A los alcaldes de la Conca d'Òdena, la comarca confinada desde hace tres semanas por el brote de Covid-19 más virulento de España no les salen las cuentas. Esta comarca de 70.000 habitantes registró en marzo del pasado año un total de 47 muertes, y la media de los cinco años anteriores fue de uno menos, 46. Este marzo, sin embargo, ha muerto un total de 140 personas en las cuatro poblaciones. De ellas, "solo" 67 habían sido diagnosticadas de coronavirus. Las muertes supuestamente por otras causas han crecido, por tanto, en un 200%.

Con toda la prudencia que corresponde a un alcalde que comparte color político con el presidente de la Generalitat, Marc Castells ha denunciado estas cifras "no con el deseo de alarmar sino alertar" a la población. El primer edil de Igualada compareció ayer acompañado por los alcaldes de Òdena, Vilanova del Camí y Santa Margarida de Montbui para advertir, una vez más, que "la situación es muy grave" y señalar esta divergencia en los datos.

Castells explicó que la Funeraria de la Anoia "ha registrado datos de defunciones excepcionalmente altos" para la comarca. En este contexto, recordó que las cifras de contagiados y fallecidos por el coronavirus "son potestad del Departamento de Salud" pero apuntó que no pueden determinar cuantas de esas defunciones corresponden también a contagios del Covid-19 porque "la mayoría de los difuntos no ha podido acceder al test".

La comarca registra 586 contagios y 67 fallecidos según los datos oficiales

Aún así, apunta Castells, los fallecimientos en los cuatro municipios de la Conca d'Òdena confinados se han triplicado en comparación con el mismo mes de los años anteriores. Según Castells, de las 140 defunciones registradas, sólo 40 habían sido diagnosticadas con Covid-19, aunque los últimos datos del Govern hablaban de 586 contagios en esta comarca y 67 fallecidos. Unas cifras que han convertido a la Conca d'Òdena en la región con el mayor índice de mortalidad del coronavirus, por encima de Lombardía.

Según los datos ofrecidos por el Govern el pasado miércoles, cuando Igualada alcanzó los 40 fallecidos por coronavirus, esta comarca duplica la mortalidad de Madrid y multiplica por diez el índice del conjunto de Cataluña. Así, si en la comunidad estamos en un promedio de 6,9 muertos por cada 100.000 habitantes, mientras en la Comunidad de Madrid se multiplica hasta los 27,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes, en la Conca es de 63,1 por cada 100.000 habitantes. Una cifra que el conseller Miquel Buch tachó de «estremecedora» y que llevó a la Generalitat a firmar una nueva resolución que eleva el confinamiento de esta comarca a la fase dos.

En este contexto, los alcaldes de los municipios afectados no cuestionan que se mantenga el confinamiento perimetral de la comarca, es decir, que los Mossos d'Esquadra mantengan los controles en los accesos viarios a estas poblaciones para evitar cualquier entrada o salida de personal no autorizado. Una medida que el Gobierno acordó prorrogar la semana pasada durante dos semanas más a petición de la Generalitat, que había pedido además endurecer el confinamiento domiciliario.