Uno de los compromisos marcados por los populares en este curso es volver a recuperar al electorado que ha transitado a Vox desde 2018 hasta la fecha, el más moderado, pero especialmente resultar atractivo para los nuevos votantes que ahora no ven al PP como una opción factible. A finales de 2024, fuentes de Génova reconocían su poca incidencia entre los menores de 30 años y que los de Santiago Abascal habían conseguido mayor fidelidad. Aseguraban que eso, a la larga, podría ser un problema. Más para un partido que, como el PSOE, se sostiene mayoritariamente con trabajadores mayores de 50 años, más mujeres que hombres, y, sobre todo, de pensionistas.
Es un hecho que los jóvenes, por un lado, cada vez se sienten más identificados con opciones antisistema o que oscilan por los bordes de la democracia liberal. Por una parte, lo incentiva la apreciación de falta de una respuesta clara por el sistema a crisis como la de la vivienda. Tampoco grandes perspectivas laborales o claridad para planificarse la vida. Por otro lado, ha influido su nacimiento en una democracia asentada, donde la experiencia dictatorial ya es algo de sus abuelos, lo que impide en algunos casos valorar su coste.
Según el barómetro del CIS de marzo, entre los votantes de 18 y 24 años la preferencia entre PSOE y Vox es similar. En las encuestas privadas la diferenciación es más clara: el voto a Vox entre los jóvenes se muestra con un mayor impacto. Oscila en torno al 25%, caso de 40dB para el Grupo Prisa y GESOP en entre diciembre y este primer trimestre del año. Con los datos de la primera de este mes, se aprecia esa aproximación del PSOE entre los más jóvenes como refleja el CIS, pero en el caso del PP, sólo lo respalda un 8%. Aunque en un nivel mucho menor, Alvise Pérez y Se Acabó la Fiesta consigue el mayor respaldo entre los 30 y 40 años, entre capas que ya trabajan, cotizan y comparten su visión contra el sistema o el pago de impuestos.
El propósito de atraer a más gente joven al proyecto populares es recurrente desde el salto nacional de Vox. Sin éxito por parte de Pablo Casado hasta la transición a Feijóo, en la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso sí ha conseguido perfilarse como representante de la derecha rebelde y que practica el rol de la batalla cultural que ahora resulta de lo más punk para las nuevas generaciones. Especialmente hombres. Coquetea con las dicotomías, apuntando que 'o comunismo o libertad', y, no tiene inconveniente en ponerse bajo el paraguas de los parámetros de la alt-right, la derecha alternativa que representa a Milei, a quien acogió Ayuso con efusividad en Madrid el verano pasado.
Ayuso, por su planteamiento político, ha conseguido en Madrid limitar la competencia de Vox. Lo imita en formas y confronta con Sánchez, pero sin llegar a comprar su mensaje completamente
Feijóo pertenece a esa política tradicional y en Génova, aunque los perfiles más duros a veces utilizan posiciones contundentes, se desecha entrar en una competencia bajo el marco populista. Se reivindica el compromiso de Estado, lo que, pese a todo, no tiene por qué ser opuesto a esa atracción para los jóvenes, creen. En esa carrera para conseguirlo, el paso dado por el PP con el fichaje de el estratega político Aleix Sanmartín es crucial. Si bien es cierto que el partido ya apostaba por publicaciones en redes más dinámico o un discurso que podría atraer a los jóvenes, centrado especialmente en la vivienda, su contratación supone un antes y un después. Principalmente, por su precisión para segmentar públicos.
La segmentación de públicos, la especialidad de Sanmartín
A sus espaldas Sanmartín lleva la primera mayoría absoluta de Juanma Moreno, tras la que Feijóo intentó contratarlo sin éxito, y la campaña de Pedro Sánchez en las últimas generales, que permitió a la marca aguantar el tirón y sumar con el resto de formaciones que hoy sostienen al socialista. También impulsó a Salvador Illa por encima de los cuarenta escaños para llegar a la Generalitat. Hace apenas un mes, a finales de febrero, El Confidencial adelantó su paso de Moncloa a Génova después de un acercamiento de posturas progresivo desde verano.
Sanmartín pone a disposición del PP todas las fórmulas comunicativas empleadas y los 'secretos' electorales utilizados por el PSOE y por Sánchez de cara al 23-J. Entre ellos: la resignificación de los memes y los ataques de la oposición, como 'Perro Sanxe', o del concepto de 'villano'. A Sánchez se le retrataba como el peor de los males, pero los pactos autonómicos entre PP y Vox, sirvieron de base para jugar en ese rol, en el que derecha y ultraderecha pasaban a ser el mal a batir.
Además de ello, Sanmartín abre a Feijóo la posibilidad de rectificar errores cometidos en la pasada campaña electoral, ir abonando el terreno hasta las próximas generales, que se avistan lejanas desde el primer partido de la oposición. Igualmente, permite al PP usar su software, Tesela, desarrollado por el consultor y que permite obtener un análisis permanente y preciso de los tipos de votante propios y de otras formaciones, con el que agudizar mejor los mensajes. Desde su incorporación [se desconoce la fecha concreta], el PP cuida algo más sus contenidos en redes sociales. Además, se ven dos usos novedosos, aunque especialmente en Instagram y TikTok, donde entienden que están los jóvenes, y no tanto en X, de dominio ultraconservador. La apuesta para ser influyente en los menores de 30 años es clara.
Por un lado, se opta por los explicativos, algo que desde los ministerios o el propio Gobierno ya se venía haciendo en el pasado. Lo ponen en práctica, por ejemplo, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. También el vicesecretario económico, Juan Bravo. A ambos se le has podido ver en actitud desenfadada, cercana y con recursos visuales explicando de forma simple cuestiones como el decreto ley ómnibus de pensiones, al que el PP se negó y luego avaló tras la tijera metida por Moncloa a exigencia de Junts; o la subida del IVA a la electricidad. También cuestiones polémicas, como el recibimiento de la portavoz de EH Bildu en Moncloa, en la ronda de consultas con los grupos, para hablar del rearme de Europa.
Por otro lado, el uso de la IA representa a la perfección el paso dado para competir con Vox, quien viene trabajando con ella para generar imágenes o contenido audiovisual, generalmente vinculado a el discurso contra la inmigración ilegal o las políticas verdes de Bruselas. Vox ha generado por esa vía vídeos con centenares de cayucos en las costas para alertar de lo que considera una "invasión" en plena crisis migratoria en Canarias. También imágenes en la previa al 8-M para rechazar lo que entiende como una islamización de Occidente. Para reivindicar su historia "viva" se han adaptado a la nueva moda de transformar imágenes reales en anime al estilo del Studio Ghibli. Lo mismo ha hecho el PP a través de NNGG, pero para retratar al Gobierno de Sánchez.
El uso de la IA a nivel general se está empleado en la sala de maquinas de Génova como apoyo a en la cruzada contra los supuestos casos de corrupción asociados a Ábalos, David Sánchez o Begoña Gómez. Se mezclan vídeos reales con IA, o incluso se publicitan íntegramente como producto. Según ha podido saber El Independiente, el PP ha contratado los servicios de una empresa externa para la producción de este tipo de videos. Se omiten más detalles por cuestiones de confidencialidad.
También se juega con promoción del discurso con vídeos concisos, ágiles y con música reconocible para los más jóvenes. Queremos "trasladar nuestro mensaje de forma más directa, rápida y adaptada a nuevos formatos que exigen una comunicación más enfadada, directa y a veces mordaz", comentan fuentes del PP. Uno de los últimos ejemplos fue el pleno sobre defensa la semana pasada en el Congreso:
El reto que asume Sanmartín, con todo, es complicado. En el PP muchos acreditan que el voto que se ha ido ya no va a volver, y que Vox lleva trabajando desde mucho tiempo ganarse la confianza de los jóvenes con un discurso fácil que cabe en un comentario de X. Y en política, ante retos complicados como los que acontecen, eso es "muy complicado de imitar" cuando los temas requieren "reflexión" y "debate". "Las escalas de grises no a veces no tiene cabida en estas formas de comunicar", aseguran fuentes populares.
Tampoco ayuda la influencia externa de satélites como Revuelta en el caso de Vox, que actúan de forma autónoma pese a estar claramente ligados. Apuntan a estar cogiendo el relevo de lo que ahora es Vox Jóvenes, con acciones a pie de calle. Consultado por ello, fuentes nacionales de Vox desdeñan la estrategia popular. Creen que independientemente del método, las políticas que representan están alejadas de lo que buscan los jóvenes.
El PP no quiere provocar como Vox
La competencia digital con Vox llega en un periodo en el que a nivel nacional los puentes están prácticamente rotos entre Génova y Bambú, pese a que fuentes conocedoras acreditan conversaciones esporádicas entre equipos. Llega en un momento en el que el diálogo es más cotidiano en el Congreso o en las autonomías y en las que Feijóo y los suyos intentan acrecentar las distancias imitando ciertos métodos, pero atribuyéndose un papel real de oposición mientras Vox juega esa baza comparando las políticas de PP y PSOE. Sobre todo en Europa con la cuestión migratoria, de defensa y verde. Hace más de un mes Feijóo acusó a Vox de hacer "oposición de tumbona, de sarao y de dedito levantado".
Preguntadas sobre esta apuesta por las redes, fuentes de Génova aseguran que el objetivo es una mejora general en su comunicación y no tanto la competencia con Vox, pese a adentrarse en esa utilización de la IA. Aunque marcan perfil contra Vox. "Queremos conectar con los jóvenes y para eso sabemos que tenemos que hablar con su lenguaje y en los espacios donde se comunican. No es nada marciano", defienden. Tachan las plataformas como "herramientas útiles", aunque saben que no son el único canal para llegar al electorado.
Tras las críticas por el vídeo de 'La isla de las corrupciones' y del 8-M, donde incluyeron a Ábalos, Monedero o Errejón en la marcha feminista vía IA, aseguran que "no vamos a renunciar a utilizar las redes solo porque a algunos les incomode que lo hagamos bien". En Génova creen que hay una "doble vara de medir". "Cuando otros usan IA o herramientas modernas, se les aplaude por innovadores. Parece que solo podemos ser un partido de Estado si no hacemos todo lo posible por que se nos entienda".
Pese a la importancia dada a las redes, el PP relativiza su función. No quieren guerra digital con Vox. Dicen que Feijóo entona discursos y Abascal tutis
"No es nuestro estilo ni nuestro marco competir con Vox. Ellos han convertido su estrategia en un juego de provocaciones constantes, con un tono a menudo macarra. Nosotros tenemos el nuestro, como proyecto serio que puede servirse del sarcasmo o la ironía pero sin caer en el insulto", aseguran. Se niegan a dar una batalla en redes con otras formaciones, aunque reconocen que "la guerrilla digital" existe a día de hoy. "Abascal habla con tuits, pero Feijóo entona discursos, esa es una diferencia clave". En el PP afirman que no necesitan cuentas opacas como las que utiliza Vox para atacar a sus adversarios políticos o a la prensa. "Tenemos líderes que dan la cara, construyen relato y defienden propuestas" sin que choque con la "adaptación a nuevos formatos".
El PP certifica que ha "reforzado los equipos digitales, incorporado análisis de tendencias y herramientas tecnológicas" para entender mejor el entorno en el que se va a mover en los próximos años. "El fondo es el mismo; la forma evoluciona. No es solo legítimo, sino necesario", entienden.
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4 Comentarios
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hace 2 días
«…representante de la derecha rebelde y que practica el rol de la batalla cultural que ahora resulta de lo más punk para las nuevas generaciones…»
Así es. La izquierda de ahora cancelaría casi toda la programación de comienzos de los 80. Siendo por entonces «la izquierda» los que generalmente, promovían muchas de las nuevas ideas (modernidad) en la cultura, por ejemplo. Letras de canciones de grupos de entonces serían prohibidas hoy en día. Programas como la Edad de Oro, imposibles. Tertulias como La Clave (Balbín), en las que gente diagonalmente opuesta debatía con educación y conocimiento…una fantasía hoy en día.
Ver debates y contenido propuesto por la izquierda de ahora es peor que ir al confesionario a que te perdonen por haber tenido pensamientos impuros. No es que sea malo, es que es falso, ridículo y sectario como pocas veces se ha visto. Ni en la televisión de Franco con la censura, probablemente se llegase a un nivel tan paupérrimo, en comparación con los medios y situación política de entonces y de ahora.
El PP hace bien en buscar un mensaje que cale en la gente joven. Pero no debe quedarse en el mensaje y nada más.
hace 2 días
… madre mía… lo esfuerzos que se hacen a favor del PP 😀… pero vayamos al fondo del asunto: por ejemplo, ¿de verdad creen este periódico y su PP que Vox usa «cuentas opacas»?… mal vamos si erramos tanto en el diagnóstico… Vox es muy activo en las rr.ss. por necesidad creadora y éso le da fuerza y le convierte en una formación resistente al ninguneo y otros comportamientos en su contra… no conozco el futuro pero hoy creo todo parece indicar que ni el PP ni sus medios acaban de comprender el surgimiento hace 11 años de Vox… y dan palos de ciego como en el pasado 23J…
hace 3 días
😂😂😂😂🤣🤣🤣🤣
hace 3 días
Lo que tiene que hacer Vox es intentar captar el voto de los jóvenes del PP y de sus votantes más conservadores. Para ello sería necesario el fin del cordón sanitario que esté medio y todos los demás medios han establecido contra vox, y tratarlo como tratan al PP. Pero claro, esto es una tarea árdua porque el río de millones que reciben los medios los dan gobiernos del PP y del PSOE. Debería estar prohibido subvencionar medios privados de formación de opinión con fondos públicos.