“Me parece un disparate que esté por encima. No hay ningún conservatorio, ni coordinador, ni estructura semejante en el mundo o en el universo”. En esos términos se expresó este martes ante la jueza Beatriz Biedma el que fuera director del Conservatorio Superior de Badajoz hasta 2020, Evaristo Valentí, citado como testigo en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz contra el hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez. La magistrada investiga si el puesto de coordinador de conservatorios de la Diputación pacense, al que accedió en junio de 2017, fue creado a dedo para él.

Tanto la declaración de Valentí como la de Yolanda Sánchez, directora del Conservatorio Profesional, a las que ha tenido acceso El Independiente, apuntan a que la creación de un cargo que estuviera en medio de ambas direcciones pero que a la vez fuera jerárquicamente superior carecía de sentido. Ambos directores, que ya habían testificado en enero, fueron llamados de nuevo tras salir a la luz un correo electrónico enviado por Valentí a Sánchez con el asunto “El hermanísimo”, el mismo día --19 de mayo de 2017-- en que se publicaron las bases de la plaza, lo que para Biedma demuestra que sabían desde el principio que el puesto estaba pre-adjudicado.

En su primera declaración, Valentí ya sostuvo que el puesto “no era imprescindible”, pero en esta segunda fue más allá: “Que alguien que organiza actividades pueda controlar guías docentes es un disparate. Cuando dije que ese puesto era de agradecer, no sabíamos el organigrama”, afirmó, en respuesta a una de las preguntas del abogado de David Sánchez.

A preguntas de la jueza sobre si conocía que el nuevo cargo estaría por encima en la estructura, Valentí explicó que antes de la publicación oficial de la plaza ya existía un correo, fechado el 20 de marzo, en el que se aludía al organigrama. En ese mensaje, enviado en conversaciones con Elisa Moriano, entonces responsable del área de Cultura de la Diputación, se detallaba la nueva estructura. Valentí añadió que consultó ese planteamiento con Yolanda Sánchez para que diera su visto bueno, y que le sorprendió que el nuevo cargo se situara por encima de ambas direcciones. Cuando la jueza le preguntó si consideraba todo esto un “despropósito”, respondió que sí. "Desde el punto de vista del organigrama, es un disparate”. También reveló que su reacción inicial fue plantearse dimitir, pero no pudo hacerlo por estar en comisión de servicios y fuera de plazo.

Sin embargo, Valentí no entró a valorar la creación del puesto en sí, sino simplemente su naturaleza, puesto que se trataba de una competencia del área de Cultura de la Diputación. “Presentamos quejas. Elisa [Moriano] dijo que cambiarían el organigrama. No se hizo”, puntualizó. Respecto a si veía a David Sánchez acudir a su puesto de trabajo, Valentí explicó que sí lo veía, pero que no podía asegurar que fuera con regularidad. “Cada vez que necesitábamos quedar para algo”, respondió, al ser preguntado por la acusación popular sobre la frecuencia de sus reuniones. Según precisó, podían encontrarse 15 veces en un mes o pasar dos meses sin verse.

Por su parte, Yolanda Sánchez señaló que no sabía que el coordinador fuera a ocupar una posición jerárquicamente superior, pese a que había sido informada de ello por su compañero, y confirmó que tradicionalmente esta figura había estado por debajo del jefe de estudios y de la secretaría. Al igual que su homólogo, aseguró no conocer la carrera musical de David Sánchez antes de que se anunciara su candidatura para el puesto.

Los rumores

Preguntado expresamente por el correo con el asunto “El hermanísimo”, Valentí explicó que lo envió porque estaban a la espera de que se publicaran las bases del puesto. “Había rumores sobre posibles candidatos y el más llamativo era ese. Se le llamaba hermanísimo en todos lados”, aseguró. Ubicó esos comentarios en el entorno de los conservatorios, donde lo sabía "todo el mundo", y señaló que llegó a hablar del asunto con Moriano, quien le aconsejó no hacer caso y le dijo que “sería bueno” contar con un coordinador.

En este punto, las versiones de Valentí y Sánchez difieren. Mientras que él sitúa los rumores sobre la llegada del hermano del presidente en marzo de 2017, ella los remonta a una reunión anterior, celebrada en octubre de 2016, en la que estuvieron presentes ambos y también Moriano. Yolanda Sánchez negó que en ese encuentro se dijera explícitamente que la plaza estuviera adjudicada, pero sí relató que, en un momento en que salió de la reunión, Valentí le comentó: “No te lo imaginas. No sé para quién va a ser la plaza”, dando a entender que podría estar destinada a David Sánchez.

Sánchez confirmó que solo compartió sus dudas con Valentí. “Sí, nadie más. Me parecía increíble que, siendo el hermano del presidente, viniese aquí a Badajoz… tampoco es que le diese un 100% de credibilidad”, declaró. Según relató, fue el propio Valentí quien le expresó por primera vez la sospecha de que el puesto tenía nombre y apellido: “Yolanda, yo creo que esta persona viene para esta plaza”. Cuando ella le preguntó de dónde salía esa idea, él respondió: “Es que se rumorea”.

Aun así, Yolanda Sánchez aseguró que no trasladó el tema a responsables del área de Cultura, ya que no consideraba oportuno cuestionar a sus superiores. Admitió, eso sí, que le sorprendió que alguien con ese currículum optara a una plaza en Badajoz.

El piso de Badajoz

Otra de las personas que estaba citada como testigo era el particular que, a través de la aplicación Airbnb, se mensajó con David Sánchez cuando éste se interesó por un piso que alquilaba en Badajoz un mes antes de que la plaza fuese adjudicada. Relató ante la jueza que al enterarse por la prensa de su contratación en la Diputación y ver que procedía de San Petersburgo, recordó la conversación y la imagen de aquel huésped, y comentó el asunto en su entorno más cercano. “Me llamó la atención el perfil de esa persona, y vi que era el mismo, por la foto." Después, decidió ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil.

Por su parte, Álvaro Jaén, el diputado de Podemos que denunció públicamente la creación de la plaza, también declaró como testigo. “Yo era diputado y tenía la costumbre de seguir las convocatorias y los boletines con procesos selectivos”. Según explicó, le llamó la atención que se tratara de un puesto de alta dirección que no exigía titulación específica ni establecía un baremo de méritos. “Lo único que venía era una entrevista con una persona de la Diputación. No había tribunal, no había criterios claros”, aseguró. Al revisar los apellidos de los candidatos, señaló: “Eran como 15 o 20. Vimos los apellidos… y sabíamos quién era Pedro Sánchez. A lo mejor era lo suficientemente llamativo como para dar una rueda de prensa. Y la dimos”.