Manuel Marchena, magistrado del Tribunal Supremo, ha pedido "reflexionar en voz alta sobre los graves problemas que afectan a la administración de justicia" tras ser investido como doctor ‘honoris causa’ de la Universidad CEU Fernando III este lunes. junto a la presidenta de Persán, Yoldi García.

Marchena ha subrayado en su discurso que "la sociedad no puede sobrevivir sin confiar en sus jueces, los cuales estamos llamados a revolver los conflictos sociales y a hacerlo con plena sujeción al principio de legalidad. La independencia, la imparcialidad y el deber de motivación de nuestras decisiones son las garantías del ciudadano frente a cualquier tentación de arbitrariedad por parte de quienes administramos justicia".

En esta línea, ha llamado la atención sobre el peligro de "dividir a los jueces en función de frívolas etiquetas" por parte del poder político. A este respecto, ha insistido en que "en los últimos años nos hemos instalado en una profunda división que socava la convivencia democrática. Esta división afecta ya al poder judicial" y ha recordado que, en los últimos tiempos, "la producción normativa se está apartando de la fuente de legitimidad que debería definir las tareas legislativas". 

Para concluir, ha animado a todos los presentes a "esforzarnos por reencontrarnos con los valores constitucionales que han hecho posible una sociedad respetuosa con la tolerancia, con la coexistencia de visiones antagónicas que, si no se instalan en el sectarismo que aspira a eliminar al disidente, pueden servir incluso para enriquecer nuestra convivencia".

Sobre este nombramiento, ha asegurado sentirse "especialmente satisfecho y honrado" ya que "la actividad de un juez se enriquece de una forma inigualable a través del contacto con el mundo universitario. El que este reconocimiento me lo otorgue la Universidad CEU Fernando III de Sevilla, refuerza las razones para la gratitud".

Concha Yoldi y Manuel Marchena se convierten así en los dos primeros Doctores Honoris Causa de la cuarta universidad del CEU en España, que comenzó su actividad el pasado mes de septiembre y cuenta ya con una comunidad educativa de más de 400 alumnos, que se verá ampliada el próximo curso con la incorporación de la Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida -en la que se impartirán Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Psicología-.