El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido a los policías y guardias civiles un "calendario de movilizaciones" frente a la decisión del Gobierno de delegar las competencias de extranjería y fronteras a la Generalitat de Cataluña. El líder de la oposición se reunió este martes con sindicatos y asociaciones, que les transmitieron su "gran" preocupación por el acuerdo entre el PSOE y Junts.

Feijóo ha calificado de "política migratoria absurda" y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trata de "ganar tiempo" en Moncloa a cambio de las cesiones a los independentistas. Según fuentes presentes en la reunión consultadas por El Independiente, el líder de los populares ha adelantado que, de aprobarse, su partido acudirá a los tribunales "españoles y europeos".

El jefe del PP ha intentado subir el ánimo de los agentes en un momento "difícil", pero en el que "no cabe el derrotismo". Sánchez quiere "hundir el Estado para salvar al Gobierno", ha afirmado en el Congreso frente a una quincena de organizaciones.

El problema, cuentan personas presentes en el encuentro, es que "revertir una delegación de competencias es casi imposible". "No se ha hecho en toda la democracia". Feijóo "no ve claro" que pueda llevarse a cabo en caso de llegar a la presidencia del Gobierno. "En ese sentido no ha sido tajante", explica uno de los responsables presentes.

El ofrecimiento de colaborar en futuras movilizaciones en las calles ha sido mutuo, señalan otras fuentes consultadas por este periódico. Los sindicatos de Policía Nacional y Guardia Civil han pedido a Feijóo que les "apoye" como en el pasado. Por ahora, los agentes se concentrarán el próximo miércoles frente al Congreso de los Diputados, día de pleno en la cámara.

"Vamos todos a una", señalan fuentes policiales presentes en la reunión. Por el momento, se ha puesto en marcha una plataforma nacional similar a la que ya existe para intentar conseguir la "jubilación digna" y que se declare a ambos cuerpos de seguridad profesión de riesgo. Paralelamente, los agentes en Cataluña pondrán una en marcha para incidir en que "los problemas de seguridad afectarán a los catalanes, no a España".

Crisis en Interior

Este lunes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha hablado por primera vez sobre el acuerdo. El titular de la seguridad del país estuvo de "baja médica" desde el pasado lunes hasta el jueves. El martes se hizo público el acuerdo entre el PSOE y Junts. En un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo, ha indicado que "la Policía Nacional y la Guardia Civil seguirán haciendo las funciones que desarrollan en fronteras".

El ministro ha sido señalado estos días porque hace un año "dio la cara" por los agentes desplegados en Cataluña. Llegó a afirmar en público que las competencias "ni se transferirían ni delegarían". Esto último es lo que pretende el Gobierno para encontrarle encaje constitucional. También lo defendió en privado, en el Consejo de la Policía de enero de 2024, donde aseguró a los representantes sindicales y a los miembros de la Junta que no había nada de qué preocuparse.

La decisión de Sánchez para ganarse al líder de Junts, Carles Puigdemont, ha sentado "realmente mal" a Marlaska, aseguran fuentes conocedoras. El ministro ha visto sus competencias sobrepasadas por los acuerdos políticos, pero hasta el momento lo ha aceptado. Sin embargo, algo se torció la semana pasada con este nuevo paso. Sobre todo con unas declaraciones hace pocos meses negando lo que se pretende ahora. "Se escucharon voces y gritos" en la sede de Interior, confirma otra persona.

Sólo el núcleo más cercano del ministro sabe sus intenciones, pero hay quien asegura que "no le dejan dimitir". Tras las pasadas elecciones en junio de 2023, Marlaska pensaba que su etapa estaba amortizada y transmitió que no continuaría. Pero el líder del Ejecutivo le pidió que lo hiciese, casi como un favor personal. El ministro aguantó y se convirtió en el titular de Interior más longevo de la democracia. Ahora, tras los acuerdos con Junts, el PSOE tiene más complicado convencer a alguien que lo sustituya en un departamento tan sensible y que recibe tantas críticas.