El camino del coronel de la Guardia Civil José María Tienda durante los últimos años antes de quitarse el uniforme ha estado ligado irremediablemente a los tribunales. Pero no porque un juez lo llamara o lo citara a declarar como testigo en ninguna investigación, sino porque él acudió a la Justicia para denunciar la actuación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que decidió cesarlo al vincularlo a un caso de corrupción --'el caso Cuarteles'-- en el que nunca se ha visto implicado. Tienda, que ha estado dos años cobrando sin trabajar por la incapacidad de Interior de recolocarlo, reconoce que en todo este tiempo no ha recibido ni una llamada de la Dirección del Instituto Armado para darle explicaciones.

Desde finales de 2012 y hasta marzo de 2023, José María Tienda había sido el coronel jefe de Santa Cruz de Tenerife. En ese periodo, dos investigaciones del Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil irrumpieron en la actualidad informativa. En el sumario del 'caso Mediador' apareció el nombre del general Francisco Espinosa Navas, que llegó a estar en prisión provisional, y en el del 'caso Cuarteles', el del teniente general Pedro Vázquez Jarava quien está a punto de sentarse en el banquillo.

En algunas de las conversaciones de estas pesquisas aparecía Tienda como interlocutor, al igual que algunos otros altos mandos de la Benemérita, pero el 'número dos' de Marlaska, Rafael Pérez, acordó únicamente el cese fulminante de este coronel por "pérdida de confianza", lo que provocó que la sobra de la sospecha sobrevolara la cabeza del guardia. Bajo el foco había obras irregulares y contratos amañados por toda España para favorecer a un empresario canario. Una de las comandancias bajo investigación era, precisamente, la de Tenerife. Tienda, sin embargo, nunca ha sido imputado. Tampoco llamado a declarar como testigo en ninguna de las dos investigaciones por parte del juez. Nada.

El 8 de marzo de 2023 el secretario de Estado de Seguridad, junto a la directora General de la Guardia Civil entonces María Gámez acordaron relevarlo del puesto y durante dos años ha permanecido literalmente en su casa. A pesar de que ha pedido ocupar hasta en tres ocasiones un puesto en la Plana Mayor de la Zona de Canarias, según confirma él mismo, nunca le dieron un despacho. Así que, como no estaba suspendido de empleo y sueldo, ha seguido cobrando un salario de unos 2.600 euros mensuales (neto) sin tener que cumplir ninguna labor.

Esta actitud de Interior contrasta con la que ha tenido en otros casos de corrupción en los que se han visto salpicados otros guardias civiles. Por ejemplo, el del que fuera jefe de la Unidad de Élite contra el Narcotráfico (OCON-Sur) David Oliva que está investigado por un presunto delito de revelación de secretos en un juzgado de Madrid, pero que ahora trabaja como 'número tres' de la comandancia de Málaga.

En una situación similar a Tienda está, sin embargo, el comandante de Información Rubén Villalba, que fue detenido el pasado mes de febrero en el marco del 'caso Koldo' y al que acusan de haber estado a sueldo supuestamente del empresario Víctor de Aldama a cambio de proporcionarle métodos de mensajería seguros. Él, aunque inicialmente fue cesado de empleo y sueldo por el plazo de tres meses, ha vuelto a recuperar su salario, pero está sin destino, según confirman fuentes cercanas.

Tienda, a la espera del Supremo

El que fuera jefe de la comandancia tinerfeña acudió a los tribunales para resarcirse de lo que consideraba una destitución ilegal, siguiendo la estela del coronel Diego Pérez de los Cobos a quien el Supremo le había dado ya la razón. Y en efecto, lo consiguió.

Primero en noviembre de 2023 y luego en octubre de 2024. La Audiencia Nacional ha fallado en favor del tricornio en dos ocasiones y ha señalado que Marlaska incurrió en un cese poco motivado al limitarse a exponer una cuestión de "confianza" que no tenía base. Ahora, Interior a través de la Abogacía del Estado ha interpuesto recurso al Tribunal Supremo, si bien fuentes jurídicas explican que lo previsible es que no lo acepten.

De ser así, Tienda tendrá que ser reparado con la diferencia entre lo que ha cobrado y lo que habría cobrado siendo el jefe de la comandancia en estos dos años. Es decir, de unos 2.600 euros a unos 4.300 mensuales. La semana pasada se vistió con el uniforme de despedida y acudió al adiós oficial con sus compañeros.

En conversación con El Independiente, explica que lo que más le ha afectado es el proceder del Ministerio. "A mí lo que más me duele es que toda la información la tenía la Dirección General y nunca me dijeron nada. Habían venido arquitectos de Madrid a mirarme todas las obras y nunca dijeron, en ninguna visita o inspección, que yo estaba haciendo algo mal", dice respecto al 'caso cuarteles'.

Este asunto se ha ido desinflando durante la investigación y la Fiscalía de Madrid anunció el pasado mes de diciembre que solicitaba solo un año de prisión para el teniente general Vázquez Jarava y otro para el empresario favorecido.

A la pregunta sobre si alguna vez le ha llamado Marlaska para darle una explicación, Tienda es tajante: "Nunca. A mí no me ha llamado nadie. Ni cómo estoy, ni cómo no estoy. Ni el director, ni la directora, ni nadie de la Dirección General".