La operación para descabalgar al presidente de Telefónica se llevó a cabo con la máxima discreción y sigilo. De hecho, ningún miembro del consejo estaba al tanto de la misma a excepción del vicepresidente de la compañía y hombre fuerte de la Caixa, Isidro Fainé, quien se reunió con Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa el miércoles 15 de enero de este año.
Dos días después, el viernes 17 de enero, desde la Oficina Económica de Moncloa se pusieron en contacto con la secretaria de José María Álvarez Pallete para convocarle a una reunión a las 17 horas. Álvarez Pallete estaba tranquilo. Fainé le había dicho que se había reunido con el presidente del Gobierno pero no le advirtió, tal vez por prudencia, quizás porque se comprometió a guardar silencio, de nada que le hiciera sospechar que sus horas al frente de la compañía estaban contadas.
Un hombre de su confianza le transmitió a Pallete, antes de salir rumbo a Moncloa, que no se fiaba nada de aquella cita de sopetón. "No creo que vaya a ser nada grave, la presión ha bajado mucho", le contestó el todavía presidente de Telefónica.
Pero, al entrar en el despacho de Manuel de la Rocha (jefe de la Oficina Económica con rango de secretario de Estado), Pallete se encontró con que allí también estaban la presidenta de la SEPI, Belén Gualda, y el consejero delegado de Criteria Caixa, Ángel Simón. Había llegado al final de su destino como presidente de la primera empresa española y se dio cuenta cuando ya era demasiado tarde para reaccionar.
De la Rocha fue al grano. Le informó de que los grandes accionistas (dos de ellos presentes en la reunión) pensaban que lo mejor para la empresa era que presentase su renuncia al cargo. Habían sido casi nueve años, tiempo suficiente, en los que los resultados no habían sido todo lo buenos que cabía esperar, aunque no escatimó elogios a su gestión. Simón y Gualda, representando a casi el 20% del capital, apenas intervinieron. Pallete titubeó, pero, finalmente, aceptó marcharse sin pelear. La paz interna y una buena indemnización (23 millones de euros) eran argumentos de peso para decirle al Gobierno que aceptaba su decisión sin rechistar.
También se le informó de que la persona designada para sustituirle era el, hasta ese momento, presidente de Indra, Marc Murtra, cercano al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y en buena sintonía con Fainé.
A su regreso a las oficinas de Telefónica en Las Tablas, Pallete convocó a dos de sus hombres de confianza, el responsable global de Comunicación, Eduardo Navarro, y el secretario del consejo, Pablo de Carvajal, para comunicarles lo sucedido y poner en marcha a toda pastilla el mecanismo para que se hiciera efectivo el relevo con un mínimo de decoro. Por ejemplo, para que las decisiones fueran ratificadas por un consejo que no estaba convocado.
Tras la entrada de STC en Telefónica se produjo una quiebra de confianza con Álvarez Pallete", sostiene un miembro del Gobierno
¿Cuál era la razón última por la que el Gobierno decidió prescindir de Pallete? Como siempre, no hay un sólo motivo, sino una concatenación de causas, la menor de las cuales era la triste evolución bursátil de la empresa. Cuando Pallete fue nombrado presidente ejecutivo de Telefónica, en abril de 2016, el valor cotizaba en torno a 10 euros la acción y en enero de este año apenas alcanzaba los 4 euros. Una caída del 60% no es como para sacar pecho, pero no, eso no explica su salida de la empresa por la puerta de atrás.
La relación de Pallete con Sánchez había sido buena incluso desde antes de que éste fuera presidente del Gobierno. De hecho, Pallete le informó en septiembre de 2016 al entonces secretario general del PSOE de que su antecesor, César Alierta, en una reunión con Susana Díaz, cocinada por el consejero de Telefónica y ex secretario general de la Juventudes Socialistas, Javier de Paz, se había comprometido a ayudarla usando su influencia en los medios (sobre todo en El País) para echar de la dirección socialista a Sánchez.
Pallete hizo casi todo lo que se esperaba de él desde el Gobierno. Por ejemplo, en mayo de 2022 vendió su participación en Prisa (7%) al grupo Global Alconaba, encabezado por Andrés Varela Entrecanales y cuyo socio de referencia era José Miguel Contreras. Es decir, le abrió la puerta en Prisa a un grupo del gusto de Moncloa.
Pero todo cambió en septiembre de 2023, cuando la saudí STC anunció que tenía el 4,9% de Telefónica y que su intención era llegar al 9,9%, desembolsando para ello casi 2.300 millones de euros.
La noticia cayó como una bomba en el seno del Gobierno. Sobre todo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, mostró su más firme oposición a que un grupo controlado por un estado extranjero (y no precisamente democrático) se convirtiera en el máximo accionista de un empresa estratégica como es Telefónica. Las comunicaciones más sensibles del país pasan por Telefónica, incluyendo la llamada "nube de combate". El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro Esteban López Calderón, fue uno de los que aportó los argumentos más sólidos para sustentar la tesis de Robles.
"En el Gobierno", relata un ministro a El Independiente, "nos planteamos que la entrada de STC sólo podía obedecer a una operación defensiva montada por Pallete para ahuyentar una posible OPA hostil. Pero si eso era así, debería haberlo consultado previamente con nosotros. La otra opción es que no se hubiera enterado de esa entrada no deseada, lo cual es casi peor. En fin, que, a partir de entonces se produjo una quiebra de confianza con él. El Gobierno dejó de fiarse de él".
La entrada de STC no sólo despertó los recelos del Gobierno, sino que le animaron a montar una operación para colocarse en pie de igualdad con los mayores accionistas presentes en Telefónica. Se decidió recurrir a la SEPI par alcanzar hasta el 10% del capital de la compañía, operación que quedó concluida en mayo de 2024.
Unos días antes, el 19 de abril, Telefónica celebró su centenario en el Teatro Real. Un acto con mucha pompa presidido por Felipe VI, y al que acudieron la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el presidente del Constitucional, Cándido Conde Pumpido, y cuatro ministros. Sánchez no acudió a la cita.
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hace 1 mes
El fondo saudi, que no es precisamente democrático….
Me parto!!!
A ese país poco democrático van Dos de los hombres más importantes del mundo a decidir el futuro de europa.
Al final hay que echar mano de aquella frase…
Es la economía estúpido!!!
Para explicar que hoy debes dejar de lado en algunos casos la ideología y poner por delante al país.
Pallete no era una maravilla?
Hagan una lista y a todos esos cambienlos empezando por los ministros menos maravillosos.
hace 1 mes
Es lamentable como una operadora centenaria con el patrimonio y con la geoposicion mundial que tenis llegase o llegará s caer tan bajo en poco más de una década. Perder más de cuatro veces su valor, perder aun más la confianza y tranquilidad que desean accionistas y usuarios veníendo de antaño. Hoy operadoras de poco nivel le saca los colores, no ha aprendido nada en tantas presidencias, y eso se paga en los mercados, en bolsa y en las calles. Lo bueno es que lo saben y no ponen remedio.