Podemos ha dado el primer paso del que será un largo debate en las izquierdas, para rediseñar el espacio que dará relevo a lo que hoy se conoce como Sumar, que para muchos integrantes no ha cumplido las expectativas en términos generales. El anuncio oficial de la candidatura electoral de Irene Montero, actual eurodiputada y número dos de los morados, acredita que el partido de Ione Belarra está focalizado en reforzarse en lo que queda de legislatura para ser una de las principales voces a tener en cuenta una vez se determine el final del mandato.

De momento, Podemos puede aspirar a ese debate marcando posición para ser una de las principales referencias. Lo avalan más de medio millón de votos nacionales en solitario [junto a Alianza Verde, con quien volverán a concurrir] en las últimas europeas, frente a los más de 800.000 de Sumar, IU, Compromís, los comunes, Chunta Aragonesista, Más Madrid y Verdes Equo sumado a Iniciativa del Pueblo Andaluz, Nueva Canarias o el Partido Castellano. La candidatura europea fue un experimento previo, con el que pulsar al electorado de izquierdas. Además, para llegar fortalecidos, y al no tener ataduras de poder, los de Belarra y Montero pueden permitirse seguir liderando un discurso mucho más reformista y crítico con la actual coalición de PSOE y Sumar, en desgaste de Yolanda Díaz.

La voluntad de los morados no es cerrarse en banda a alianzas, pero sí tiene unas líneas rojas: que no se dé continuidad al paraguas de Sumar, y que la vicepresidenta segunda del Gobierno no sea la candidata. Algo que está aún por dirimirse y que ni en Sumar saben a ciencia cierta. Dependerá de ella misma, ahora solo con responsabilidades de Gobierno y no orgánicas, tras su relevo en el Movimiento.

Pero, sobre todo, la elección de Montero es un mensaje claro en confrontación con el desgaste de lo que ahora es Sumar: la imposibilidad ahora de vetos a Montero, como ocurrió a demanda de Díaz en la configuración de las listas del 23-J. Se pide que se tome partido: o con el relanzamiento de izquierdas que creen los morados que representan, o con el continuismo de Díaz. Este domingo Belarra, de hecho, animó a Montero a hacer una candidatura lo más inclusiva posible.

Los socios avisan: "Que no nos hagan elegir"

En el medio de esa dicotomía que plantea Podemos, quedan grupos como Compromís, Más Madrid, Catalunya en Comú y principalmente IU. Son los que más fuerza aportan al espacio de manera complementaria. Especialmente los de Antonio Maíllo, como partido nacional. Fuentes nacionales de IU, acreditan que lo importante llegado el momento electoral es la convergencia de la mayor combinación de fuerzas posibles a la izquierda del PSOE. Y advierten que, para ese proceso, nadie puede pretender que se elija entre "mamá o papá", en referencia a Montero o Díaz, sobre todo. "Queremos ir con toda la familia", respaldan esas fuentes. Comunes, madrileños, y nacionalistas valencianos desean esperar a tomar una decisión una vez la tengan frente a ellos.

Lo que sí se tiene claro en la izquierda es que no se desea repetir el proceso de confección de listas aleatorio, que permita vetos, como ocurrió en las pasadas generales. Tanto IU como el propio Movimiento Sumar optan ahora por la celebración de primarias. En el parecer de los segundos ha tenido mucho que ver las exigencias de "horizontalidad" de los socios. Sobre todo, IU. Aunque Podemos ahora abre el debate, el replanteamiento del espacio viene algo más de lejos, desde que Maíllo asumió el cargo de coordinador federal de IU. Viene abogando por el diálogo social y político de forma amplia.

Esa exigencia a Podemos, de rehuir de las designaciones "a dedo", la recalcaron este martes tanto los magentas como los izquierdistas. Por un lado, en la rueda de prensa de los lunes, los nuevos coordinadores de Sumar, Lara Hernández y Carlos Martín, señalaron que llegado el momento, y de quererse unidad, la decisión no corresponderá "ni a Pablo Iglesias, ni a Belarra ni a Díaz". "Será la gente la que ponga la cuestión encima de la mesa cuando toque", precisó Hernández, que aún ve lejano este asunto. En el caso de IU, se insta a esa fórmula de participación "amplia". Maíllo cree que deberá "respetarse los resultados de quien salga, sea quien sea". Incluso si se trata de un responsable de su formación.

Pese a todo, Podemos evita referirse a esas primarias. Se ve con capacidad de llegar a la formulación de la candidatura con influencia suficiente entre distintos sectores de la sociedad civil más progresista, descontentos con la acción de Gobierno, que la figura de Montero sea casi incuestionable. Se defiende por ello la autonomía del proyecto sin entrar a valorar alternativas. En Podemos creen que si articulan bien este espacio de apoyo externo, "al final la forma en la que vayamos a las generales caerá por su propio peso", valoró el secretario de Organización morado, Pablo Fernández. Fuentes de Podemos, con todo, dejan abierta la puerta al diálogo una vez el debate llegue.

Por ahora, para hacer valer su autonomía, han preferido ignorar las dos llamadas a la unidad de Sumar. Primero, la verbal de Díaz, pidiendo repetir la alianza de las generales. Segundo, con una enmienda en el documento político proclive a esos pactos.

Andalucía, contraste de unidad

El contraste con el ámbito nacional es Andalucía, que a la vez puede servir de precursor de ese pacto estratégico final para las generales. En estos instantes, y con mediados de 2026 como objetivo, Sumar Andalucía, IU y Podemos, principalmente, negocian presentarse con una candidatura única que permita contribuir al relevo del PP de Juanma Moreno. Desde IU se acredita las buenas relaciones entre todos los aliados, y certifican que de fracasar la alianza, será por intereses particulares de Podemos en Madrid dado que "sus diputados en Andalucía están muy vinculados con el resto". Las estructuras nacionales de cada formación deberá avalar los acuerdos.

La confirmación de esa coalición quiere ponerse sobre la mesa antes de junio, para evitar alargar los plazos y llegar a una convocatoria in extremis como ocurrió en 2022, donde las negociaciones fueron muy tensas. Se quiere estar preparado, dado que se considera que Moreno Bonilla adelantará las elecciones.

Iglesias, a la ofensiva contra Díaz mientras tanto

La elección de Montero, además, coincide con la ofensiva de Iglesias desde la televisión pública y a través del nuevo libro Enemigos íntimos (Navona) que hoy se pone a la venta. En unas declaraciones en RNE la semana pasada, el exlíder de Podemos, quien promocionó para su relevo a Díaz, consideró que el proyecto de Sumar está "muerto". Iglesias sigue siendo uno de los principales faros de Podemos, más si Montero tomará el relevo electoral, por su relación sentimental. Por lo que criterio sobre la actual vicepresidenta segunda del Gobierno puede influir en las exigencias que se hagan de cara a esa alianza. En su libro explica los motivos del rechazo de Podemos a Díaz.

Entre sus páginas, a las que ha tenido acceso El Independiente de manera anticipada, Iglesias califica a Díaz de ser víctima de una "ambición cainita" y "una borrachera de vanidad" desde 2021 a la actualidad. Iglesias le reprocha los vetos a Montero y Pablo Echenique mientras dio paso a perfiles como Íñigo Errejón, de "dudosa confianza". Pero, especialmente, haber sufrido una transformación de "dulcificación" por las alianzas con Sánchez mientras el "personalismo" acotaba más el proyecto Sumar.

Iglesias lo explica: "Le pasó algo que le ha ocurrido a otras personas, y es que nunca imaginó que fuera a tener un papel tan relevante, con tanta exposición y poder, que generase tantas atenciones, tantas pasiones. No es muy diferente de lo que le pasó a Errejón, solo que él lo explotó en una dirección terrible. Yolanda se enamoró de la fama y cambió su forma de actuar, su imagen, su tono [...] dejando descansar todo en una personalidad forzada, que durante un tiempo parecía que iba a ser arrolladora e iba a llevar a la izquierda lejos". "Frente al Iglesias gruñón, ella era empática y de sonrisas". Lamenta Iglesias que Díaz fue seducida por un sector mediático que buscaba cargarse a Podemos, y él, dice, le advirtió de ello cuando "ya era demasiado tarde".

El exlíder de Podemos recalca el aprecio que tenía a Díaz, "era amiga personal y políticamente confiaba mucho en ella como una militante comunista con simpatía a Podemos y proximidad ideológica". Pero Iglesias reprocha que pese a cumplir importantes logros, durante este camino se ha ido acercando demasiado a cuadros tecnócratas. Su elección como sucesora natural se dio, indica, ante un momento de gestaste de Podemos, y para evitar que la designación de Montero se rodeara de ruido por ser pareja de Iglesias. "Pensábamos que [Díaz] sería leal, pero apostó por otro camino".

Iglesias menciona "la mentira" desde el acto de 'Nuevas políticas' con Mónica Oltra, Ada Colau o Mónica García que fue precursor de Sumar, en Valencia. "Ahí se empieza a normalizar el mentir como estrategia, y el exhibir una hipocresía que llegaba a ser esperpéntica con toda aquella escenificación de abrazos y de amor con Errejón o Colau". Iglesias cree que ahora en Sumar se están dando cuenta de la necesidad de dureza en el debate, aunque ya para ellos cree que es demasiado tarde. "Las sonrisas no valen para convertir tus postulados en políticas públicas", dice. Por otro lado, cree que Díaz sacrificó el proyecto por "una subalternidad al PSOE a cambio de ministerios e influencia que se les está escurriendo entre los dedos". En tercer lugar, cree que ahora en Sumar operan por "miedo" a perder esos privilegios, de ahí las llamadas a la unidad.

Iglesias duda que Díaz vaya a seguir en política tras esta legislatura, "aunque quién sabe". Sobre todo si el horizonte es de diputada rasa después de los logros obtenidos, asegura. "Supongo que cuando salga y no tenga que pelear portavocías, cargos ni candidaturas, tendrá la inteligencia suficiente para que le hagan presidir una fundación de Comisiones Obreras y vivir más tranquila. Le irá bien en el seno del sindicato [...] o escribiendo unas memorias". "Quizá el PSOE le busque algo más pomposo, un puesto en la Organización Internacional del Trabajo", dirime.