No hay manera. El Gobierno no logra recuperar la iniciativa política. A su debilidad parlamentaria se suma la concatenación de malas noticias. En muy poco tiempo. Solo desde Semana Santa, en tres lunes consecutivos, el apagón, el robo de cable en la línea de AVE Madrid-Sevilla, los mensajes privados de Pedro Sánchez a José Luis Ábalos publicados por El Mundo de manera secuenciada. En la Moncloa intentan encajar los golpes como pueden pero consideran que no todos tienen la misma fuerza. Ni el mismo impacto en los ciudadanos. Están convencidos de que lo que les genera más erosión no son precisamente los wasaps filtrados, sino las incidencias de las semanas anteriores, por su penetración y su enorme afectación a la vida de la gente.

"¿Habéis visto al presidente nervioso este miércoles en el Congreso? Ya veis que no. Cuando lo está se le nota". Lo apunta un alto cargo del Ejecutivo unas pocas horas después de la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara baja. Pedro Sánchez no quiso entrar al trapo de Alberto Núñez Feijóo. Lo esquivó voluntariamente. Solo se permitió el reproche a su rival de que se regodee con "una filtración que es un delito", de que busque sacar rédito de lo que no es más que "casquería". "Cotilleo".

Sánchez no entra al trapo de Feijóo en el Congreso y se limita a decir que los mensajes son "casquería" y "cotilleo", y le reprocha que se regodee con "una filtración que es un delito"

Su número dos, María Jesús Montero, defendió por su parte la limpieza del rescate de Air Europa, justo el asunto que el líder del PP había blandido desde el primer minuto, al hilo de la última publicación del rotativo de Unidad Editorial: que en septiembre de 2020 el presidente ordenó a su entonces ministro de Transportes "meditar" la operación de compra por parte de IAG, creía que había que darle "una vuelta" porque no era positivo que la aerolínea española cayera en manos de una compañía que en realidad es británica, por mucho que su filial en España sea Iberia. Dos meses después, el Consejo de Ministros autorizó el salvamento público de Air Europa. 475 millones, encauzados a través de dos préstamos exigentes. No hubo "nada irregular", subrayó la vicepresidenta primera, apoyándose también en la decisión del Tribunal Supremo del pasado lunes de no investigar el rescate, a petición del PP, por no hallar "indicio alguno" de que la operación fuera "contraria a Derecho".

Sánchez, dicen en su equipo, está "tranquilo", "bien", aunque para él no sea "agradable" ni "cómodo" que se aireen sus conversaciones privadas con quien fuera su hombre de confianza. Está "disgustado", más que preocupado, conceden los suyos. "No nos ocupa tiempo en el Gobierno, es un comentario más de pasillo. Pero claro, a nadie le gusta verse así. Es como cuando entran en tu casa", indica una persona de su círculo más estrecho. "Le cabrea mucho. Es como si te roban tu cajón de ropa interior… pero ya está. Se asume con normalidad", certifica una segunda fuente. Desde el primer anillo de poder remachan que el líder socialista está "preparado psicológicamente", que cuando se tomó los cinco días de reflexión hace algo más de un año "era consciente" de que le llegarían más "ataques".

No nos ocupa tiempo en el Gobierno, es un comentario más de pasillo. Pero a nadie le gusta verse así. Es como cuando entran en tu casa", señalan en el círculo más cercano al líder socialista

El jefe del Ejecutivo y su entorno más directo entienden que las revelaciones de los wasaps no suponen desgaste. La razón, esgrimen, es obvia: "No tienen contenido político", no son "trascendentes", por mucho que sean "más violentas en términos de intimidad". Hasta ahora, El Mundo ha dado cuenta de comentarios de Sánchez sobre algunos de sus barones socialistas, sobre su exvicepresidente Pablo Iglesias, sobre su ministra de Defensa, Margarita Robles —"es una pájara"—, sobre el propio Ábalos una vez que sus relaciones se recompusieron tras la ruptura de 2021 —"La verdad es que he echado de menos muchas veces trabajar contigo", le confesó en julio de 2023, tras las últimas elecciones generales—. Y sobre el rescate de Air Europa. Pero pueden quedar aún muchas informaciones por ver la luz.

Más datos, pero no la conclusión final

"Esto no nos desgasta. Nos desgasta más el apagón, las incidencias en los trenes o las mujeres de Ábalos. Eso sí", reflexiona un alto mando del Ejecutivo. La perspectiva es la misma desde la Moncloa. Cuando la Península se fue al cero energético, el pasado 28 de abril, Sánchez "sí estaba preocupado", mucho, también porque era consciente del impacto en la opinión pública. Enorme. Porque afectó a todos los ciudadanos. Durante horas. Y, como recuerdan en el propio Gobierno, aún no hay una explicación de qué ocurrió. Este miércoles, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, dio cuenta del estado de las investigaciones. No hay todavía conclusiones: el comité de análisis que dirige sí ha identificado desconexiones que pueden deberse a "sobretensión", y no hay indicios de que el operador del sistema, Red Eléctrica (REE), sufriera un ciberataque. También señaló que las pérdidas de generación antes del gran apagón —2,2 gigavatios en 20 segundos— se produjeron en tres puntos: Sevilla, Badajoz y Granada.

El cero energético tuvo una enorme incidencia, ya que afectó a todos los ciudadanos en la Península, y la reiteración de incidencias ferroviarias también haría mella. Lo apunta el último barómetro del CIS

Apenas una semana después, se paralizó la línea Madrid-Andalucía del AVE, que afectó a 10.700 viajeros y 30 trenes. Aunque el ministro de Transportes, Óscar Puente, se apresuró a calificar lo ocurrido, la Guardia Civil plasmó en su primer informe enviado a un juzgado de Orgaz (Toledo) que su tesis era la de un robo con fuerza de cobre. El pasado domingo, 11 de mayo, una incidencia técnica generó demoras en la conexión ferroviaria entre Madrid y Sevilla.

En la Moncloa reconocen a Puente como un "muy buen gestor", con muchísimo perfil político, pero la acumulación de incidentes contribuía a la erosión del conjunto del Ejecutivo. No hace falta ir muy lejos para comprobarlo: el CIS, el instituto público dirigido por José Félix Tezanos y que es acusado desde hace años de primar sistemáticamente al PSOE, publicó este miércoles su barómetro de mayo. Y en él se destaca la caída de 0,6 puntos de los socialistas por la subida de 3,2 puntos del PP (32% frente a 29,3%). El trabajo de campo se realizó entre el 5 y el 8 de mayo, justo tras la caída del suministro eléctrico y el parón en la línea del AVE.

El asunto de las parejas de Ábalos (y la acusación de que recurría a mujeres prostituidas) "abochorna" al electorado del partido, que congreso tras congreso ha enarbolado la bandera abolicionista

El caso Ábalos también asume el Ejecutivo que le daña. No solo porque es la gran causa de corrupción que cerca al Gabinete, sino por uno de sus elementos más nucleares: la vida disoluta del exministro, su relación con sus diferentes parejas —a las que supuestamente colocaba en empresas públicas o a las que proporcionaba un alojamiento de lujo— o con mujeres prostituidas. "Eso abochorna a nuestro electorado". Y es que si hay una bandera que el PSOE lleva años enarbolando, confirmada congreso tras congreso del partido, es la de la abolición de la prostitución. En comparación, por tanto, "el tema de los mensajes es cotilleo", resuelven en la Moncloa. "Pura salsa rosa", añade otro miembro del Consejo de Ministros, que recuerda que en lo difundido, hasta ahora, no hay nada que incrimine al jefe del Ejecutivo. Y los contactos se cortaron desde que estalló el caso Koldo, en febrero de 2024.

Mientras, en el Gobierno continúa planeando la pregunta de quién filtró los wasaps de Sánchez. El propio exministro, después de marear la perdiz y ofrecer distintas versiones en los últimos días, ya admitió este miércoles a un periodista de La Sexta, Alfonso Pérez Medina, que consintió que se filtraran las conversaciones entre él mismo y Sánchez del año 2023, aunque no fue él, dijo, quien se las facilitó a El Mundo, sino a una persona de su confianza que tiene que ver con su defensa judicial y que no es su exasesor en Transportes, Koldo García. De los chats anteriores, de 2021, él aseguró no ser la fuente. Después, en un post de X, aclaró que cuando el periódico dirigido por Joaquín Manso le pidió "contrastar" los wasaps de 2023, no se opuso a su publicación porque "son de carácter positivo" y porque desmontan la "argumentación" de la derecha de que Sánchez "ocultaba las razones" de su cese por su gestión como ministro, como tampoco su incorporación a las listas de 2023 no se debía a una "intención espuria" de aforarle, sino a un "reencuentro" personal con él. "Esto no quiere decir que yo haya filtrado nada, solo contrasto una información que me llega", concluye.

Ábalos, después de un baile de versiones, explica que 'El Mundo' le pidió "contrastar los wasaps de 2023 y no se opuso a su publicación porque eran "positivos" ya que ayudaban a desmontar la tesis de la derecha de que "ocultaba" las razones de su cese en 2021

"Esto que dicen creo que es la verdad". En el equipo del presidente estiman, tras las últimas palabras del exdirigente socialista, que puede haber por tanto "dos procedencias distintas" de los wasaps. Una fuente, quien tuviera contacto con los discos duros que le fueron incautados a Koldo —¿la UCO de la Guardia Civil?—, y una segunda, el propio Ábalos, que hizo llegar al rotativo de Unidad Editorial sus mensajes de 2023 para "demostrar que no se había cortado la relación con Sánchez tras su salida del Gobierno en 2021". Y lo que probaría que el contacto se mantuvo hasta 2023 es que el presidente "no sabía nada" de las presuntas actividades delictivas del exresponsable de Organización del PSOE.

"Ábalos es juguetón"

En la Moncloa, no obstante, se resisten a creer que Ábalos haya sido el inductor de todas las revelaciones, porque entienden que no gana nada con ellas y, sobre todo, porque no serviría de nada su presión hacia el Gobierno, ya que no puede auxiliarle judicialmente. "No obviamos que puede ser él, claro, pero no lo sabemos. Aunque nos da la impresión de que no le interesa, son temas que no son bonitos. Él no necesita filtrar cosas a la prensa. Si alguien te quiere amenazar, te amenaza, no hace falta ir a la prensa", apuntan fuentes del Ejecutivo del máximo nivel. Fuentes que sí reconocen que el exministro está "enfadado" con el Gobierno. "Cree que todo se debe a una vendetta y que nosotros no le hemos defendido lo suficiente en este tiempo. Y que el hecho de echarle del grupo y abrirle expediente de suspensión de militancia no le favorece".

Ábalos está "enfadado", "cree que todo se debe a una 'vendetta' y que nosotros no le hemos defendido lo suficiente en este tiempo", apuntan fuentes del máximo nivel del Ejecutivo. "Ha perdido completamente la cabeza", dice un ministro

¿Pero no puede ser un aviso de Ábalos? ¿Una advertencia a Sánchez? "Desconfío —señalan desde el círculo más cercano al presidente—. No es la idea que tenemos de Ábalos. Lo que es verdad es que él es juguetón", porque cambia de versión constantemente por conveniencia. "Demuestra que ha perdido completamente la cabeza. Él sabrá", aseguraba otro ministro tras conocer su mensaje en X.

En cualquier caso, el Gobierno insiste en que la filtración debe investigarse. Por eso apremia a la Justicia a que actúe e indague cómo se pudieron violar las comunicaciones privadas del presidente. Y, si no se dan pasos, entonces Sánchez denunciará. Claro que si finalmente quien ha filtrado los chats es Ábalos, todo cambia, porque ahí no habría un robo de datos, sino un consentimiento de una de las partes implicadas. La sombra del desconcierto interno y la incertidumbre no se disipa, y probablemente tardará mucho tiempo en hacerlo. Si es que ocurre.