La decisión de la Fundación bancaria La Caixa y de su principal inversor, Criteria, de regresar a Barcelona tras dar por cerrado el procés independentista que arrancó en 2017, vino precedida de contactos entre el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el presidente de la Fundación, Isidro Fainé, según ha podido saber El Independiente. Pero en contra lo que podría pensarse, y según fuentes conocedoras de esos contactos, Illa no sólo no presionó a su interlocutor, si no que ni siquiera le sugirió el regreso, algo que Fainé le comentó al término de una reunión. "No me has pedido que La Caixa vuelva a Cataluña", dijo el financiero, a lo que el socialista, fiel a su estilo, replicó que "esa es una decisión empresarial".

Lo cierto es que la conversación se produjo días después de conocerse la decisión del Banco de Sabadell de abandonar la ciduad de Alicante para devolver su sede social a Barcelona, tras la fuga masiva de empresas producida a raíz del proceso soberanista ilegal en Cataluña en 2017. Hasta ese momento se trataba del regreso más significativo desde que Illa se hizo con la riendas de la Generalitat, en agosto del año pasado, después de ser precisamente el Sabadell la primera entidad financiera que huyó de Cataluña por la enorme inseguridad jurídica provocada por la intentona independentista, rompiendo con la legalidad constitucional y estatutaria.

Fainé volvió a ponerse en contacto con Illa una vez que el Patronato y el consejo de administración de Caixa Criteria acordó el cambio de sede. Precisamente, el mismo día, el pasado miércoles, el barón autonómico recibió al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en el Palacio de la Generalitat. Cuerpo aprovechó el día para mantener distintas reuniones en el marco de Mobile World Congress.

La Generalitat se mueve con pies de plomo

El ejecutivo catalán se mueve con pies de plomo en este asunto. No quiere revelar hasta qué punto forma parte de su estrategia las conversaciones con aquellas empresas que salieron de la región, conscientes del valor político de estas decisiones para afianzar el discurso de la "normalidad" y del "regreso" de Cataluña al escenario político nacional. "Hemos vuelto. Queremos estar", dicen en el entorno de Illa. Ya no dan plantón a foros multilaterales como la Conferencia de Presidentes o el Consejo de Política Fiscal y Financiera, e Illa está presente, junto con sus homólogos autonómicos, en la festividad del 12 de octubre o en el aniversario constitucional del 6 de diciembre en el Congreso de los Diputados.

Agregan las mismas fuentes consultadas que "ninguna empresa se fue de Cataluña queriendo", por lo que en el nuevo periodo abierto bajo la presidencia del líder del PSC "hay motivos para volver", alegan. De momento, ya lo han hecho, además de Sabadell y de Criteria Caixa (las dos más potentes), Laboratorios Ordesa y Cementos Molins y otras de menor entidad, "aunque creemos que van a regresar casi todas". Naturgy, Abertis, Catalana Occidente, Grupo Planeta o Colonial también se marcharon de Cataluña y, de momento, guardan silencio, aunque ahora el foco principal está puesto sobre la que fuera la joya de la corona, el buque insignia catalán, esto es, Caixabank.

Caixabank se queda, de momento, en Valencia

El anterior presidente de esta entidad financiera,  José Ignacio Goirigolzarri, no se cansó de afirmar tanto en público como en privado, que tras la fusión de La Caixa y Bankia, en en año 2021, se había creado un ente nuevo más allá de las identidades catalana y madrileña de una y otra caja. De hecho, cuando se produjo dicha fusión, ambas ya tenían su sede social en la capital valenciana. Explicó Goirigolzarri en la presentación de los resultados de Caixabank hace un año que "siempre dijimos que estábamos en Valencia con vocación de permanencia y eso no ha cambiado. Seguimos pensando lo mismo". Respondía con estas palabras al debate abierto entonces por Junts respecto a la posibilidad de multar, de penalizar, a aquellas empresas que no volvieran a Cataluña a pesar de que habían huido, precisamente, por culpa de su jefe de filas y prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont.

La salida de Goirigolzarri de la presidencia de la entidad bancaria en octubre del año pasado para ser sustituido por Tomás Muniesa, parece, en principio, no haber cambiado las intenciones de la entidad financiera, aunque, sin duda, el paso dado para trasladar la Fundación abre una puerta para un hipotético regreso en el futuro.

Sería un doble disgusto para el presidente del ejecutivo valenciano, Carlos Mazón, tan ayuno en los últimos tiempos de alguna alegría. A la marcha del Sabadell de Alicante se uniría la de Caixabank de Valencia. El barón popular calificó de "mala noticia" la salida del Sabadell y la enmarcó en un movimiento político, en un contexto, dijo, de "debilidad y de una situación de opa que se está produciendo en este momento". "Entiendo que Sabadell, o quizá no entiendo, pero creo que es evidente, que se ha decidido hacer algún que otro gesto a quien corresponda" en alusión tanto al ejecutivo central como al catalán