El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este domingo en Zaragoza que si España no tiene una mayor inversión del PIB en Defensa es en gran medida al legado recibido por el Gobierno de Mariano Rajoy. Durante el 18º Congreso Regional del PSOE en Aragón, que proclamó a Pilar Alegría como nueva secretaria general y que eligió los nuevos órganos de dirección autonómicos, Sánchez señaló que su Gobierno recibió del Ejecutivo anterior una inversión en Defensa "del 0,9%": "Y ahora me dicen que por qué no invertimos el 2%, pues porque el señor Rajoy me lo dejó al 0,9%, pero que no se preocupen, que llegaremos".

Sánchez afirmó que España será solidaria con los países europeos más amenazados en su seguridad y que contribuirá a dar una respuesta conjunta de la UE, "queremos ser solidarios con aquellos países que lo fueron con nosotros durante la pandemia", señaló. Reiteró que nuestro país ha aumentado en más 10.000 millones de euros su presupuesto de seguridad y defensa y que aumentará la partida. No detalló plazos ni calendarios para aumentar estas inversiones y justificó el porcentaje que actualmente representa del PIB —el 1,28%, según la cifra estimada por la OTAN en 2024— al legado recibido por el anterior Gobierno.

Reivindicó sus políticas en defensa y el incremento de la inversión y haberlo hecho sin reducir las inversiones en políticas sociales o de transición energética. Agregó que desde que accedió al Gobierno se han incrementado en 120.000 millones las partidas en protección social y en 20.000 millones las relativas a la lucha contra la descarbonización. También afirmó que se puede aumentar la inversión en Defensa mientras se reduce el déficit público, "que este 2024 lo cerraremos por debajo del 3% y rebajado la deuda pública "acercándola cerca del 100% del PIB cuando durante la pandemia estaba al 130% del PIB".

Feijóo, "sin rumbo" y con "mala uva"

El presidente del Gobierno también reivindicó las políticas socialistas, que "no sanchistas", impulsadas por su partido, con las que "hay que decir alto y claro" que "España avanza" frente a un PP "sin rumbo" y con un líder, Alberto Núñez Feijóo, que tiene "mucha mala uva". Un liderazgo que, en su opinión, no puede ofrecer una oposición que es incapaz de romper con la ultraderecha y de pedir la dimisión al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, o a Isabel Díaz Ayuso en Madrid.

Sánchez defendió así su gestión al frente del Ejecutivo en los últimos siete años. Cargó contra el PP, del que dijo que "no tiene ideas ni tampoco proyecto", mientras que de Feijóo afirmó que "este hombre no es presidente del Gobierno porque no quiere y, también os digo, no es jefe de la oposición porque no sabe".

Le recriminó que diga que España se hunde cuando el Banco de España ha apuntado que crecerá un 2,7% o que va camino de una autocracia cuando ocupa el puesto 21 entre los países con democracia plena, según el semanario británico conservador The Economist.

"Las cosas claras y la oposición espesa", advirtió Sánchez, que se reivindicó a sí como un "liderazgo seguro" que dé certidumbre y que, según dijo, son los que se necesitan en un contexto "tan incierto" como el actual "por las políticas neoliberales de unos y la responsabilidad bélica de otro".