La "discrepancia histórica" entre el PSOE y su izquierda en materia de Defensa está ahí, existe, pero el presidente del Gobierno no quiere hacer sangre. La minimiza. Ya lo hizo la semana pasada, cuando el Ejecutivo se partió en dos con la moción sobre Defensa impulsada por el BNG en el Congreso, y lo hizo también este miércoles ante el pleno monográfico de la Cámara baja, en su réplica a Sumar. Pedro Sánchez eludió el choque con su socio de coalición y se quedó más con las coincidencias que con aquello que les separa, pero en todo caso no reculará: España acelerará su compromiso para llegar antes de 2029 al 2% sobre PIB de gasto militar, porque "no puede quedarse fuera del consenso europeo".

La portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, había rechazado en la tribuna la intención del presidente de aumentar la inversión en Defensa porque "España no debe aceptar que más gasto equivale a más seguridad", y tachó la OTAN de "zombi". Sánchez valoró, en su turno de réplica, que la diputada hablara de la necesidad de la paz en Ucrania y de la seguridad en Europa, que pusiera el énfasis en la política exterior común.

Cómo se invierte y hacerlo "juntos", con la UE, es "más importante" que el cuánto, conviene con Martínez Barbero, pero "hay unos compromisos asumidos y tenemos que cumplirlos", sostiene

Pero los Veintisiete necesitan "avanzar en las capacidades de disuasión", lo que no es óbice para que al tiempo se apueste por la cooperación al desarrollo, y de hecho España podrá lucir "con luz propia" este verano en Sevilla, en la cuarta conferencia internacional de Naciones Unidas sobre la financiación para el desarrollo.

Y aunque Sánchez coincide con Sumar en que cómo invertir en Defensa y hacerlo juntos, con los demás países de la UE, son elementos "más importantes" que el cuánto, "hay unos compromisos asumidos", que es alcanzar el 2% del PIB de gasto militar, "y tenemos que cumplirlos". "España no puede quedar fuera del consenso europeo", ha de ser "solidaria" con los países más expuestos y "sin olvidar toda la dimensión social del proyecto europeo". Y dado que Sumar defiende la autonomía estratégica de Europa, le subrayó que para ser "más autónomos" hace falta invertir más.

Más duro se mostró el presidente con la líder de Podemos, Ione Belarra, que le volvió a llamar "señor de la guerra" y enhebró un discurso muy beligerante contra el Gobierno por el incremento del gasto militar. Sánchez recordó que con los morados en el Ejecutivo se aumentó el presupuesto en Defensa. "Con usted en el Gobierno, de ministra de Derechos Sociales". Le negó que apueste ahora por más gasto por intereses personales. "Es como si dijera que usted no decía nada del presupuesto en Defensa porque quería seguir siendo ministra del Gobierno de España, y nunca lo diré", le lanzó, reprochándole que copiara los argumentos de Santiago Abascal, que había asegurado hace tiempo que lo que perseguía era ser secretario general de la OTAN.

El jefe del Ejecutivo recuerda a Belarra que con Podemos en el Gobierno el gasto militar también aumentó: "Con usted como ministra"

Pero, obviamente, la mayor catarata de críticas la vertió contra Alberto Núñez Feijóo. Sánchez afeó al líder del PP que "no arrime el hombro", tampoco en este tema. A su juicio, lo que hizo en tribuna fue demostrar que no tiene una oposición de Estado, que trajo a la Cámara un "espectáculo de variedades y de prestidigitación", sin llevar ninguna propuesta en materia de Defensa.

"El pensamiento político de Feijóo es como el espacio sideral. Oscuro y vacío. El único asunto sustantivo que nos ha traído en materia de seguridad es el tema del 2%. Tampoco nos ha quedado claro el porqué de su agravio", porque ese fue un "compromiso de país" que adquirió Mariano Rajoy en la cumbre de la OTAN de Gales de 2014 y que incumplió sistemáticamente, porque en aquella cita se fijó un horizonte de 10 años, hasta 2024, y en 2018, cuando el PP salió del Ejecutivo, dejó el gasto militar en un 0,9%. Recordó que el expresidente no llevó al Congreso ese compromiso contraído en Gales —Feijóo le replicó diciendo que aquel Gobierno aprobó todos sus Presupuestos, que contenían la correspondiente partida de Defensa—, como tampoco José María Aznar sometió a votación obligatoria en la Cámara la implicación de España en la guerra de Irak.

Sánchez recrimina a Feijóo que lleve al Congreso un "espectáculo de variedades y de prestidigitación". "Su pensamiento político es como el espacio sideral. Oscuro y vacío", ironiza

Se quejó el jefe del Ejecutivo de que el PP protestara por que el aumento del gasto no pase por el Parlamento cuando no dijo nada en los últimos años. Y si ahora lo hace es por su práctica de oposición "destructiva", le recriminó, para pedirle que deje de degradar las instituciones y esté a la altura del momento que viven España y Europa en vez de pedir repetidamente elecciones anticipadas.

"Usted está a las órdenes de Abascal"

Fue en la réplica a Feijóo cuando Sánchez volvió a reconocer su "discrepancia histórica" en Defensa con Sumar, pero eso no impedirá el "entendimiento" con otras fuerzas progresistas, "faltaría más". Y si el PP se ve "absolutamente aislado" es porque solo puede tender pactos con la ultraderecha. "No estoy a sus órdenes", le había dicho antes Feijóo. "No está a mis órdenes, es evidente, menos mal por mi parte, usted está a las órdenes de Abascal". Y eso lo evidencia, apuntó, el pacto presupuestario alcanzado por el president valenciano, Carlos Mazón, y Vox.

Si quiere ser creíble, señor Feijóo, rompa con la ultraderecha, no claudique, como con el infame Pacto del Ventorro" en Valencia, le espeta el líder socialista

Al final, el PP siempre elige colaborar, dijo, "con los amigos de los tecno-oligarcas, los del brazo en alto, los amigos de los aranceles, de la censura y la violencia". "Si quiere ser creíble, señor Feijóo, rompa con la ultraderecha, no claudique, como con el infame Pacto del Ventorro", que ha animado a copiar a sus barones del PP en el resto de España. También Sánchez le reprochó que el presidente de los conservadores definiera como "apartheid" que excluyera de la ronda de reuniones en la Moncloa a Vox, "como si Abascal fuera [Nelson] Mandela" y Feijóo "un mediador buscando un Premio Nobel de la Paz". La "debilidad" del jefe del PP radica en su dependencia de Vox y en que no es capaz de "cesar" a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por su "corrupción", y a Mazón por su "negligencia".

A Abascal también se dirigió Sánchez, en su caso par llamarle "maestro de marionetas", por haber conseguido arrastrar al PP hacia Vox, marcándole su estrategia con el pacto valenciano, "una muy mala noticia para Europa y para España".

Pero en su turno de réplica a Feijóo, y también en su respuesta en la sesión de control, el presidente dejó otro mensaje importante. Sobre los Presupuestos Generales del Estado. Por primera vez, apuntó claramente a los de 2026, visto que los de este año son ya prácticamente imposibles. "Nosotros somos los primeros que queremos actualizarlos, por eso estamos trabajando y negociando y, si nos da tiempo, lo haremos, si no nos pondremos a negociar los de 2026". Lo decía porque el líder del PP no dejó de lanzarle a la cara que el Gobierno no aprueba nuevas cuentas públicas, y le emplazó a no marcharse del Congreso "sin aclarar si va a aprobar los Presupuestos".