El British Council ha vendido su elitista colegio en Pozuelo de Alarcón (Madrid). El comprador es Inspired Education Group, una compañía que se dedica también a la educación en todo el mundo. La operación se ha fraguado en un momento en el que la filial británica encara, al menos, dos procesos judiciales por demandas de padres de dos alumnos, como ha ido contando El Independiente.

En un comunicado interno, al que ha accedido este periódico, la dirección del colegio señala que la venta se produce tras "una evaluación exhaustiva" de la situación del centro. Admiten que la operación se debe al intento de "reforzar" su "posición financiera". También admiten que la "capacidad para potenciar y expandir su actividad es limitada".

La institución dice que tienen "un déficit" que tienen que cubrir "con urgencia", por lo que necesitan desprenderse del colegio en Madrid. Señalan a la pandemia, a "los desafíos financieron a nivel global" como son "la inflación y la volatilidad de los tipos de cambio".

En el texto aseguran que "en absoluto" van a dejar España. El British Council va a ofrecer cursos "de alta calidad" y seguirá certificando el nivel de inglés de quienes quieran examinarse con ellos. Además, la nueva empresa podrá mantener el nombre del colegio al menos durante los dos próximos dos años.

Asuntos judiciales

En el último año, dos casos han salpicado al elitista colegio. Uno tiene que ver con un caso de acoso en las aulas, y el otro con la expulsión de un menor. En el primero de ellos, los padres de una chica, menor de edad, le pident casi 35.500 euros. Afirman que el comportamiento de los profesores le provocó un estrés severo que terminó en anorexia nerviosa. El centro, por su parte, niega las acusaciones y asegura que la alumna podría haber evitado toda la situación.

En el curso 2021-2022, la niña defendió a una amiga de mensajes ofensivos y acosadores por parte de dos compañeras de clase. Pidió explicaciones y respuestas a los profesores, que le dijeron que era mejor olvidar el tema. El colegio entonces señaló comportamientos inapropiados por parte de la menor, lo que terminó en varias sanciones. Llegó a desarrollar anorexia nerviosa, perdiendo nueve kilos en tres meses. En el hospital le diagnosticaron un problema grave de huesos y un trastorno adaptativo. En octubre de aquel año dejó el centro.

Además, el British Council se quejó a la jueza por la publicación del caso en la prensa. Incluso pidió que multasen a la presunta víctima por, presuntamente, filtrar información.

Segundo caso

El segundo de los casos a los que se enfrenta el British tiene que ver con la expulsión de un chaval, a pesar de que no existía expediente alguno abierto contra él. Los padres de un menor denunciaron al colegio británico, que expulsó a uno de sus hijos por, según argumentan, multitud de faltas y sanciones. Sin embargo, a principios de febrero de 2024, la propia institución reveló que "no consta" ningún expediente contra el chaval, como desveló El Independiente.

La Fiscalía ha comunicado que no es parte de la causa, apesar de que el juez le ha dicho que tiene que pronunciarse. Además, argumenta, que el asunto no deberís llevaro un juzgado de Madrid, sino que debería hacerlo uno de Pozuelo de Alarcón, donde tienen su domicilio los demandantes. Esta cuestión ya fue dirimida hace un año, declarando competente al juez de Madrid.

La causa se centra en la expulsión de un chico durante el curso 2022-23. La demanda presentada por los padres señaló que la decisión fue arbitraria, y que no les dejaron defender a su hijo. Por ello piden 50.000 euros por daños morales y 1.125 por daños patrimoniales. El colegio tomó la decisión a raíz de una supuesta agresión que ocurrió el 16 de marzo de 2023.

Según la versión del Bristish Council, el niño, entonces en segundo de la ESO, habría sujetado a otro alumno por el cuello, golpeándolo varias veces en el estómago. Pero los padres ponen en duda esto. Dicen que no hay ningún parte de lesiones ni pruebas que respalden el relato del colegio.