La jugada completada por Joseph Oughourlian para ganar la batalla que le han planteado los accionistas críticos -con el apoyo de Moncloa- dentro de Prisa es propia de especialistas en estrategia. La aprobación en el Consejo de Administración de este martes de una ampliación de capital de 40 millones de euros y de la refinanciación de la deuda deja a Andrés Varela Entrecanales, a Adolfo Utor y a José Miguel Contreras con todo en su contra de cara a la Junta de Accionistas de junio.

El acuerdo para aplazar el pago de la deuda a 2029 incluye una cláusula mediante la que Pimco -tenedor del 95% de los derechos de los 750 millones de adeudos- acepta demorar en 3 años el cobro a cambio de que Prisa acepte el mantenimiento de Oughourlian como presidente de la compañía.

Eso aplaza cualquier operación de salida de Amber Capital del grupo, pero también obligaría a quienes quieran desbancar a Oughourlian a negociar con los acreedores, a riesgo de situar a Prisa en una situación límite, exponiéndose a consecuencias legales por el incumplimiento del contrato de refinanciación, explican fuentes internas.

Cabe subrayar que el siguiente vencimiento de deuda estaba programado para junio de 2026 y ascendía a 240 millones de euros.

Unos meses después, en diciembre de ese año, había otro por 575 millones. En junio de 2027, Prisa debería devolver otro montante de 86,9 millones de euros a sus deudores.

La condición de Pimco

El contrato de refinanciación entrará en vigor una vez Prisa ejecute un tramo de su deuda de 39,5 millones de euros que está sujeto a un tipo de interés muy elevado; y que Pimco había pedido cancelar antes de aceptar la refinanciación.

La jugada de Oughourlian en este sentido es maestra, dado que esa operación se realizará mediante una ampliación de capital -equivalente al 9,95% del capital- que se colocará de forma acelerada en tan sólo unas horas, lo que deja a los 'accionistas críticos' sin margen de maniobra.

¿Y quién comprará estas participaciones? Según detallan fuentes cercanas a Oughourlian, lo harán entidades financieras y fondos de inversión con los que el presidente de Prisa ha negociado durante las últimas semanas.

Amber no acudirá a la ampliación, pero su participación (29,7%) no se diluirá en el accionariado porque tiene previsto ejecutar los derechos sobre unos bonos convertibles en acciones que adquirió en 2024.

Por lo tanto, Oughourlian acudirá a la Junta de Accionistas con casi un 30% de las participaciones de Prisa controladas de forma directa y casi un 10% a su favor, que tendrán en su poder las entidades que apoyarán la ampliación de capital aprobada este martes en el Consejo de Administración del grupo, en el que el dueño de Amber Capital cuenta con una abrumadora mayoría de vocales a su favor.

Vivendi, sin presión

Con 4 de cada 10 acciones bajo su control, el empresario francés liberará de casi toda la presión a Vivendi y a Carlos Slim, que no tendrán que posicionarse para salvar a Oughourlian, en caso de que los accionistas críticos planteen una medida de estas características.

Esta batalla se inició hace varios meses en el seno del grupo, pero se intensificó el pasado febrero, cuando el Consejo de Administración de Prisa se negó a aprobar el proyecto de canal de TDT que impulsaban su anterior consejero delegado, Carlos Núñez; y el consejero editorial de Prisa Media, José Miguel Contreras.

Ese canal era prioritario para Moncloa dentro de su estrategia mediática, lo que situó a Oughourlian en la trinchera contraria a la de Pedro Sánchez. Está por ver si el Ejecutivo toma alguna represalia en adelante contra Prisa, aunque, de momento, se puede decir que el jefe de Amber Capital ha hecho un poco más difícil que le desalojen del trono de la compañía.