El ex jefe de antiblanqueo de la Policía Nacional de Madrid, Óscar Sánchez Gil, no sólo cobraba presuntamente a sus socios narcotraficantes en dinero. También los hacía en favores. Según el sumario, al que ha tenido acceso El Independiente, los investigadores del caso creen que la organización criminal con la que colaboraba estrechamente le ayudaba con temas familiares.

Asuntos Internos, la unidad que investiga a los policías, cree que el papel del inspector jefe era clave en la organización. El agente introducía datos de contenedores que venían con droga, nombres de socios, empresas y vehículos en las bases de datos policiales. Así, si algún grupo investigaba algo que tocaba a sus intereses a él le saltaba la alarma, y podía avisar a sus colaboradores.

A Sánchez Gil le encontraron 18,9 millones de euros entre las paredes y el jardín de su casa. Tanto, que las máquinas no pudieron contarlo todo, según se recoge en el sumario que se investiga en la Audiencia Nacional. Le pillaron otro kilo en su despacho oficial, y unos 500.000 euros en su segunda vivienda en Denia, Alicante. También criptomonedas, aunque es difícil, por el momento, saber cuánto consiguió desviar por esa vía. Como publicó este periódico, estaba interesado en comprar 200 millones de euros en criptoactivos.

Pero también pedía favores personales a la organización. En el sumario aparece un mensaje de audio de Ignacio Torán, considerado el narco más potente dentro del grupo en España (el jefe máximo sería el conocido como El Tigre): "Otra cosita, necesito... me ha pedido un favor el de la Aduana, si podemos dar de alta a un sobrino suyo dos meses para que cobre el paro".

En la investigación, la Policía ha tenido que analizar mensajes de la aplicación Sky-ECC, un sistema encriptado que dificulta la intervención judicial. Hasta 2021, cuando una operación europea permitió acceder a cientos de chats utilizados en el mundo criminal. La Justicia ha avalado que lo obtenido de ahí se pueda utilizar como prueba en los cientos de juicios contra el narcotráfico que existen.

En esa aplicación, los investigadores creen que @Aduana es Óscar Sánchez Gil. Por eso, consideran que el mensaje de Torán desvela que le hacían favores personales, además de pagarle. Las pesquisas apuntan a que cobraba por cada cargamento que dejaba pasar a España.

Sigue la investigación

La investigación está lejos de acabar. Ahora la Policía tiene que volcar y analizar todos los dispositivos móviles incautados. Pero también seguir el rastro de dinero y de sociedades creadas, algunas en el extranjero, para desviar el dinero.

Por eso, como ya contó este periódico, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Francisco de Jorge, está tirando del hilo de la maraña empresarial que utilizaban los acusados para lavar el efectivo y ha acordado distintas peticiones de información a varios países. Una de las más importantes: Panamá.

la Unidad de Asuntos Internos --que ha liderado parte de la investigación-- cree que el país al otro lado del charco es relevante en el mapa criminal del blanqueo que se urdió, presuntamente, a través del abogado Mario Pestaña, especialista en derecho mercantil y que fue detenido el pasado mes de diciembre. La comisión rogatoria dirigida a Panamá se concretó hace unos meses y todavía está pendiente de respuesta, según explican fuentes de las pesquisas consultadas por El Independiente. En esta petición de información internacional hay puestas grandes expectativas para resolver detalles claves.

En el sumario consta una comunicación entre el inspector jefe Sánchez y el letrado Pestaña en la que éste le envía tres imágenes de documentación de dos sociedades panameñas: Chevillarde S.A. y Fundapol Foundation. "Es la documentación de tus sociedades", le dice el 30 de octubre de 2024. Sólo unos días después el agente de policía sería detenido en una macro-operación contra las drogas y acusado de un grave cuadro delictivo contra la salud pública, blanqueo de capitales, organización criminal, cohecho y revelación de secretos.

No es el único reclamo de datos que el juez De Jorge ha requerido. Citadas fuentes han confirmado que existen órdenes europeas de investigación dirigidas a Suecia y Polonia. En una libreta intervenida en el despacho de Óscar Sánchez se encontraron numerosas anotaciones del entramado empresarial internacional en el que se anotaban, precisamente, países como Panamá, Costa Rica, Suecia y Polonia.