El jefe del Servicio de Información de la Guardia Civil, el general Luis Peláez Piñeiro, ha elegido Marruecos para su primer viaje al extranjero. En Rabat ha sido recibido por el todopoderoso jefe del aparato de espionaje de Marruecos, el director general de la Seguridad Nacional (DGSN, policía) y de la Vigilancia del Territorio (DGST, inteligencia) Abdellatif Hammouchi cuya sombra se proyecta sobre el uso indiscriminado del programa espía Pegasus sobre disidencia interna y mandatarios extranjeros, entre ellos, Pedro Sánchez y sus principales ministros.

La agencia de noticias estatal marroquí Map considera que su elección como primer destino internacional exhibe "la solidez de las relaciones de cooperación estratégica entre los dos países, en particular en materia de lucha contra el terrorismo y el crimen organizado transfronterizo". Según las autoridades de seguridad marroquíes, Marruecos y España acordaron este miércoles reforzar su cooperación en materia de seguridad frente a las amenazas terroristas, especialmente en regiones inestables como el Sahel, y coordinar esfuerzos para garantizar la seguridad del Mundial de Fútbol 2030, que organizarán junto a Portugal.

En enero Hammouchi, que ha visitado recientemente Madrid, se reunió en Rabat con Javier Antonio Susín Bercero, el comisario general de Información de la Policía Nacional. Hace un año Hammouchi participó en Madrid en los actos del bicentenario de la Policía Nacional española. Es considerado el artífice del espionaje masivo marroquí con Pegasus, tanto dentro como fuera de las fronteras de Marruecos, y a un amplio número de víctimas, desde intelectuales y periodistas hasta altos mandatarios extranjeros de, entre otros países, Francia, España o Argelia.

Agasajado y condecorado en Madrid

Su visita a España coincidió con la reapertura por parte de la Audiencia Nacional de la causa por el espionaje con el software israelí Pegasus a Pedro Sánchez y los ministros de Interior, Defensa y Agricultura, Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y Luis Planas, con la sombra de Marruecos proyectándose sobre la investigación y raíz de nuevas pesquisas aportadas por Francia. Tal y como avanzó este diario, Marlaska y Robles comparten el mismo usuario de Pegasus que infectó el móvil de activistas saharauis y un disidente marroquí.

Hammouchi es el principal y temido rostro de los servicios secretos de Marruecos, la bestia negra de intelectuales, periodistas o defensores de derechos humanos perseguidos por ejercitar la libertad de expresión en un país que no tolera la más leve disidencia. “Hammouchi me ha encarcelado a mi hijo sobre la base estúpida de que ha fabricado mascarillas para venderlas en una clínica. Hemos traído la prueba de que la clínica no existe. Decían que mi hijo había fabricado mascarilla en una empresa y la empresa dice que nunca vio a mi hijo. Y, sin embargo, está en la cárcel por tres años y medio. Y eso es muy difícil de aguantar. Segundo, a mí un día me chantajeó con un vídeo en el cual dice que yo estoy desnudo y lo que se ve es mi espalda”, declaró a este diario Mohamed Ziane, un ex ministro marroquí de 83 años que desde 2022 cumple condena en una cárcel marroquí por instar a Mohamed VI a abdicar y denunciar la corrupción en la élite del país.