La Diada pondrá a prueba, este lunes, la aceptación del acercamiento de JxCat al PSOE por parte de las bases independentistas. Esas que pese al desánimo de los últimos años han seguido manifestándose convocados por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) para reclamar la implementación de la independencia votada el 1-O de 2017. Una ANC que volverá a subir la apuesta, exigiendo de nuevo "activar" la declaración unilateral de independencia (DUI). Ya lo avanzó este viernes su presidenta, Dolors Feliu: tras la amnistía, nueva DUI.

Junts comprobará ahí hasta qué punto ha sido aceptada su negociación para la investidura a cambio de una amnistía que beneficiaría en primera persona al responsable de las negociaciones, Carles Puigdemont. Se encontrarán con los líderes de Esquerra, encabezados por Oriol Junqueras y Pere Aragonès. Hace un año rechazaron participar en una convocatoria que tenía como blanco principal de sus quejas al Govern Aragonès.

En la memoria de los republicanos permanece como uno de los momentos más dolorosos de los últimos años los abucheos a Dolors Forcadell -cuatro años de cárcel por el 1-O- en la manifestación de conmemoración del referéndum. Ahora confían en que los desplantes y abucheos de los independentistas más radicales se dirijan a Junts, que ha optado por llamar a la movilización masiva para evitar ser vistos traidores a la causa independentista.

En un vídeo de promoción de la convocatoria, los de Junts llaman a manifestarse "más masivamente que nunca" en un momento "decisivo" para "cambiarlo todo". El propio Puigdemont protagoniza el mensaje advirtiendo que "cuando nuestro futuro está en juego, este país no se queda en casa". Y recuperan las intervenciones de Miriam Nogueras advirtiendo una vez tras otra que sus votos "no servirán para apuntalar a partidos españoles". Aunque eso es, precisamente, lo que se negocia ahora.

DUI al día siguiente de la amnistía

Pero ni Junts ni Puigdemont son los protagonistas de la Diada. Las intervenciones en el acto final de la concentración están reservadas a las entidades independentistas: Asociación de Municipios por la Independencia, Consejo de la República y Òmnium Cultural. Con broche final para la presidenta de la ANC.

Y Dolors Feliu promete volver a poner contra las cuerdas a los políticos independentistas a los que no ha dejado de recriminar su falta de arrojo en defensa de la independencia. Esta vez, retando a la Generalitat a hacer efectiva la independencia al día siguiente de que se apruebe la ley de amnistía reclamada por JxCat y ERC para votar la investidura.

Lo avanzó este viernes en Ràdio Barcelona. "al día siguiente" de la aprobación de la amnistía "ya empezamos a funcionar por nosotros mismos. Después, que nos digan que no se puede hacer". Feliu considera la aprobación de una eventual ley de amnistía significaría que el Gobierno ha entendido que "esto (la independencia) se puede hacer", dado una amnistía no es un perdón.

Retroceso electoral

Es también la primera Diada tras un ciclo electoral que ha confirmado el retroceso del independentismo en las elecciones locales y generales. El pasado 23J los partidos independentistas no llegaron al 30% de los votos en Cataluña. 855.517 votos que dejaron a ERC y JxCat por debajo no solo del PSC, sino también de Sumar y el PP en número de sufragios.

En las municipales el descalabro no fue tan importante, pero Esquerra se dejó 300.000 votos respecto a los anteriores comicios y Junts apenas salvó la cara gracias al éxito obtenido en Barcelona. Una caída en los apoyos que esta vez no se ha visto compensada por un crecimiento de la CUP.

Los antisistema, por su parte, repiten este lunes programa alternativo al de las grandes entidades y partidos. La CUP vuelve a Plaza Urquinaona, convertida en escenario fetiche del independentismo, la tarde del lunes, mientras la ANC convoca a los grandes partidos en la Plaza España -para ellos Plaza del 1 de Octubre-. Pero la Asamblea no renuncia a ese espacio, en el que ha convocado una concentración previa durante la mañana del 11 de septiembre.