En escasamente tres semanas, se celebrará una nueva Conferencia de Presidentes. Será el 6 de junio. Esta vez, en Barcelona. Apenas seis meses después de la anterior, la que tuvo lugar en Santander el 13 de diciembre. Una cita en la capital catalana que se presume también turbulenta y que ya comienza con ruido porque el Ejecutivo no prevé que se aborde en ella la reforma de la financiación autonómica, como le demandan las comunidades del PP —y también Castilla-La Mancha, dirigida por el socialista Emiliano García-Page— porque no hay ninguna propuesta madura.

El actual modelo, de 2009, caducó en 2014, y desde entonces no ha podido ser actualizado. No lo hizo Mariano Rajoy cuando disfrutaba de mayoría absoluta, ni después Pedro Sánchez. El escollo ha sido siempre el mismo: la dificultad de trenzar un sistema que compartan las comunidades con más habitantes y con más tensión en sus servicios públicos y aquellas con una población más envejecida y dispersa. El compromiso del Ejecutivo es armar un nuevo modelo en esta legislatura, pero ese objetivo parece más que lejano. Ya ocurrió en el mandato anterior.

Este jueves, la Moncloa informa a los territorios de los principales detalles de la cumbre. Después, el ministro Torres citará a comunidades y ciudades autónomas para el comité preparatorio, que pacte el orden del día del encuentro

Lo cierto es que no se esperaba la convocatoria de esta Conferencia de Presidentes, la número 28, que se celebrará en el Palau de Pedralbes de Barcelona. La Moncloa lo confirmó en la mañana del miércoles. Este jueves, Presidencia del Gobierno informa a las comunidades y a las ciudades autónomas de los principales detalles de la cumbre. Después, el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, que dirige Ángel Víctor Torres, citará a las CCAA y a Ceuta y Melilla para el comité preparatorio para establecer el orden del día del encuentro. Lo que sí era previsible era la ciudad de acogida, porque en la pasada Conferencia el president Salvador Illa ofreció la capital catalana como la siguiente sede, y la propuesta se aceptó.

Fuentes de la Moncloa avanzaron que aunque el señalamiento de la cumbre no ha sido obviamente improvisado, no está clara la agenda todavía, y por tanto se deberá definir en los próximos días. Vivienda e inmigración son temas más que probables, pero no nuevos, porque ya fueron objeto de debate en la cumbre anterior, la de diciembre en Santander, y siguen pendientes. De hecho, el encuentro en Cantabria acabó sin acuerdos concretos. El gran anuncio fue el compromiso de Sánchez de presentación de una propuesta para la quita de la deuda autonómica, que finalmente llevó la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, al Consejo de Política Fiscal y Financiera de febrero, en el que le dieron plantón los consejeros populares en señal de protesta.

Hacienda recuerda que las posiciones en financiación siguen lejanas dentro del PP y advierte de que una Conferencia de Presidentes "no puede convertirse en un Consejo de Política Fiscal y Financiera"

Desde Hacienda sostienen que no hay "nada aún que trasladar" sobre una reforma de la financiación autonómica, porque las posiciones siguen lejanas, incluso dentro del PP, que preside 11 CCAA —y cogobierna en una más, Canarias—, además de Ceuta y Melilla. "Una Conferencia de Presidentes no puede convertirse en un Consejo de Política Fiscal y Financiera. No podemos estar a la gresca todo el día". El Gobierno tiene aún sobre la mesa la negociación de la financiación singular con Cataluña, y aunque se sigue "trabajando con la Generalitat", todavía no hay conclusiones.

Escaso margen hasta el 6 de junio

No obstante, que Sánchez pretenda que no se hable en Barcelona de financiación autonómica no quiere decir que lo consiga. Ya quiso que la anterior Conferencia girase en torno a la vivienda, principal inquietud para los españoles, pero no lo logró. Las comunidades del PP se aliaron para que el orden del día incluyese la reforma financiera. El reglamento de este órgano, aprobado en La Palma en 2022, dice en su artículo 5 que el orden del día será fijado por el comité preparatorio con la conformidad de su presidente —el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres— y de diez CCAA. Además, se pueden incorporar los asuntos que soliciten el presidente del Gobierno, el Senado —en el que el PP cuenta con mayoría absoluta— y la mayoría de los representantes de las comunidades y ciudades autónomas. En la cita anterior, la de Santander, también Sánchez era remiso a introducir este tema, y al final se incluyó por la presión de las regiones conservadoras.

Varias CCAA del PP piden hablar de financiación autonómica. Y Page también. El barón manchego plantea incluso cumbres de presidentes todos los meses, con o sin Sánchez

Este miércoles, gobiernos como los de Madrid, Andalucía, Aragón y La Rioja, todos liderados por el PP, y Canarias (con coalición de populares y nacionalistas) reprocharon al Ejecutivo que no hubiera dado a conocer el orden del día y que no hubiera mostrado su disposición a hablar de financiación autonómica. También afearon a Sánchez el escaso margen que resta hasta el 6 de junio y reclamaron formatos que permitan trabajar previamente en la cumbre.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (c), atiende a los medios este 14 de mayo de 2025 en Bruselas. | EFE / PABLO GARRIGÓS

No fueron los únicos territorios que se quejaron. El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, propuso desde Bruselas que los mandatarios regionales se reúnan una vez al mes, sin importar que esté o no Sánchez, para hacer más eficiente el Estado autonómico y mejorar la coordinación, informa EFE. Él también se apuntó a la idea de que debe abordarse en la cita de junio el modelo financiero: "A mí me gustaría saber fechas concretas y calendarios concretos para negociar la financiación autonómica común, sin privilegios y sin mesas aparte". La cita de apenas tres semanas arranca, por lo pronto, turbia.