Hay un abanico de ejemplos en el refranero español que indican que es mejor no apresurarse y elaborar las cosas con calma. Especialmente cuando el objetivo es profundo. Bajo ese parámetro está actuando Iván Espinosa de los Monteros, que está a punto de alcanzar un año de reflexión y preparación del que es su proyecto político alternativo. Ligado a la sociedad civil y al debate, eso sí. Como viene insistiendo desde hace meses, la intención no es entrar en la competición política —aunque no le falta apoyo—, sino centrarse en influir desde fuera en un ámbito que nunca ha abandonado.

Como ya publicó El Independiente a finales de 2024, hay una masa de actuales concejales de Vox y ex representantes del partido —especialmente los que exigen una refundación a Santiago Abascal— que le apoyan y le piden que sea valiente y dé el paso para directamente crear unas nuevas siglas que abran una alternativa en la derecha: más conservadora que el PP pero más liberal que Vox. Una escisión, en definitiva, del ala más moderada del partido ya depurada. Para muchos de ellos Vox ahora es "irreconocible" y muy extremo. El propio exdiputado, a raíz de una publicación de este periódico, calificó la deriva del partido como "cada vez más triste", al haber perfiles vinculados al neonazismo dentro.

Espinosa también reconoció a principios de febrero que le han ofrecido "estructura" para dar ese paso. Incluso Alvise Pérez, con quien mantiene una buena relación, le propuso liderar Se Acabó la Fiesta (SALF) para una próxima cita electoral nacional. Sin embargo, el expolítico está en dar la alternativa desde el ámbito de las ideas y el diálogo ciudadano. Al estilo de FAES, quiere promocionar una visión conservadora y apostar por la unidad de la derecha y el entendimiento de sus máximos exponentes: PP y Vox. Todo, pese a que con sus excompañeros, al menos la cúpula, las relaciones son cada vez más tirantes y le dificulta la tarea de ejercer de intermediario. Aún así mantiene la afiliación a Vox y no piensa romper el carnet de la organización que cofundó.

Fuentes de Hazte Oír, que mantienen buen trato con Espinosa y se relacionan con la dirección nacional de Vox, acreditan que hay preocupación interna por la posible competencia que puede suponer que su exportavoz de un paso electoral. Ello justificaría en parte la dureza contra él en redes sociales por parte de toda la órbita afín al partido y algunos dirigentes. Pero oficialmente, el partido lo niega y asegura estar ya en otra cosa y centrados en su objetivo: "Ser alternativa al PP y el PSOE".

Los de Alberto Núñez Feijóo, en cambio, viven con sosiego este proceso, incluso están interesados en él y en lo que les pueda aportar Espinosa desde fuera. Génova lleva interesada desde agosto de 2023 en el exdiputado, por lo que sabe de Vox y porque su fichaje supondría un revulsivo electoral para atraer a parte del votante más moderado que ahora se alinea con Abascal. Algo que en Vox dudan que pueda suceder por la convicción de sus bases. Pese a todo, Espinosa no gusta a todos los populares por igual, sobre todo a los más centrados. El rechazo sería mutuo, dado que Espinosa rechaza cualquier acercamiento con el PSOE, a lo que esa facción moderada sigue dispuesta frente a la de Isabel Díaz Ayuso o Cayetana Álvarez de Toledo, por ejemplo.

'Atenea', como primer borrador

Hay al menos dos grandes interrogantes sobre su 'think tank' en estos momentos. El primero es qué nombre llevará la fundación. Según ha podido saber El Independiente, Espinosa ha valorado llamar a su plataforma 'Atenea', por ser la diosa de la sabiduría y el pensamiento, pero también de la guerra. Representaba fielmente los objetivos de la entidad: dialogar y generar conversaciones sociales en la derecha, pero al mismo tiempo confrontar con el progresismo y el wokismo, especialmente contra las políticas de Pedro Sánchez, sus socios y el nacionalismo e independentismo. Sin embargo, el exportavoz parlamentario de Vox ha decidido descartarlo y buscar otra denominación con más trascendencia; más comerciable.

Espinosa busca un nombre con más fuerza que 'Atenea'. Buscaba asemejar su fundación con los atributos de la diosa griega: sabiduría y guerra

La otra gran duda es de qué personalidades de calado se rodeará el exdiputado de Vox. A este diario le constan al menos dos nombres que han sido diputados de la marca a escala nacional y regional, aunque prefieren permanecer en el anonimato. Se estaría sondeando a otros expolíticos ajenos a Vox. Pero también a personalidades del ámbito económico y profesional, como fiscales o abogados del Estado. Se desconoce si Macarena Olona está siendo partícipe, aunque se apunta a que las relaciones entre ambos pueden haberse enfriado un poco recientemente.

Ella fue quien abiertamente opinó que era necesaria una tercera pata electoral para aglutinar a los conservadores que no se ven representados ni por PP ni por Vox. Aunque lo limitó a una valoración personal y sin relación al proyecto de Espinosa. Olona lo intentó sin éxito con Caminando Juntos en 2023.

En lo político, la proximidad reciente con figuras como Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos, o Esperanza Aguirre, expresidenta del PP de Madrid y de la Comunidad, despertaron las especulaciones. En el caso de la segunda hay cierta afinidad, pero Aguirre sigue vinculada al PP al menos testimonialmente, al de Ayuso, y ya colabora como patrona de la asociación de Marcos de Quinto y Juan Carlos Girauta, 'Pie en pared', muy próxima a Vox. Con todo, fuentes próximas a Espinosa pinchan la burbuja y descartan que Rivera y Aguirre vayan a contribuir en la idea. También descartan que haya habido un ofrecimiento de Espinosa a Rivera: "Coinciden en la necesidad de reformar el sistema de pensiones, pero ideológicamente están bastante alejados".

En una reciente ponencia conjunta en Sevilla, Rivera descartó su vuelta a la política, tanto en primer como en segundo plano. "Está cómodo en la empresa privada", dicen del liberal las mismas fuentes. Actualmente, el exlíder de Ciudadanos dirige el club de negocios Raheem GL y sigue vinculado a la consultoría estratégica que fundó con José Manuel Villegas, RV+.

La financiación, el problema de fondo

Las aspiraciones de Espinosa "son ambiciosas", lo que requiere de un esfuerzo económico importante para ubicación en Madrid, promoción y actividad del día a día, acreditan desde su círculo de amistades. "Necesitas recursos para alquilar un lugar para una charla, para promocionar una manifestación contra el Gobierno o cualquier cosa del estilo", apuntan desde el circulo de Espinosa. Sumado al problema menor de elegir nombre, la financiación mediante mecenazgo, patrocinio o crowfunding sería la principal complicación del ex de Vox. De ahí el aplazamiento de la puesta en escena. Primero se habló de octubre de 2024 y después del primer trimestre de 2025 que está a punto de finalizar.

La creación de una alternativa a la derecha llevará más tiempo, apoyo y dinero. Puede estar lista a finales de la primavera

Según se comenta a esta cabecera, el expolítico estaría moviéndose por círculos económicos medianos, relacionados con el IBEX pero no con grandes CEO, sino con empresarios y ejecutivos de menor grado. No obstante, estaría teniendo problemas para fidelizar apoyo económico directo o de disposición de esos perfiles para participar activamente en entidad. "Iván sigue en ello, en intentar crear una alternativa a la derecha. Pero llevará más tiempo, apoyo y dinero", aseguran las fuentes consultadas, que ven difícil aunque no descartan un anuncio a finales de primavera. Al mismo tiempo descartan que "empresarios o perfiles vinculados al IBEX vayan a poner un duro o a apoyarlo públicamente, porque sería arriesgado".

Hay quienes pese a todo siguen insistiendo en la idea de que se abordará bajo la promesa de concurrir a elecciones pese a la negativa reiterada de Espinosa. "Al final será un banco el que le dé el crédito a cambio de expectativas de escaño para asegurarse la devolución u otros intereses", porque si la finalidad es cultural, tendrá pocos avales creen. Ponen al BBVA en el centro del tablero. "Podría ser uno de los bancos dispuestos a financiarlo si se les tuerce la opa del Sabadell", indican sin certezas y sin especificar los motivos.

En mitad de esas dificultades económicas para impulsar el think tank, Espinosa sigue centrado en sus negocios inmobiliarios, en la producción de un libro y en una nueva consultora que en febrero ha creado con Beatriz Puente, una reconocida directora financiera que, entre otros, fue la encargada de la privatización de AENA. Así lo publicó El Independiente este viernes. Todo ello, sin renunciar a mantenerse activo en redes sociales, en conferencias o con alguna entrevista esporádica.

Puente es una "persona de confianza" de Espinosa, a quien conoce desde finales de los noventa, cuando coincidió en Chicago mientras cursaron un MBA de gestión y dirección de empresas. Y el perfil de Puente, para los que están inmersos en el sector económico, no pasa desapercibido. No creen que se vaya a vincular a su fundación, pero sí puede servirle de trampolín.

"Aunque ella no tiene capacidad de financiación, sí puede abrir la puerta" a Espinosa, dado que tiene "muchos contactos". Uno de ellos es el expresidente de AENA y exconsejero de Vocento, José Manuel Vargas, con quien Puente compartió actividad laboral durante al menos una década. "Quiere agitar el avispero, influir y estar presente en varios sitios", acreditan fuentes al tanto. A ambos los definen como "ejecutivos de la industria política" del PP. Por el perfil discreto de Puente, y por "el puesto cómodo" del que disfruta ahora Vargas, en el fondo Rhône Group y al frente de Maxam. Las fuentes consultadas no creen que se impliquen directamente con Espinosa, pero sí que les brinden, en el caso de pedirlo, más agenda en su búsqueda de apoyo económico.

Otro imprevisto: una denuncia ante la Fiscalía

En medio de todo este proceso para llevar a término la asociación y con los choques con su antigua formación, en una reciente entrevista en Vozpópuli, Espinosa aseguró que Vox le había abierto un expediente interno: "Pasan cosas raras. Si creen que soy su enemigo se equivocan. Me quieren fabricar una historia". En concreto, el Comité de Cumplimiento recibió una denuncia de tres concejales díscolos de Collado Villalba en 2023 por presunto tráfico de influencias al supuestamente instar a la portavoz de la localidad a recibir a un empresario con intereses urbanísticos en la zona.

Según Espinosa, el partido le instó a comparecer sin precisarle los motivos. Él se escuda en que llamó a "una de las responsables del partido y le dije que había una persona que quería explicarle las consecuencias de una votación [para el Plan General de Ordenación Urbana]. PP y PSOE ya la habían recibido y no encontraba hueco con Vox. Pedí que lo recibieran y luego que votaran lo que les diera la gana". Pese a todo, y según ha publicado OkDiario, el partido recomendó a los concejales que lo elevaran a la Fiscalía. Precisamente, esa recomendación se da porque lo acontecido sucede una vez Espinosa ya no es cargo público, solo militante. Aunque el partido colaborará en lo que se requiera desde la justicia.

También habría contactado para influir a favor [junto a PP y PSOE] de la votación, en la que Vox se abstuvo, José Luis Ruiz Bartolomé, mano derecha de Rocío Monasterio, esposa de Espinosa y ex líder de Vox Madrid. Uno de los apuntes que hace la denuncia es que habría una relación "mercantil" supuestamente entre Espinosa y el empresario dueño de una parte de los terrenos objeto de recalificación. El exdiputado, que insiste en que no hay caso, deberá afrontar en los próximos meses su defensa.