El proyecto político de Luis Alvise Pérez ya hace aguas en Bruselas. A los problemas judiciales y los compromisos no saldados con sus electores, el eurodiputado español suma ahora la desintegración de su espacio político en el Parlamento Europeo en pleno aniversario desde que mostró sus intenciones de entrar en política. En las elecciones de junio de 2024, Alvise consiguió 800.763 votos con Se Acabó la Fiesta (SALF), su agrupación de electores. Por encima de Podemos, el independentismo y casi rozando a Sumar. Ahora, de los tres escaños obtenidos en su lista, solo puede confiar en sí mismo. Cuenta de ello ha dado el eurodiputado recientemente, acusando a sus dos compañeros de viaje, Nora Junco y Diego Solier, de deslealtad y posible corrupción política.

En concreto, Alvise se refirió a ellos este domingo durante su participación en el evento organizado por los creadores del podcast Eclécticos Worldwide: el policía Sergio Luque, el culturista Luis Vidal y el influencer Ioni Vo. Afirmó que ha exigido explicaciones a sus compañeros de lista para que le expliquen por qué han votado distinto a él en la Eurocámara en los últimos plenos, en lo referente, por ejemplo, a las distintas votaciones sobre el rearme europeo o el apoyo militar a Ucrania. De hecho, sugiere que tanto Junco como Solier han podido ser "comprados" por algún grupo de interés del sector armamentístico. Ambos ya lo han negado.

"Yo he votado en contra en absolutamente todas porque me parece que el rearme es criminal y porque, si nos tenemos que rearmar, que sea como gobiernos nacionales", aseguraba en ese evento Alvise.

En esa participación junto a los streamers, Alvise aseguró que el poder de los lobbies es muy fuerte" y ni si quiera él es "indemne". Sin confirmarlo, pero insinuándolo y acreditando su distanciamiento con Junco y Solier, el sevillano indicó que "es muy fácil que un lobby venga por detrás, te invite a cenar y te deje un maletín al lado". "Yo eso no lo puedo controlar", se justificó, por el propio formato del proyecto político, de listas configuradas por él mismo para una agrupación de electores sin funcionalidad y mecanismos propios con los que sí cuentan los partidos. Tanto con garantías internas como posibilidades de sanciones disciplinarias.

Alvise acredita la división con Junco y Solier por votar diferenciado de sus intereses en la Eurocámara. Los denomina como "lobos que se disfrazan de ardillas"

Aunque espera explicaciones sobre si los dos "se han vendido" o no, insta a sus electores a también reclamarlas. Con todo, Alvise deja claro que la actuación al margen de su criterio de ambos europarlamentarios supone un antes y un después. No quiere estar al lado de "lobos que se disfrazan de ardillas", aseguró haciendo un guiño al sobrenombre que tienen los que les apoyan o respaldan su movimiento antisistema. "Si yo he hecho campaña diciendo 'no' y tú votas a favor, estás traicionando" a los españoles que te han apoyado. Llama a esos más de 800.000 electores a recriminar esas votaciones "a favor del rearme" a Junco y Solier y a exigirles explicaciones. Incluso a increparles "y gritarles en un bar", si los ven llamándoles "criminales" o "corruptos".

Las votaciones, el elemento de la discordia

Se desconoce si existen otros motivos de la discordia entre Alvise, Junco y Solier, aunque las dos causas abiertas de Alvise en el Tribunal Supremo apuntan a ser una de las razones. Además de por difundir una PCR falsa atribuida con positivo al exministro de Sanidad Salvador Illa, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo abrió diligencias a principios de abril contra él por supuesta corrupción al haber recibido 100.000 euros en metálico por parte del empresario de criptomonedas Álvaro Romillo. El propio Alvise lo reconoció a través de un mensaje gravado y difundido en redes sociales tras desvelarse el asunto. Eso levantó críticas entre sus seguidores.

El Alto Tribunal aprecia presuntos delitos de financiación ilegal con esos 100.000 euros en negro, estafa, apropiación indebida, falsedad documental en la financiación electoral y blanqueo de capitales. La forma de enfrentarse a la investigación en España de Alvise está siendo la de denunciar una persecución por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Lo cierto es que la investigación comienza tras la apreciación por parte de la Audiencia Nacional de una presunta estafa piramidal a través de Madeira Invest, empresa de Romillo. En plena investigación, además, Alvise ha sido sancionado por el Parlamento Europeo con 700 euros, dado que dejó en blanco su declaración patrimonial de ingresos detallados por actividades remuneradas en los tres años previos a la obtención del escaño. Algo a lo que obliga el Código de Conducta.

Pese a este panorama, el agitador lo circunscribe todo, por el momento, a la dinámica de votación en la Eurocámara, en la que ve acreditado un distanciamiento desde hace unos meses. Tanto Junco como Solier se negaron a calificar de "preocupante" la escalada militar de Bruselas. En el acta de votación de Alvise y de sus dos eurodiputados del 12 de marzo, cuando la UE avaló el plan de rearme y de más ayuda a Ucrania, al contrario que Alvise, Junco y Solier tampoco avalaron la independencia ucraniana y el control total sobre sus reservas de tierras raras frente a intereses empresariales ajenos. Alvise, a la contra del resto, apoyó continuar la ayuda militar a Ucrania o la demanda de una negociación urgente de paz. Nuevamente se negaron los dos. Alvise se abstuvo ante la petición de una cumbre urgente entre la UE, EEUU y otros aliados para reforzar sus lazos internacionales, pero Junco y Solier la rechazaron.

Lo cierto es que en esas actas, se atiende que ambos eurodiputados han votado lo mismo que el resto de sus compañeros de grupo, pese a que, a diferencia del ámbito nacional, no hay obligatoriedad a ese consenso en los grupos. Simplemente, éstos se reúnen antes de las votaciones para adoptar una posición e intentar llegar a un acuerdo amplio.

Hay que recordar que la situación de SALF ya viene siendo complicada en Bruselas. Después de largas negociaciones en la Eurocámara, el partido pactó en diciembre la entrada de Junco y Solier en el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos de Mateusz Morawiecki y Giorgia Meloni tras la marcha de Vox, que hasta su marcha a Patriotas vino vetando la entrada de los de Alvise. Las relaciones entre el sevillano y los de Santiago Abascal son de agresión mutua desde finales 2022, después de una vinculación previa e incluso amistad por unas prácticas de Alvise en la agencia de comunicación de Kiko Méndez-Monasterio y Gabriel Ariza, Tizona Comunicación.

Los líos personales y las acusaciones falsas a miembros del partido, como al exdiputado y médico José Luis Steegman, con la pandemia de contexto, separó a Alvise de Vox. De hecho, este fin de semana, Abascal consideró de "fake" a Alvise, añadiendo que siente "pena" por quienes confiaron en él. El año pasado el de amurrio se querelló por "injurias" y "calumnias" contra Alvise, la cuál el Tribunal Supremo archivó la semana pasada.

En esa entrada a ECR, SALF se dividió. La excepción fue Alvise, que por sus problemas judiciales en España fue excluido hasta su futura aclaración, por lo que el sevillano está integrado dentro del grupo de los no adscritos. Según ha adelantado este lunes eldiario.es, tanto Solier como Junco estarían "estudiando acciones legales" contra Alvise. "No es cierto lo que dice el señor Pérez. La señora Junco y yo rechazamos totalmente sus afirmaciones", habría respondido al periódico el propio Solier.

Tanto Junco como Solier niegan haber cedido ante un grupo de interés y estudian acciones legales contra Alvise, confirmando la ruptura de puentes

Alvise, en enero, tenía la esperanza de entrar en ECR. Justificaba su ausencia, por su parte, a un problema "burocrático". Pero al no verse integrado, pasó a restarle importancia y a asegurar que harían valer su "influencia" dentro de ECR. Algo que no está pasando y que ha hecho saltar así a Alvise contra sus dos compañeros.

Hay que recordar que la apuesta por ambos eurodiputados de Alvise responde a un proceso de selección hecho por el propio agitador, en el que valoró trayectoria profesional y méritos. Como publicó este medio, pese a todo, el proceso estuvo marcado por los favoritismos, por lo que Alvise mintió sobre la independencia de configuración de listas. Hasta una decena de nombres de esa lista estaban conectados entre sí, como la propia Junco, que había compartido un negocio con la exnovia de Alvise, Andrea de las Heras. También, en conjunto, al sector inmobiliario [más información, aquí].

Varios incumplimientos electorales

A esa falta con la verdad se añade el incumplimiento de publicación de audios "comprometedores" para "la flor y nata de jueces, tribunales de justicia, magistrados, periodistas y cargos públicos y de partidos políticos". Implicada en distintos delitos de "tráfico de influencias, cohecho y prevaricación". La promesa la hizo nada más recoger su acta en el Congreso junto a Junco y Solier, instando a esperar a tener inmunidad europea. Más de ocho meses después de inaugurarse la legislatura europea, Alvise sigue sin mostrarlos.

Posteriormente se escudó en los problemas legales que le acarrearía desvelar esos datos. "Acabaría preso. Para publicar esos audios" habría que "reformar la ley antes". El compromiso sigue siendo el de publicarlos, pese a todo. "Que no le quede la duda a nadie, saldrán, pero de forma inteligente".

Otra de las promesas de campaña, que motivó a su electorado, gran parte de él muy joven, fue la de sortear cada mes su salario a través de su grupo de Telegram. Entre 10.000 y 13.000 euros entre salario base y dietas. Porque Alvise no quería vivir de la política. Simplemente hay registro de procesos en agosto y en septiembre, a través de www.alvisecumpliendo.com. La web ya no está operativa. Suspendió esa dinámica a principios de noviembre, habiendo saltado el sorteo de octubre, e indicando que lo donaría todo a las víctimas de la DANA en Valencia. Tampoco hay constancia documental de que lo haya hecho.