El jefe de antiblanqueo de la UDEF de la Policía detenido por narcotráfico, Óscar Sánchez, intentó supuestamente comprar 200 millones de euros en criptomonedas. Así se desprende del sumario del caso, que se investiga en la Audiencia Nacional, y al que ha tenido acceso El Independiente.
El inspector jefe fue detenido el pasado noviembre junto a su mujer, también agente de la Policía. Él estaba destinado como jefe en la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de Madrid. Antes había pasado por la UDYCO, la unidad central antidrogas, donde los investigadores creen que tomó contacto con sus nuevos compañeros de negocios. En concreto, con Ignacio Torán, un narcotraficante al que se sitúa en la cúspide de la organización.
En casa de Óscar Sánchez se encontraron 20 millones de euros entre el techo, la pared y parte del jardín. También tenía guardado otro millón en su despacho oficial, en la Jefatura Superior de Madrid. En los registros, Asuntos Internos encontró varios monederos virtuales, por lo que sospechan que parte de los beneficios de la "ingente" cantidad de droga que permitía entrar en España están escondidos en criptomonedas.
En una segunda parte de la operación, a principios de diciembre, la Policía registró la sede de Kunga Inversiones, una empresa que se dedica a las inversiones en criptomonedas, así como la conversión de moneda tradicional en virtuales y viceversa. Los agentes interrogaron a su CEO, quien les reveló que un policía "llamado Óscar en Madrid quería comprar unos 200 millones en moneda virtual". Las entregas de dinero se iban a hacer de 10 en 10 millones de euros.
La reunión
El jefe de la empresa de criptoactivos no conocía al inspector jefe convertido en narcotraficante. Antonio Á., con el que mantenía una relación laboral, le había traído varios clientes y le dijo que "a principio del mes de noviembre" se iban a reunir con, presuntamente, Óscar Sánchez. También le presentó a "un tal Joseph" que manejaba fondos que serían del policía, y que los habría llevado a Suiza y Egipto. La reunión, que iba a ser a principios de noviembre (fecha en la que estalla la operación policial y se detiene a Sánchez) no se celebró porque Antonio Á. fue detenido, y el jefe de la UDEF "no se llegó a presentar", siempre según su versión ante la Policía
Dos semanas después de la fallida cita, el dueño de la empresa de criptos recibió una llamada del citado Joseph. Le pidió verse el pasado 25 de noviembre. En el encuentro, le dijo al CEO de Kunga que "los fondos de Euroarts hay que retirarlos y eliminar cualquier registro, porque lo solicitan los jefes del comisario Óscar". Para entonces el jefe de antiblanqueo ya estaba entre rejas.
El encuentro fue tenso. El tal Joseph le preguntó si tenía cuatro millones de euros y como le dijo que no, su actitud se volvió "amenazante", según las palabras del empresario. El tal Joseph, al que la policía identifica como José Antonio P. C., le advirtió que "la gente que estaba por encima" de Óscar Sánchez" eran "la mano derecha del segundo mando de la Policía Nacional y una teniente coronel de la Guardia Civil". Estas dos personas podrían "perjudicarles si no recuperaban el dinero". Para que la "amenaza" tuviese más credibilidad, le enseñó "un informe policial impreso que cree que era de la Unidad de Ciberdelincuencia" sobre la empresa Kunga.
"Tengo un juicio"
La Policía cree que el inspector jefe de la UDEF utilizaba testaferros y empresas para simular los ingresos que le reportaba trabajar codo con codo con los narcos. Entre otros, utilizaba licencias de VTC y premios de lotería. Una de las personas que estaba a su cargo era su cuñada Yolanda Ruiz, también detenida.
El control sobre las empresas era total, y que al frente de ellas había hombres de paja lo atestiguan algunas conversaciones intervenidas en el marco de la investigación. Por ejemplo, el pasado 31 de octubre, pocos días antes de ser detenido, su cuñada le llamó para decirle que "todavía no te he hecho las transferencias este mes". Acto seguido le señala que en pocos días tenía un juicio por el despido disciplinario de un trabajador de Lorpocar, una de las sociedades investigadas.
Yolanda Ruiz le muestra su desconocimiento total sobre el asunto y que se acababa de decir "Almudena". Esta es una trabajadora dependiente de su socio, el narco Ignacio Torán, y que se encargaba de la gestión de las empresas de manera activa. "Ya está, tú vas allí y dices 'este es el motivo' y fuera", le dijo el policía sobre el asunto judicial.
Un par de horas más tarde, Yolanda Ruiz llama a su hermana, Noelia Ruiz, mujer del jefe de la UDEF y también agente de policía. Le explica que ha hablado con su marido, que tiene que ir ella al juicio porque es "la administradora", pero que la tendrían que informar. "No tengo ni puta idea. Es que... jejeje".
"Claro, a ver, cómo está a mi nombre pues hala, todas estas cosas, sí, el notario lo ha firmado, pero claro yo voy firmo y, supuestamente, pero vamos tampoco te creas que me entero mucho de lo que firmo, Noelia", le explicó a su hermana. "La gente me habla como si, claro, pues eso, pues como si fuera yo la empresaria y supiera".
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hace 2 días
Vaya, parecía sepultado.