El movimiento de ficha con el que Diana Morant amagó hace casi dos semanas no es la moción de censura que ella misma calentó y que en su equipo no acababan de ver porque era y es la bandera de Compromís y porque no tenía ni tiene números en Les Corts. El paso siguiente que prometió dar la secretaria general de los socialistas valencianos para intentar acorralar a Carlos Mazón llegó este miércoles, y es simplemente pedir nuevas elecciones autonómicas, porque la comunidad "no puede perder más tiempo", porque se necesita "justicia, verdad y futuro". Pero esa exigencia se queda en eso, porque no está en las manos del PSPV que haya o no unos nuevos comicios. La llave la tiene solo el president, y de momento él ha decidido seguir al frente de la Generalitat, pese al demoledor auto de la jueza que instruye la investigación sobre la dana del 29 de octubre, pese a que en su partido, el PP, se consolida la idea de que él no podrá ser candidato otra vez.

Morant confirió a su anuncio toda la solemnidad que pudo. Ayer martes, en los pasillos del Senado, adelantó a los periodistas que convocaría a la ejecutiva del PSPV-PSOE para este miércoles a las 18 horas. Todo apuntaba, en un primer momento, a que esta vez sí podía lanzarse hacia la moción de censura, la puerta que abrió inesperadamente el pasado 28 de febrero. Pero en su equipo confirmaron de inmediato que no sería así, que justo lo que oficializaría es el rechazo a esa alternativa, porque no conduce a ninguna salida. Lo que no hizo la cúpula autonómica fue avanzar qué decisión adoptaría. En las horas siguientes se fue generando un hype. Se hincharon las expectativas. La intriga por saber qué podía ocurrir.

Han llevado a la sociedad valenciana al límite. Queremos urnas, no relatos, la verdad en los juzgados y la política en las calles", razona la ministra

Y lo que ocurrió fue que Morant pidió la inmediata convocatoria de elecciones. La líder del PSPV adujo que son "inaceptables" las explicaciones que Mazón ha dado de lo que pasó aquel 29 de octubre, que es "intolerable" cómo ha "ignorado el clamor" de la calle, que es "insostenible" que siga al frente de la Generalitat. "No tiene ni honorabilidad ni dignidad", "no merece ocupar" el puesto "ni un día más". Frente a un PP valenciano "más preocupado" por el "relato" que por la reconstrucción y por las víctimas, los socialistas plantean que hay que "dar la voz a los ciudadanos". Atender el "clamor" popular. "Por muy robustas que sean las paredes de Les Corts", en donde PP y Vox suman mayoría absoluta, "ese clamor entrará". "Han llevado a la sociedad valenciana al límite. Queremos urnas, no relatos, la verdad en los juzgados y la política en las calles", razonó la ministra durante su intervención en abierto ante sus compañeros de dirección.

Para la jefa del PSPV, "la Justicia dirá si hubo responsabilidades penales" —y la jueza instructora, Nuria Ruiz Tobarra, parece tener claro que si las hay están exclusivamente en la Administración autonómica—, pero "son los valencianos los que deben decidir con su voto las responsabilidades políticas". "Queremos votar", clamó una y otra vez Morant. Y si llega a esta salida es porque Mazón, a quien ya había reclamado su dimisión, sigue "enrocado", porque ahora tiene a su exconsellera Salomé Pradas imputada, y porque "todo el PP valenciano y [Alberto Núñez] Feijóo están callados".

Hace menos de dos semanas, la titular de Ciencia había pedido precisamente a Feijóo que actuara, que promoviera la caída del president. Pero el líder del PP no ha movido ninguna ficha y se aferra a su posición oficial: que el futuro de Mazón está ligado a la reconstrucción. Es ese "silencio cómplice del PP y de Feijóo" lo que, a juicio de los socialistas valencianos, les obliga a dar este paso, el de exigir elecciones ya. Un paso, sin embargo, que no depende de ellos, porque solo puede adelantar los comicios el jefe del Consell. Es su potestad exclusiva.

Argumenta que la moción de censura no tiene sentido porque no hay números en Les Corts, porque generaría "frustración " y porque la obligación del PSPV es centrarse en "lo útil y lo práctico"

Morant tuvo que explicar, durante su discurso, por qué rechaza ahora la moción de censura, una alternativa que ella misma barajó como posible el 28 de febrero: "Nuestra obligación es centrarnos en lo útil y lo práctico. Presentar una moción de censura que no cuenta con los apoyos suficientes solo generaría frustración. Es perder el tiempo, y la Comunitat Valenciana necesita todo menos pérdidas de tiempo". Los números "no salen" en Les Corts porque PP (40) y Vox (13) suman 53 escaños, por los 46 de PSOE (31) y Compromís (15), pero sí pueden salir, dijo, "en las calles". La secretaria general defendió que es mejor "centrarse en lo que sí se puede", y es "votar y reconstruir, votar para reconstruir", y la reconstrucción "comienza preguntando al pueblo quién quiere que la lleve a cabo". Las urnas son "son la única salida para que los valencianos tengamos una reconstrucción real", agregó.

Los socialistas valencianos quieren fijar el mensaje de que su propuesta, un adelanto electoral, distinta de la Compromís (moción de censura), es la que tiene más sentido. Comprenden, señaló, el "malestar" de la sociedad valenciana contra Mazón, pero esa indignación colectiva debe canalizarse con "medidas efectivas", con "soluciones", no con "distracciones". "A día de hoy no vamos a pasar más tiempo debatiendo iniciativas que no dan respuesta a los valencianos. Cualquier cosa que nos distraiga de este fin no está en nuestras agendas", añadió. Es decir, que a partir de ahora el PSPV concluye que la legislatura autonómica está liquidada y no hay más vueltas que darle, y por tanto no cabe enredar con planteamientos que solo conducen a la frustración: la dimisión de Mazón "ya no es una solución", y no lo es una moción de censura "para la que no hay apoyos". "La esperanza solo volverá a los valencianos si tomamos las riendas, si alzamos la voz", "es el momento de que recuperemos la palabra", rubricó.

Todas las posibilidades anteriores, en consecuencia, son imposibles ya para los socialistas: "Mazón pudo irse, el PP pudo echarlo, Feijóo pudo destituirlo, pero ninguno quiso y ya ninguno nos vale". "Hay tantos responsables como cómplices, tantas mentiras como encubrimientos. No podemos esperar más y queremos que la espera acabe", sostuvo.

Mazón pudo irse, el PP pudo echarlo, Feijóo pudo destituirlo, pero ninguno quiso y ya ninguno nos vale", dice, pero ahora los valencianos necesitan "recuperar" su voz. "Votar para reconstruir", insiste

Morant advirtió de que cada segundo que pasa sin que el PP actúe es un "segundo perdido en la reconstrucción". Y es realmente el partido de Feijóo el único que podría cambiar el tablero de juego. No puede echarle de su cargo, pero sí descabalgarle como líder del PP valenciano, una opción que por ahora Génova no quiere activar porque sería agravar la crisis. La ministra avisó de que no servirá de nada a los populares su operación para salvar al president, porque los valencianos tienen "memoria, dignidad y coraje" y ya "lo gritan en las calles", las que han visto pasar cinco manifestaciones en estos cuatro meses transcurridos desde la dana en las que se ha coreado "Mazón, dimisión". "Vox, PP y Feijóo no quieren mover ficha para echar a Mazón, están intentando ganar tiempo, pero el tiempo no es suyo, le pertenece a los valencianos. Y el pueblo valenciano no puede perder más tiempo y quiere tomar una decisión". Para la baronesa socialista, y esto lo remarcó pasando al valenciano, hace falta "construir un futuro de ilusión" y una Generalitat que "encarne la dignidad y la justicia" y deje de ser el "escondite" del jefe del Consell.

La ministra lanzó otro mensaje más: para abrir esta "nueva etapa" es preciso "saber la verdad". Las comisiones de investigaciones abiertas en Les Corts y en el Senado —una presidida por Vox y la otra por el PP— "no van a ser tomadas en serio". La que cree que puede arrojar luz es la que este jueves aprobará constituir el pleno del Congreso, con el apoyo del PSOE y del bloque de investidura, es la que puede "analizar los hechos con transparencia y conocer la verdad". "No vamos a parar hasta saber la verdad. Cada tique, cada factura y a cada responsable rindiendo cuentas en los tribunales y en las instituciones", dijo, en una referencia implícita a la factura que la Generalitat aún no ha dado de la comida que Mazón mantuvo el día de la riada en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana, y que se prolongó, teóricamente, hasta cerca de las 18 horas. "Ese clamor atronador será llevado al Congreso y nos tendrá que escuchar. No hay ni Vox ni Feijóo que pueda protegerles".

Subraya que es preciso conocer la "verdad" de lo que ocurrió el día de la dana, y eso será posible, añade, en la comisión de investigación del Congreso

"Valencianos, queremos justicia, verdad, futuro y por eso necesitamos votar". Era el cierre de Morant. La respuesta de la secretaria general del PSPV al durísimo auto de la jueza. "Volem votar [Queremos votar]", reza la nueva cartelería del partido, la que estaba en las paredes, en el atril. Un llamamiento, no obstante, que se ahoga en sí mismo porque quien decide solo es Mazón.