El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, debió desayunar fuerte en este arranque de semana dado el tono y el fondo de su intervención ante el comité ejecutivo nacional de su partido. Desde el principio ha anunciado que iba a hablar más en clave interna, poniendo en valor lo que entiende como fortalezas de su formación, pero sin dejar de aludir a Pedro Sánchez ni a Vox. "Somos un gran partido y estamos haciendo un gran trabajo por España. Siempre podemos mejorar. Ejercemos la política con normalidad. Queremos unir a la sociedad española. El divide y vencerás fracasa siempre", ha dicho al inicio de su intervención.

Y tras afirmar que "estamos más unidos que nunca y a todos los partidos les gustaría tener la misma unidad", ha arremetido contra los adversarios de un lado y otro afirmando que los populares "somos el rival a abatir por parte de todos, de izquierda a derecha, lo asumimos con orgullo. Por eso el Gobierno quiere controlar a todas las instituciones del estado y Vox nos ataca muchas veces más que el propio gobierno".

Avisos a Abascal

Ya, de paso, ha metido el dedo en el ojo al partido de Santiago Abascal al considerar que aquellos que "nos quieren dar lecciones deben dar algún ejemplo de servicio", en referencia a los pactos presupuestarios autonómicos pendientes tras el acuerdo alcanzado en Valencia. De hecho, algunas alusiones de su discurso servían igual contra el Gobierno que contra Vox, por ejemplo al afirmar que "ya está bien de faltar al respeto a los millones de españoles que nos han votado, mientras unos están con el dedito levantado, otros estamos manos a la obra, representado a más españoles que ellos. No nos equivocamos de adversario".

"Somos un partido contundentemente libre para llegar a acuerdos, porque quien viene con un chantaje o amenaza se va por donde ha venido. Tampoco queremos palmaditas en la espalda de quien puede perjudicar al PP", ha advertido en un discurso más duro que en otras ocasiones, quizá producto del fichaje del consultor político Aleix Sanmartín, que ha saltado de asesorar al PSOE a hacerlo en el PP en un recorrido con varios viajes de ida y vuelta.

Presidente "zombi"

Feijóo también ha puesto deberes a Pedro Sánchez exigiéndole llevar al Congreso de los Diputados su plan de gasto de Defensa, los PGE para este 2025 -"como es su deber constitucional"- y convoque el debate del estado de la nación para retratar su minoría parlamentaria. Es un "presidente zombi", dice el líder del PP quien reclama elecciones para que la "la mayoría social de este país recupere la voz y más pronto que tarde terminaremos votando".

"Bajo ningún concepto el plan de defensa puede anteponerse a la defensa de la democracia. Nada de lo que es de todos puede estar supeditado al interés de una persona. La decadencia de este Gobierno -ha agregado Feijóo- no puede derivar en la degradación de nuestra democracia a la medida de una ambición personal. Ningún gobierno puede hacer o deshacer a su antojo y si quiere hacer algo, se explica, se debate y se vota". Este miércoles el presidente del Gobierno comparecerá ante la Cámara para dar cuenta del último Consejo Europeo, donde no se habló de los compromisos concretos de España para afrontar el aumento del gasto en defensa, cuestión que no quiere revelar hasta la cumbre de la OTAN de junio.