El próximo domingo se cumplen seis años del momento más disruptivo del procés independentista vivido en 2017: la "Cataluña silenciosa" cuya existencia llevaba años negando el independentismo salió a la calle, por primera vez. Un millón de personas con banderas españolas, europeas y senyeras tomaron el centro de Barcelona para dejar claro ellos no querían que nunca habían apoyado la independencia. Los sacó a la calle el miedo a lo que podía hacer el Govern de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, no la confianza en la respuesta de PP y PSOE.

Este domingo, Sociedad Civil Catalana (SCC), la entidad que convocó esa marcha, vuelve a la calle para expresar su rechazo a la amnistía. Lo hace bajo el lema "No en mi nombre" y el apoyo de todas las entidades que en los últimos años se han opuesto al independentismo. Y de tres de los cuatro partidos que en 2017 secundaron la manifestación: PP, Vox y Cs.

División constitucionalista

Pero no estarán los socialistas, abanderados ahora de la amnistía que rechaza la manifestación. Se escenificará por tanto la ruptura del bloque constitucionalista, que disfrutó de una efímera unidad hasta la moción de censura con la que el PSOE, apoyado entre otros por ERC y PDeCat -germen de Junts- expulsó del Gobierno a Mariano Rajoy.

Aunque los convocantes aseguran que la convocatoria es "transversal" y dejan entrever que la ausencia de líderes del PSC y el PSOE no sustraerá apoyos en de la militancia socialista. Sí estará un insigne representante del "viejo PSOE", el ex alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, que compartirá escenario con la presidenta de SCC, Elda Mata, su vicepresidente, Alex Ramos, y la jurista Teresa Freixes.

Sin símbolos partidistas

De hecho, los organizadores han pedido expresamente a los partidos que se abstengan de llevar símbolos partidistas. Agradecemos la presencia de líderes políticos en calidad de ciudadanos y que hayan comprendido que los logos y las enseñas de los partidos están de más", apuntó Ramos en la presentación del recorrido. Pero el anuncio de asistencia de Isabel Díaz Ayuso, inmediatamente después de que se hiciera pública la convocatoria, seguida de Santiago Abascal, ha marcado ya la cita.

A esas presencias se agarran desde el Govern de la Generalitat para despreciar la convocatoria, que han tachado de "manifestación contra los catalanes". Lo explicitaba la portavoz del Govern, Patricia Plaja, que tachó la convocatoria de "manifestación anti-catalanista". Y lo repitió el propio Pere Aragonès en el Parlament, a preguntas de Cs.

"Con una manifestación que tiene como objetivo que siga la represión contra Cataluña queda claro su respeto hacia la pluralidad interna de este país" reprochaba el president, que acusó a los partidos que secundan la marcha de reclamar "prisión" para los independentistas "para ganar votos en el resto de España".

Premio 8 de octubre

Por otra parte, Societat Civil ha anunciado la concesión del Premio 8 de Octubre de este año al premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, a quien la entidad reconoce como "un incansable defensor de las libertades". El escritor hispanoperuano fue uno de los protagonistas de la manifestación del 8 de octubre de 2017, junto al socialista Josep Borrell, la voz que con más ahínco se opuso al independentismo en los meses previos al referéndum del 1-O.

Este galardón recayó en 2021 en Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundúa y el jurista Francesc de Carreras. Hace un año fue el economista Francesc Granell quien fue reconocido, a título póstumo, con el premio.