La semana pasada, en Madrid, agentes de la Policía Nacional salvaron la vida a una mujer que intentó suicidarse. Ocurrió en un barrio al sur de la capital. Esta persona tenía un corte profundo en la muñeca izquierda, en lo que a primera vista era un claro intento autolítico. La sangre brotaba en abundancia.

En una rápida intervención, los agentes hicieron dos cosas. Primero, un torniquete para detener la hemorragia. Y segundo, un vendaje israelí, que hace la función de sujetar el brazo, protegiendo la herida. Las dos protecciones, además de salvarle la vida a la mujer, comparten dos cosas: no son dotación policial y los agentes tienen que pagarlas de sus bolsillos.

Desde hace meses, la Unión Federal de Policía (UFP) viene reclamando a la Dirección General que dé estas herramientas a los agentes. Aseguran que supone "un coste poco excesivo" y "sirve para salvar vidas" tanto de policías como de ciudadanos.

Las hemorragias, en situaciones de trauma, son una de las causas principales de muerte. Por tanto, explica el sindicato policial, la aplicación temprana de torniquetes y vendajes puede aumentar la supervivencia "en un 50% de posibilidades o más".

El uso de este equipamiento "ha demostrado ser una medida eficaz para salvar vidas en situaciones de emergencias", por lo que consideran que debiera ser indispensable y formar parte del equipo de dotación de todos los policías.

Múltiples casos

El caso de la mujer en Madrid ocurrido hace unos días no es una excepción. Uno de los motivos por lo que los policías reclaman que se les den torniquetes, pagados por la Policía, es que su uso está muy extendido en su trabajo diario. En febrero de 2021, El Independiente publicó que Un policía nacional en prácticas de la Comisaría de Lorca salvó la vida de un hombre con este método. El agente en prácticas y su compañero acudieron a un aviso de reyerta que acabó convirtiéndose en un importante servicio humanitario.

El 21 de agosto de 2023, distintos medios publicaron que Cuatro agentes de la Policía Nacional salvaron la vida a un hombre herido en la ciudad alicantina de Elche tras realizarle un torniquete de urgencia y trasladarle al hospital más cercano, a causa de las heridas que presentaba en el antebrazo izquierdo. Sólo ocho días después, en Bilbao, un policía local paró la hemorragia de un chico joven apuñalado en la femoral. Uso subotiquín personal.

El año pasado empezaba de igual modo. Dos agentes,a mediados de enero, salvaron la vida a un repartidor de comida en la M-40, en Madrid. También gracias a un torniquete. Los policías vieron que acababa de sufrir un accidente de tráfico en su moto y pararon en su ayuda. En octubre de 2024, dos agentes de la Policía Local de Alcúdia (Mallorca) asistieron a un hombre con una herida profunda en el brazo debido a una pelea. Una vez más, el torniquete fue la herramienta que evitó una desgracia.