porque, de lo contrario, tendrá consecuencias, como pedir nuevas elecciones generales. De nuevo, una prerrogativa presidencial.
Ese ambiente rodeaba la reunión de este viernes en Suiza entre las delegaciones de PSOE —el interlocutor principal es Santos Cerdán, secretario de Organización— y Junts. En la Moncloa ya se han hecho a la idea de que la proposición no de ley de Junts saldrá adelante, siempre y cuando la apoyen el PP —que se inclina por respaldarla— y Vox —que, en principio, se distancia—. En la Moncloa han venido reiterando que no correrían en la negociación para el traspaso a Cataluña de las competencias migratorias. Que eran temas "distintos". Es decir, que se da por amortizada la iniciativa. "La damos por descontada, con deportividad", sentenciaban este viernes en la Moncloa.
En Moncloa dan por perdida la iniciativa de Junts y aseguran que no correrán para cerrar el pacto migratorio: "La damos por descontada, con deportividad". Todo depende de PP y Vox
Las conversaciones para el traspaso a la Generalitat de las competencias en inmigración llevan prolongándose un año, pero no se han rematado todavía porque Junts exige una delegación "integral", de tal modo que los Mossos tengan el poder de controlar las fronteras o de decidir expulsiones, sin tutela de Interior, algo a lo que, al menos hasta ahora, se opone el Gobierno. Otra carpeta viva es la de la oficialidad del catalán en la UE, en la que Puigdemont pide una mayor implicación de Sánchez. Y sigue pendiente una reunión entre el expresident y el líder socialista —la llamada amnistía política—, que no tiene fecha y ni siquiera figura entre las prioridades inmediatas de la Moncloa.
Fuentes de la dirección socialista no adelantaron detalles de la marcha de la reunión de este viernes en Suiza. Se agarraron a su eterno argumento: "Transparencia" en los acuerdos, "discreción" en las negociaciones. Esta cita, no obstante, entra dentro de la normalidad, ya que los dos partidos consensuaron una reunión al mes fuera de España.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 'El Ministerio del Tiempo' cumple diez años: todos sus secretos
- 2 Impacto en 'La Promesa' con una inesperada declaración de amor
- 3 El Gobierno vio como una traición la entrada de STC en Telefónica
- 4 Un nombre sale a relucir en 'La Promesa' y un personaje le invoca
- 5 'Patriotas' españoles, reconvertidos en traidores
- 6 Órdago turco a Putin al apoyar a Zelenski
- 7 Los 5 de Alhucemas, el “crimen de estado” que Marruecos silencia
- 8 Avance de 'La Promesa' este lunes 24 de febrero
- 9 Avance de 'Sueños de libertad' este lunes 24 de febrero