El acuerdo firmado in extremis por PSOE y Junts para que los de Carles Puigdemont no bloquearan la aprobación de los decretos ómnibus del Gobierno ha encendido todas las alarmas en ERC y el Govern. En primer lugar, por el efecto propagandístico obtenido por Junts, que vuelve a aparecer como el gran ganador en sus negociaciones con el Gobierno. En segundo, y no menos importante, por las consecuencias de lo pactado. En materia de inmigración, porque Esquerra desconoce los términos del acuerdo. Respecto al retorno de las empresas, las posturas de Junts y ERC son directamente contradictorias, puesto que los republicanos se oponen tanto a los incentivos como a las sanciones que reclaman los primeros.
De ahí que los republicanos reaccionaran por dos vías: en las Cortes, con una comparecencia de su portavoz, Teresa Jordà, en la que cuestionaba abiertamente el alcance de los acuerdos anunciados por Junts. En la Generalitat, con una llamada de la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, para pedir explicaciones a Félix Bolaños sobre el alcance de unos acuerdos que tendrá que aplicar el Govern de Pere Aragonès.
El Govern pide explicaciones
Durante la mañana del jueves Vilagrà envió un mensaje al ministro de Presidencia pidiéndole explicaciones sobre los detalles del pacto, en el que de paso le recordaba que es ERC y no Junts quien está el Govern. Según fuentes del ejecutivo catalán, Bolaños respondió comprometiéndose a informar a la Generalitat, pero la llamada todavía no se ha producido.
De hecho, la propia Vilagrà reconocía este jueves que no confía en que las explicaciones lleguen pronto: "Todavía no nos han trasladado la información, seguramente porque aún no la tienen". La consellera rebajó además las expectativas levantadas por Junts sobre el acuerdo del miércoles, que incluye además el compromiso de publicar las balanzas fiscales, retirar el artículo 43 bis de la Ley de enjuiciamiento civil, la asunción de toda la factura de la bonificación al transporte público y más rebajas en el IVA.
"Solo hay unos compromisos difusos, no hay concreciones," advertía Vilagrà antes de asegurar que ha exigido conocer la letra pequeña. La consejera añadió sobre la delegación de competencias en inmigración que, al no haber concreciones, no se trata de "ningún traspaso" para concluir que "a veces se dan grandes titulares, pero lo que es realmente relevante es llegar a acuerdos concretos".
Desde Esquerra destacan, por contra, que el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a la Generalitat implica que se "liberen" 200 millones de euros para las finanzas autonómicas. Se trata de la partida que el gobierno catalán calculaba destinar a Renta Garantizada de Ciudadanía, que ahora queda incorporada en el IMV sufragado por el Gobierno.
Primero de negociación con el PSOE
Jordà también puso en duda el acuerdo entre PSOE y Junts en inmigración, el punto del pacto que los de Puigdemont han destacado especialmente en las últimas horas. "Hay mucha letra pequeña" y hará falta conocer los detalles y su alcance real, advertía la portavoz republicana. En concreto, sobre las competencias en inmigración ha dicho que "la música es buena" pero hay "muchísima letra pequeña e ideología".
"Estamos contentos de que Junts se sume a la negociación, pero una cosa son los enunciados y la otra cosa son los compromisos firmes y la letra pequeña, que para nosotros es fundamental", advertía. Jordà recordó la experiencia negociadora de su partido -"no estamos en primero de primaria en negociación con el PSOE" y destacó las incorporaciones de los republicanos a los decretos aprobados, como la gratuidad de los trenes, mientras que otros pactos son simplemente "voluntades" que habrá que concretar más adelante.
Expulsión de inmigrantes
Paralelamente, y a través de Twitter, el secretario cuarto de la Mesa del Parlament y diputado de ERC, Ruben Wagensbeg, cargaba contra las declaraciones en Catalunya Ràdio del secretario general de Junts, Jordi Turull, que preguntado sobre la expulsión de inmigrantes irregulares que sean multirreincidentes aseguraba que "todo se debe decidir desde Cataluña".
"Estas declaraciones ignoran o pretenden confundir a la ciudadanía sobre cómo funcionan las leyes y el Estado de Derecho por puro populismo", criticó Ruben Wagensberg. "Y, además, son una muestra de cómo el anuncio de ayer es solo un titular y punto. Ni estudiado, ni negociado. Vender humo con un tema muy complejo".
En la misma red, el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, cuestionaba también el trasfondo ideológico del traspaso pactado por Junts. "La izquierda tiene que ser contundente en la denuncia de los discursos que vinculan al pobre y al inmigrante. Se hagan con la rojigualda o con una estelada" advertía Rufián.
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