Quince meses después de su última reunión, en diciembre de 2023, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se ha visto las caras en Moncloa para hablar de la situación en Ucrania y el presupuesto de Defensa, y, a tenor de la versión del líder del PP, ha sido bastante improductiva. La primera impresión que lanzó Génova tras una cita de alrededor de media hora se resume en la siguiente frase: "Salimos igual que entramos". Y luego Feijóo ha corroborado esta afirmación durante una rueda de prensa.

"Breve reunión", ha dicho nada más arrancar su comparecencia en la sala de prensa del Congreso de los Diputados. Entiende el líder del PP que es, precisamente, en la Cámara Baja, donde "se debiera haber iniciado el camino y continuarlo", desde que se produjo la invasión de Ucrania por parte de Rusia hace tres años. y, también, que debiera comparecer Sánchez ante sus señorías "antes del Consejo Europeo del 21 de marzo para saber qué va a trasladar en Europa", en nombre de España. Ha añadido Feijóo que "estamos hablando de cuestiones importantes, de miles de millones de euros de incremento de gasto, de defensa, de seguridad y de soberanía. Y es en el Congreso donde los Grupos se deben pronunciar, tanto aquellos a los que no quiere escuchar como a los que no quieren pronunciarse". En definitiva, "los compromisos deberán estar avalados por los representantes de la soberanía nacional".

"Está dispuesto a gobernar prescindiendo de las Cortes Generales", dice Feijóo

A pesar de su petición, el líder del PP dice albergar la sospecha de que el jefe del Ejecutivo no tiene intención de someter a autorización del Parlamento ninguna de las decisiones que tome en esta materia. "Está dispuesto a gobernar prescindiendo de las Cortes Generales", ha señalado ante la afirmación de Sánchez de que "aquello que pueda hacerlo el gobierno, lo hará". Pero el primer partido de la oposición considera cree imposible incrementar el gasto en la cuantía en que se pretende para dar respuesta a los compromisos internacionales sin el concurso del Congreso. "Lo contrario -ha afirmado- conduce a una autocracia". Consciente de las dificultades de Sánchez con sus socios en políticas de Estado, el PP "está dispuesto a dialogar y negociar, siempre que tanto el fondo como la forma sean serios y limpios y no lo es ni en el fondo ni en la forma". En todo caso, ha aclarado que su interlocutor no le ha pedido ninguna clase de apoyo.

Además, Feijóo asegura haber salido de la reunión con las mismas incógnitas con las que llegó respecto a que cuantía del presupuesto quiere dedicar Sánchez para Defensa y seguridad, cómo lo va a financiar y si se plantea en el futuro el envío de tropas de paz. A tenor de su versión, "no me ha dicho cuánto quiere gastar, ni cómo pretende pagarlo, ni como afrontará este desafío y si tiene un plan, que no lo tiene", alertando, en este sentido, que cualquier compromiso afectará también a los gobiernos venideros puesto que consolida un gasto.

"No le vamos a firmar un cheque en blanco o ser muletas del Gobierno"

En lo que a él le concierne "no le vamos a firmar un cheque en blanco o ser muletas del Gobierno. Cuando quiera tomárselo en serio, aquí nos tiene. No ha dado ni información ni garantía de nada y así es imposible". Y tras quejarse de que se ha pretendido "despachar al primer partido de España con un café", ha insistido en la idea de que "no se puede tomar en serio un plan que no existe ni ser partícipe con quien debilita nuestra seguridad", en buena medida, por las divisiones en el seno del Gobierno

Sánchez inaugura con Feijóo una ronda exprés con el conjunto de los Grupos Parlamentarios, salvo Vox. Media hora para cada uno en un intento por evitar cualquier trato preferente hacia el líder del único partido que puede salvarle una votación parlamentaria si llevase a la Cámara Alta la ayuda militar a Ucrania o el envío de tropas de paz en un escenario de fin de la guerra. Porque el grueso de sus socios, con Movimiento Sumar a la cabeza, han expresado sus reservas, cuando no su negativa rotunda, a destinar más fondos a Defensa para hacer frente a las necesidades de seguridad de Europa. ERC, Podemos y Bildu se han mostrado también en contra