"La respuesta es sí". Pedro Sánchez no dejó medias tintas. España hará el "esfuerzo" de llegar a un gasto en Defensa del 2% del PIB antes de la fecha comprometida, antes de 2029. La decisión está tomada y la anunció el presidente del Gobierno en su comparecencia en Bruselas este jueves sobre las 23 horas, al término del Consejo Europeo. Una cumbre histórica en la que los Veintisiete acordaron multiplicar el gasto en seguridad y defensa para rearmar Europa frente a la "amenaza existencial" que representa Rusia y también frente al abrupto giro que Donald Trump está forzando sobre Ucrania.

Precisamente ese "contexto" es el que explica el giro de España, que ya venía preparando el Gobierno semanas atrás y que confirmó Sánchez. Si la Comisión, dijo, ha planteado nuevas herramientas para rearmar la Unión, medidas que ratificó este jueves el Consejo Europeo extraordinario, entonces cada Gobierno deberá hacer lo propio.

Así, si los Veintisiete han acordado iniciativas como flexibilizar las reglas fiscales para que, entre todos los europeos, se haga el "esfuerzo" de llegar a ese 2% del PIB y, por tanto, "invertir más" y, sobre todo, "invertir mejor" —hacer un "diagnóstico común de cuáles son las capacidades que necesita Europa, y no cada país, para "hacer frente a las amenazas" por delante—, entonces "es evidente que todos" los países tienen que "hacer un esfuerzo". "Un esfuerzo anticipado respecto a lo que nos habíamos marcado antes, que era el año 2029. Por tanto, la respuesta es sí", solemnizó el presidente a preguntas de los periodistas, añadiendo que eso es de lo que informará a todos los grupos parlamentarios, salvo Vox, con los que se reunirá el próximo jueves, 13 de marzo.

Entre los líderes citados estará Alberto Núñez Feijóo, el jefe del PP. El presidente apeló a la voluntad y a la "generosidad" de todos y espera una respuesta positiva. Que se anteponga la "lealtad" al proyecto europeo y al papel que ha de jugar España. Da por hecho que habrá matices, que no habrá una respuesta al cien por cien, pero confía en que los grupos sepan poner énfasis en lo que les une.

Sánchez hizo una defensa de su gestión en estos siete años. Recordó que cuando él llegó a la Moncloa, en 2018, el gasto en Defensa se situaba por debajo del 1% del PIB. Desde entonces, ha crecido "una media del 10% anual". En este año, por ejemplo, se ha aumentado la retribución de la tropa de las Fuerzas Armadas, una "causa de justicia", recalcó. "Por tanto, hemos sido un Gobierno comprometido desde el principio con la apuesta por el fortalecimiento de la seguridad y la defensa en nuestro país", insistió.

Los otros dos criterios además del porcentaje sobre PIB

Los países de la OTAN acordaron en la cumbre de 2014, en Gales, el llegar al 2% del PIB en gasto militar. Un compromiso que se ratificó en la cita de Madrid de la Alianza en 2022, y en la que se fijó la meta de 2029. España, según la última métrica de la OTAN, gastó en Defensa el 1,28% de su PIB. Todavía lejos del horizonte pactado. Sánchez subrayó que hay que mirar otros números: España es el décimo contribuyente de la Alianza en términos absolutos del conjunto de 32 países. Además, ya en aquellos acuerdos de Gales se planteaban, continuó, otros dos criterios, además del 2%. Uno, la inversión en nuevas capacidades para el Ejército, que tiene que ser de un 20% del total, y nuestro país "está por encima", en el 30%.

Dos, el compromiso de los gobiernos para participar en operaciones OTAN. Las Fuerzas Armadas están "en todas, salvo en Kosovo", Estado que no reconoce. "Estamos en todos los países del Báltico, estamos en la mayoría de los países del frente oriental de la Unión Europea, salvo Hungría. Estamos en Eslovaquia, en Rumanía, en Bulgaria. Y lo estamos porque, y además es lo paradójico, estamos garantizando la seguridad, por ejemplo, aérea, en países que tienen presupuestos en Defensa superiores al 2% de su PIB. ¿Por qué? Porque consideramos que la seguridad es un bien público, en este caso europeo. O, hablando de la OTAN, un bien público de la Alianza Atlántica".

La Comisión ha propuesto varios instrumentos para facilitar ese mayor gasto en Defensa. Sánchez aplaudió, para empezar, la cláusula de escape de las reglas fiscales, que asumió que todos los gobiernos acogerán y que a España le resulta "de interés". En cambio, el Ejecutivo no quiere tirar de los fondos de cohesión, porque son "para la cohesión, para el desarrollo territorial y para el desarrollo social de nuestro país". El Gobierno también ve bien que se pongan en marcha préstamos, y España los pedirá, pero cree que no son suficientes dará la batalla en la UE para que haya también transferencias (o sea, subvenciones). No obstante, faltan aún elementos por conocer de la propuesta del Ejecutivo comunitario, dijo, pero por lo pronto es importante el compromiso del Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido por su exvicepresidenta Nadia Calviño, para hacer que el sector privado pueda involucrarse "de forma más sencilla".

El presidente reiteró durante su comparecencia ante los medios la posición de España respecto al futuro de Ucrania. Expresó el "apoyo inquebrantable" a Kiev y al presidente del país, Volodímir Zelenski. España quiere que se llegue a unas negociaciones que persigan no solo un alto el fuego —como quiere Donald Trump—, sino una "paz justa y duradera" y no ocurra lo mismo que en 2014, cuando Vladímir Putin se anexionó Crimea y los acuerdos posteriores no le pararon. Pero, en todo caso, el país sigue en guerra y todavía por eso es "prematuro" hablar del despliegue de tropas de paz. Por eso mismo España entregará a Ucrania un segundo paquete de material militar por valor de 1.000 millones de euros, como se comprometió en Kiev en la conmemoración por el tercer año desde la agresión de Moscú.

Otro principio es, para el Gobierno, que se tenga un concepto amplio de la defensa, que englobe la seguridad. Porque ni siquiera las acciones de Rusia se circunscriben al ámbito militar. También dirige ataques híbridos. Sánchez se mostró satisfecho de que las conclusiones de la cumbre incorporen que la defensa y la seguridad han de ser de 360 grados. Las amenazas, incidió, no solo vienen del frente oriental, sino también del sur de Europa, y que por tanto afectan a España.