La línea que separaba el traje y corbata o el uniforme policial del oscuro mundo del narcotráfico era tan fina que fue casi imperceptible durante mucho tiempo. El abogado Mario Pestaña y el exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de Policía Nacional en Madrid, Óscar Sánchez Gil, presuntamente formaron parte de una organización criminal que se investiga en la Audiencia Nacional para determinar si se valía del conocimiento del letrado para crear estructuras opacas y blanquear el dinero proveniente de la droga. A ambos les unía una afición: la caza.

Pestaña formaba parte del consejo de administración de varias entidades y había sido jefe legal de Abengoa, multinacional española especializada en los sectores de infraestructuras, energía y agua. Su nombre ya había aparecido vinculado a una sociedad ubicada en un paraíso fiscal cuando una investigación periodística internacional (el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación) destapó los denominados Papeles de Panamá y publicó un listado de personas con tentáculos en empresas offshore.

Pero hasta el día de su detención en diciembre de 2024, Pestaña había resguardado su prestigio profesional. Es socio de un bufete de abogados en el madrileño barrio de Salamanca y tenía un despacho alquilado en otro en la misma zona. Este último bufete, que no está siendo investigado, está colaborando con la justicia, según ha podido saber este periódico. Sus amplios conocimientos en derecho mercantil lo convirtieron en el candidato perfecto para llevarle los negocios a Sánchez y a Ignacio Torán, uno de los cabecillas de la trama de narcotráfico, según parte del sumario al que ha tenido acceso este medio.

Registro del despacho

La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional no lo detuvo en la primera fase de la operación, en la que sí arrestó al agente, pero sí acudió a registrar su despacho alquilado. En el mes de diciembre, cuando tenían la seguridad de que había estado implicado, lo detuvieron. Para la Fiscalía Antidroga es inexplicable que la Audiencia Nacional lo haya dejado en libertad provisional previa fianza de 20.000 euros y, por eso, lo recurrieron sin éxtio.

En el sumario constan conversaciones entre Pestaña y la administradora de una de las empresas investigadas en las que se infiere cómo él le da instrucciones para que le lleve dinero en efectivo al desapacho: "Que te lo lleven en algún sitio que me puedas dejar a mí la mochila en mi despacho. En una mochila o una maleta o en una cartera, en fin, en algo que no sea ahí una guarrería ahí de una bolsa del Carrefour".

Fuentes cercanas a la investigación señalan que Pesataña y Sánchez compartían su pasión por la caza. Al primero, su afición lo llevaba a viajes por África y Asia en busca de trofeos en forma de cabeza de res. Al segundo, la Policía lo pilló en un coto de caza de Viñuelas (Guadalajara) sufragado por una de las empresas de la red de drogas. Incazam Gestión S.L. pagó la montería por valor de 18.000 euros.

"Que me ha llamado el presidente de Viñuelas y dice: 'Oye ¿Habéis estado aquí y habéis dejado un corzo muerto sin cabeza?'", le dijo una tercera persona al policía en una de las llamadas intervenidas. "Joder, hostia, pues tiene buena vista porque estaba en todo el medio del sembrado", respondió Sánchez.

Precisamente, el objeto social de Incazam Gestión S.L. era la "caza, captura de animales y servicio s relacionados con las mismas" y la web que ya no consta activa decía estar dedicada a la "intermediación integral entre el cazador y el animal". Al administrador único de esta empresa no le consta arma particular en las bases de datos oficiales de la Guardia Civil. En cambio, Óscar Sánchez era titular de cuatro: dos largas rayadas para caza mayor (la última licencia de expedición consta de mayo de 2024) y dos largas de ánima lisa asimilidas.

La investigación ha evidenciado, sin embargo, que esta empresa, que hacía traspasos mensuales de dinero a las cuentas de Sánchez y su mujer, se dedicaba a las licencias de VTC. De hecho, en unas de las vigilancias que realiza la Policía al inspector jefe, él conduce un Volskwagen Tiguan que es propiedad de Incazam Gestión.

Panamá

La Policía cree que la labor del abogado es clave en el entramado societario en el extranjero del inspector jefe. A través de empresas en Suecia, Polonia y Costa Rica, además de criptomonedas, el dinero de la droga viajaba, presuntamente, hasta Panamá.

En una conversación intervenida a finales del pasado septiembre, Pestaña le envío papeles oficiales sobre dos sociedades: Chevillarde y Fundapol Foundation. "Es la documentación de tus sociedades", le explicó. El siguiente mensaje que el abogado envía a Sánchez es: "El saldo que aparece en el interior de stamment es el del otro día". El policía responde: "Ok. Esta semana envían 1. Se lo retuvieron al ser grande pero ya está solucionado. Eso espero".

Tras su detención el pasado noviembre, los agentes registraron la vivienda del inspector jefe donde encontraron 20 millones de euros entre las paredes, el jardín, cajas de zapatos, altillos... Pero también su despacho oficial. Allí guardaba otro kilo, además de una máquina para envasar al vacío. Entre lo que se llevaron había una libreta en la que "constan numerosas anotaciones del entramado empresarial internacional", según la parte del sumario en poder de El Independiente.

Los investigadores describen que "la estrategia de blanqueo" estaba "coordinada por el abogado Mario Pestaña". Pero no sólo con el traspaso de dinero a compañías offshore. También a través de criptomonedas. Los agentes encontraron varios monederos digitales en el portátil del policía investigado. Ahora tratan de seguir el rastro, más complicado gracias al sistema de blockchain que utiliza este tipo de monedas.

La Policía está centrada también en la empresa Kunda Gestión, que se dedica al intercambio de dinero digital, así como su conversión a moneda fiat. En la declaración del CEO de la empresa, éste dijo que Óscar Sánchez quería comprar 200 millones de euros en criptomonedas.

En otro informe, Asuntos Internos señala que muchas de las inversiones del narco Ignacio Torán y del policía se hacía a través de criptoactivos. Y que hay "indicios de la implicación del abogado Mario Pestaña Sartorius en una operativa de lavado de dinero". En el análisis del teléfono oficial del mando de la Policía, los investigadores encontraron aplicaciones para intercambiar criptoactivos. Lo llamativo es que Sánchez no utilizaba su cuenta de correo, si no la de su sobrino, además de otras cuatro.