Todavía el Gobierno no tiene una hoja de ruta para alcanzar un gasto militar de un 2% sobre PIB antes de 2029. No están claros los ritmos y el calendario porque aún, advierte, no puede haberlos. Porque falta que se aterrice el acuerdo de rearme dentro de la Unión Europea, y sobre todo porque no habrá conclusiones claras hasta la próxima cumbre de la OTAN, la que se celebrará en junio en La Haya.

No hay números, por tanto, ni los habrá en la comparecencia programada para el 26 de marzo en el Congreso. Lo anticipó el jefe del Ejecutivo en su rueda de prensa de balance de la ronda con los grupos parlamentarios de este jueves, que arrancó a las diez con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Pedro Sánchez salió satisfecho de su conversación con los partidos y se reafirmó en que llevará adelante su compromiso de llegar antes de la fecha prevista al 2% de gasto en Defensa, sin que se recorten "ni un céntimo" las partidas sociales. ¿Cómo? La oposición le pide que lo lleve a la Cámara baja. Pero el presidente no tiene esos planes. "Para lo sustancial" cree disponer de los apoyos suficientes en el Congreso. Es decir, "todas aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento pasarán por el Parlamento", como el envío de tropas, pero aquellas cuestiones que tengan que ver con "la gestión del Gobierno de España", entonces "tendrán que ser aceleradas y gestionadas por el Gobierno de España".

Respecto al ritmo, Sánchez, durante su comparecencia en la Moncloa, explicó que para saber el calendario de cumplimiento primero tiene que afianzarse la cifra de lo comprometido y lo ejecutado en 2024. Recordó que, según la métrica de la OTAN, la cifra es del 1,28%, pero no está cerrada. "Tenemos que saber exactamente cuál es la cifra del año 2024, que todavía no se sabe. Sabemos y tenemos que conocerla para saber exactamente el esfuerzo que va a implicar al conjunto de la sociedad española llegar a ese 2%", explicó. Lo que ahora mismo está haciendo Hacienda, como confirman fuentes del Ejecutivo, es localizar en los Presupuestos qué partidas se pueden computar como gasto en Defensa —más allá de las salidas del propio ministerio que dirige Margarita Robles— que pueda convalidar la OTAN. De hecho, el presidente trasladó a los grupos, según manifestaron en privado varios de ellos, que el gasto militar en 2024 fue superior al 1,28% que recogió la Alianza en su informe del pasado verano.

Las cifras ya pulidas se conocerán, dijo, de cara a la próxima cumbre de la OTAN, la que acogerá La Haya en junio. "Ahí es donde se va a sustanciar también cuál va a ser el grado de compromiso y de cumplimiento de ese 2%. Creo que es importante que la ciudadanía sepa que el Gobierno va a anticipar ese cumplimiento del 2%, pero estamos todavía pendientes de una serie de datos y de criterios, además de un acuerdo que tenemos que alcanzar con el resto de aliados. El compromiso está ahí, político", señaló. Sánchez confirmó que no anticipará las fechas en la comparecencia en el Congreso del 26 de marzo, en la que informará de las conclusiones del Consejo Europeo de la próxima semana. "Pero, por supuesto, cuando sea, informaré a la opinión pública española e informaré también a las Cortes Generales y a los representantes de los ciudadanos en nuestro país. Faltaría más", garantizó.

A juicio del presidente, lo relevante no es tanto el porcentaje, porque no deja de ser "un cociente: gasto en Defensa dividido por el PIB". ¿Y qué ha ocurrido? Que España ha visto crecer su economía "como en ningún otro país europeo", un 3,2% en 2024 y un 2,7% para 2025, según la previsión del Banco de España. "Hablamos de un cociente, no de la falta de compromiso del Gobierno en seguridad y defensa", subrayó. Sánchez reiteró que cuando él llegó a la Moncloa el gasto que le dejó Mariano Rajoy —el que firmó el compromiso de llegar al 2% en la cumbre de Gales de 2014— era menos del 1% del PIB, y en siete años el presupuesto en Defensa ha subido en "más de 10.000 millones de euros". En Gales, añadió, había otros dos compromisos contraídos: invertir al menos un 20% del gasto total en Defensa en nuevas capacidades para las Fuerzas Armadas, y España ya supera el 30%, y la participación de las tropas en las misiones OTAN, y nuestro país está en todas, menos en Kosovo. Es decir, que Madrid cumple "con nota". Además, España es el décimo contribuyente a la Alianza Atlántica, de un total de 32 países.

"Invertir a escala europea"

"Llegaremos al 2% [...], pero lo importante es invertir bien, invertir en las capacidades e invertir en suelo europeo, invertir en industria europea, invertir en tecnología europea, invertir a escala europea. No los españoles por un lado, los franceses por otro y los italianos por otro. Todos juntos, porque así es como se gana escala", explicó.

Los grupos, a lo largo de la jornada, fueron reclamando al presidente que no esquive el control del Parlamento. Que sean las Cortes quienes den el visto bueno a una mayor inversión. No hacerlo es un camino "peligroso" que conduce a la "autocracia", llegó a verbalizar Feijóo. Sánchez no fue contundente en su respuesta a los periodistas. Menos, desde luego, de lo que trasladó al portavoz del BNG, Néstor Rego, al que le reconoció que "probablemente" no se someterá a votación el aumento del gasto.

"Todas aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento pasarán por el Parlamento, y otras cosas que tengan más que ver con la gestión del Gobierno de España tendrán que ser aceleradas y gestionadas por el Gobierno de España. No hay mucho más debate en esta cuestión", dijo durante la rueda de prensa, al término de la ronda. "Insisto, hay cuestiones que tienen que ver con la acción legislativa y otras con el grado de ejecución del poder ejecutivo. Y esto es lo que está trabajando el Gobierno".

¿Qué puede llevar al Congreso? Sánchez no especificó, pero se revolvió contra la acusación de "autocracia" que vertió Feijóo contra él. Recordó que "hubo otros gobiernos" —o sea, el de José María Aznar— que "metieron en guerras ilegales e injustas a España sin pasar por el Parlamento", y que fue el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero el que, a través de la Ley de Defensa Nacional de 2005, "obligó al Gobierno a pasar por el Parlamento para, por ejemplo, decidir el envío y la presencia de tropas en distintos territorios en conflicto o en misiones de paz". La posibilidad de que se conforme una misión de paz o una coalición de voluntarios para garantizar la paz en Ucrania está sobre la mesa, pero España aún no se ha pronunciado porque el Gobierno considera "prematuro" pensar en ese escenario, ya que la guerra no ha parado.

"Para lo que tenga yo que sustanciar en el poder legislativo, contaré con apoyos", aseguró. Y para lo que salga directamente del Consejo de Ministros, remarcó que cuenta con el respaldo de su socio de coalición, de Sumar. Aval que agradeció porque cree que ha dejado claras dos cosas: que respeta los compromisos que tiene España con Europa y que el compromiso del Gobierno es "seguir con la agenda social" y que no habrá "ningún ajuste a la baja" en las políticas sociales. En ese sentido, enfatizó que, desde 2018, al tiempo que se ha aumentado el presupuesto en Defensa en más de 10.000 millones de euros, ha crecido "en 120.000 millones" el gasto social y en más de 20.000 millones el presupuesto de transición ecológica. "El compromiso del Gobierno de España es indiscutible, firme y decisivo. Nosotros vamos a continuar invirtiendo en política social y no vamos a recortar ni un céntimo de euro en política y cohesión social". Un mensaje dirigido a su base social y, sobre todo, a los grupos de izquierdas, a sus socios de investidura que rechazan tajantemente un mayor desembolso en Defensa.

¿Se puede conseguir aumentar el gasto militar sin unos nuevos Presupuestos? ¿Se alejan unas nuevas cuentas por este aumento? Sánchez sostuvo que el Gobierno querría que hubiera nuevos PGE, que "trabaja" para que los haya y que seguirá dialogando con los grupos "en los próximos meses". "Pero no depende solamente del Gobierno", avisó.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, había criticado duramente a Feijóo por "no estar a la altura de las circunstancias", por seguir con su línea de oposición de desgaste. Sánchez prefirió no hacer sangre. La interlocución con el jefe del PP fue "correcta y cordial" y espera que la cita de este jueves sea la "primera" de "otras muchas" en el futuro. El líder de los conservadores le había acusado de no tener "un plan", de no aportarle información. "Hasta incluso podemos discrepar en la percepción —mantuvo—. Y yo me quedo con las cosas positivas que puedan surgir de todas estas reuniones".