Ya parecía claro que los socialistas valencianos se encaminaban inexcusablemente a una moción de censura contra Carlos Mazón. Su secretaria general había abierto esa puerta, de forma sorpresiva, el pasado 28 de febrero. Pero en realidad esa opción nunca convenció del todo en el partido. Nunca se vio clara, porque encerraba más peligros y contraindicaciones que oportunidades. Así que este miércoles ella misma, Diana Morant, la cerró. Radicalmente. Ofreció la "única salida" que cree posible: la petición de un adelanto electoral. Algo que solo está en manos del propio president. A costa de pinchar el globo y chafar expectativas, a costa de irritar a sus socios de Compromís, con quienes el PSPV gobernó ocho años la Generalitat, el partido quiso abrir su "propio camino". Su propia vía, también con un fin no explicitado, como explican los suyos: encender ya la maquinaria electoral, preparar una organización aún traumatizada por la pérdida del poder, tensionarla para cuando llegue el momento, buscar un mayor foco para su líder, la ministra de Ciencia.
La dirección del PSPV subraya que, desde que llegó la dana que lo arrasó todo, el pasado 29 de octubre, ha intentado conducir una "oposición responsable". En los días que siguieron a la riada que se llevó la vida de 225 personas —y que dejó otros tres desaparecidos—, el partido y el Gobierno central eludieron entrar al choque. Pero la tregua acabó el 15 de noviembre. Morant demandó al PP que propiciara la caída de Mazón: le prestaba sus votos en Les Corts para que juntos, sin Vox, eligiesen un Consell técnico que pilotara la reconstrucción para, una vez encarrilada, convocar elecciones autonómicas a lo largo de 2025. Los socialistas interpelaron a los conservadores, a su jefe de filas, a Alberto Núñez Feijóo, pero no hubo respuesta.
La secretaria general prometió "mover ficha" si Feijóo no lo hacía, y no descartó una moción de censura. Fue el 28 de febrero. Días después, el 10 de marzo, llegó el auto demoledor de la jueza instructora de la dana
La investigación judicial por la responsabilidad penal de la dana arrancó a primeros de año. Recayó en la magistrada titular del juzgado número 3 de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra. Auto a auto, se fue desmoronando como un castillo de naipes el relato construido por la Generalitat, basado en la acusación de falta de información a los organismos que dependen del Ministerio para la Transición Ecológica que entonces dirigía Teresa Ribera: la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar. El 28 de febrero, Morant presentó el plan de trabajo de su partido para la comisión de investigación abierta en Les Corts. "Si Feijóo no mueve ficha en las próximas horas, el PSPV lo hará". Los periodistas le preguntaron entonces si descartaba una moción de censura contra el president. Ella no lo hizo. En los días siguientes, intentó recoger algo de cable, advirtiendo de que la decisión no estaba tomada.
El pasado lunes, la jueza dictó un auto demoledor contra Mazón. Dinamitaba de arriba abajo su versión de lo que ocurrió el día de la dana. Hablaba de la "inactividad patente de la Administración autonómica", de que no solo no faltó información, sino que "la había sobrada, y por innumerables medios, en tiempo real"; de que el Cecopi se convocó "con una gran demora", de que el mensaje masivo se envió a la población, a las 20.11, fue "tardío y erróneo". La magistrada imputó a Salomé Pradas, la consellera de Justicia e Interior que Mazón destituyó, y ofreció al president la posibilidad de declarar voluntariamente como testigo, algo que él rechazó.
La resolución de la instructora motivó el siguiente paso del PSPV. Morant avanzó a los periodistas el martes en el Senado que había convocado a su dirección para el día siguiente. ¿Para la moción? La dirección enseguida confirmó que no. Que no tenía sentido, que no era un instrumento "útil". Entonces, ¿para qué? "Ya lo veréis", decían desde el núcleo duro de la ministra. La bola de nieve se fue engordando durante 24 horas. Sobre el papel, eso sí, no había muchas opciones.
Compromís sigue empujando para que haya moción de censura y lamenta que el PSPV no esté "a la altura" de lo que exigen los valencianos
Mientras, Compromís mostraba su extrañeza, su malestar. Lo verbalizaba en el Congreso su portavoz, Águeda Micó. "Desde hace tiempo", apuntó, en el partido no entienden la posición de los socialistas valencianos, porque no "están a la altura" de lo que exige la sociedad valenciana, que demanda una "alternativa digna" a la actual Generalitat y "tener voz para elegir a sus dirigentes". Micó emplazó al PSOE a que le preste la firma de cinco diputados para poder presentar la moción, porque el reglamento de Les Corts exige que la respalden 20 parlamentarios, y ellos tienen 15.
Mazón "enrocado", el PP y Feijóo "callados"
Poco después de las 18 horas, Morant intervino ante sus compañeros de dirección. Un discurso emitido en abierto, ante un atril rotulado con un "Volem votar [queremos votar]" que lo decía todo. Exigió la convocatoria de elecciones anticipadas. Una atribución que es exclusiva del president de la Generalitat. Adujo que es necesario atender al "clamor" popular, porque Mazón está "enrocado", porque Pradas ahora está imputada, porque el PP valenciano y Feijóo están "callados". Una moción de censura generaría "frustración", añadió, porque "no salen los números". PP (40) y Vox (13) superan la mayoría absoluta, suman 53 escaños, por los 46 de PSOE (31) y Compromís (15).
La ejecutiva cierra filas con su Morant y su estrategia, "coordinada con Ferraz". Algunos dirigentes agradecen la "claridad" y que se despejara el "rumbo"
La dirección del PSPV arropó, ya a puerta cerrada, a Morant. Hubo dirigentes, según contaban a este diario fuentes de la cúpula, que agradecieron su "claridad", que despejara el "rumbo", que "cerrara una puerta", la de la moción de censura y fijara otro "marco", el de las elecciones. Se sintió "alivio". La duda había pesado mucho.
En el núcleo duro de la secretaria general relataban que "siempre" se vieron pegas a la fórmula de la moción de censura, la opción por la que apostó Compromís desde el principio. No solo no hay números en Les Corts, es que es una herramienta "con muchos riesgos". "Por una moción que censura que sale bien, como la de Felipe González contra Adolfo Suárez [en 1980] o la de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy [en 2018] salen muchas mal. Las mociones las carga el diablo", explicaban. Y en el caso del PSPV hay un obstáculo añadido: que no puede presentar como candidata a su líder porque no es diputada autonómica. Así que un debate en la Cámara "no la pondría ella en el foco".
Pero sobre todo el partido quería trabajar un "camino propio", distinto al de Compromís. Y esa vía es la petición del adelanto electoral, porque permite una "campaña sostenida en el tiempo". "No sirve de nada una moción kleenex. Te genera el titular un día, pero se acaba y ya no tiene más recorrido", expone uno de los principales dirigentes de la federación.
No sirve de nada una 'moción kleenex'. Te genera el titular un día, pero se acaba y ya no tiene más recorrido", advierte uno de los altos cargos del PSPV
"Mazón no convocará unas elecciones anticipadas contra él mismo y todo el mundo lo sabe. Mover ficha es presentar una moción de censura para echarlo. Para devolver la voz al pueblo valenciano", escribía Micó tras la comparecencia de Morant, y en la misma línea se pronunció en X el portavoz de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví. "Ya sabemos que convocar elecciones depende de Mazón, pero para que la moción prospere se necesita a Vox, y nosotros no queremos saber nada de ellos. Al final, estamos atados y todo depende de condicionantes externos. Es que creemos que una moción no es útil", insisten desde el núcleo de confianza de la secretaria general socialista.
"El problema es el ejército de incompetentes"
La obsesión del PSPV es, por tanto, "cambiar el marco". "Es que el problema no es Mazón solo, sino todo un ejército de incompetentes que está al frente de la Generalitat —observa otro integrante del círculo más cercano a la ministra—. Es que esto afecta a todo el PP y puede acabar llevándose por delante a Feijóo. Se trata de que los valencianos entiendan que los únicos que pueden echar a Mazón, a toda esta gente, son ellos. Ellos tienen el poder. Una moción te da el titular un día, le viene bien a Compromís, que no puede presentarla, y ya está, ahí se acaba todo". En el puente de mando de la federación recuerdan que en febrero la coalición valencianista sometió a votación un remedo de censura, una iniciativa por la que se pedía la dimisión del president, y no salió adelante por la suma de PP y Vox.
Según remarca uno de los integrantes de la dirección, "se trata de que los valencianos entiendan que los únicos que pueden echar a Mazón, a toda esta gente, son ellos, son ellos los que tienen el poder". También el auto de la magistrada es "determinante"
"Por eso mismo", sigue este último responsable, "es mejor que la gente entienda que es ella la que puede echar a Mazón. Que comprenda que no lo pueden echar ni el PSPV, ni Compromís, ni tampoco el PP valenciano o Feijóo. Somos los valencianos los que tenemos que hacerlo". Y es que aunque los socialistas han presionado al jefe del PP, este tiene un margen de actuación limitado: no puede destituirlo como president. En todo caso, puede desposeerlo de la jefatura de la formación en la Comunitat Valenciana, o decidir que no sea de nuevo candidato.
En la dirección del PSPV defienden que han hablado con las víctimas de la dana y ellas piden eso, que no siga el PP al frente del Consell, y "que se vote". Se suma otro argumento: el auto de la jueza instructora, "determinante", porque refleja la "incompetencia de un partido y de un Govern", que están "inhabilitados" para continuar encabezando la Generalitat. "Y en cambio la vicepresidenta valenciana, Susana Camarero, sigue hablando de que hubo apagón informativo. Es que hay que votar y cambiar a este Gobierno, porque la sensación que hay también es que la mayoría parlamentaria no es la que está en la calle. Ha cambiado la realidad social, de ahí que apostemos por elecciones", remacha un alto mando de la cúpula.
La estrategia de Morant ha sido no solo cocinada con su equipo en los últimos días, sino "coordinada con Ferraz", como confirman desde la dirección autonómica. Es más, se espera que este jueves, con la ministra de nuevo en Madrid, haya un nuevo anuncio que dé continuidad a la decisión de la ejecutiva.
Abrir la vía de las elecciones tiene además otro efecto que estiman benéfico para el partido, y es que ayudará a "tensionarlo", a activar la maquinaria electoral, a ponerlo en marcha para que esté preparado en cuanto se convoquen elecciones, sea ahora o más adelante.
El PSPV pretende aprovechar el "movimiento" para "consolidar" el liderazgo de la ministra Morant, que tenga contacto con los militantes y los ciudadanos, "cambiar el marco de Compromís" y salir de la "dinámica endogámica de los congresos"
"No se trata solo de una petición de elecciones. Va más allá. Es un movimiento. Vamos a armar el partido. Prepararnos. Salir en medios, a la calle. Se trata también de que nuestra secretaria general y candidata, Diana, se pasee por el territorio, que tenga contacto con los militantes y con los ciudadanos. Tener una excusa para hacer cosas. Se trata de una estrategia para consolidar nuestro liderazgo. Con ello conseguimos cambiar el marco de Compromís y también salir de la dinámica endogámica de los congresos del partido", razonan desde el aparato. Y es que el PSPV ya celebró su cónclave autonómico en febrero y sus primarias provinciales, pero quedan por celebrar los congresos en Valencia, Castellón y Alicante, y las asambleas comarcales y locales. El proceso de renovación no concluirá hasta junio, pero el partido podrá solapar su calendario interno con una mayor exposición de Morant por toda la Comunitat Valenciana.
De modo que la valoración en el estado mayor del PSPV del paso solemnizado por la secretaria general es positiva, porque se ha "pinchado el globo" de la moción de censura y ella ha sido "la primera en exigir elecciones". Y además permitirá hacer "campaña en el territorio". Con más foco para Morant, pero también con iniciativas en los ayuntamientos y una "batería de acciones que continuará en el tiempo". "Tenemos que generar algo que vaya más allá de Mazón", resume un alto cargo de la dirección. "Los valencianos tienen que saber que tienen disponible una alternativa viable y preparada. No hacer nada tampoco era posible", confiesa otra responsable, que reconoce la "frustración" por no poder hacer más para relevar al president.
El partido tiene prevista una "batería de acciones que continuará en el tiempo". La cúpula admite que quizá pudo alimentar la idea de la moción, también tal vez arrastrados por "los medios y Compromís"
Morant, por tanto, sale en cierta medida de la trampa que ella misma se tendió. De su declaración favorable a la moción. "Una alternativa que, es verdad, habíamos alimentado, a la que tal vez nos llevaron los medios y Compromís —admiten en el núcleo duro—. Pero ahora tenemos nuestro propio camino. Lo de este miércoles no ha sido solo una declaración política de la secretaria general. Ha sido mucho más".
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