La cúpula de ERC quiere evitar una crisis interna en el partido que fuerce un congreso de catarsis en la formación republicana. Son conscientes de que el batacazo sufrido en las urnas el pasado domingo les obliga a tomar decisiones, pero defienden su continuidad y la vigencia de la estrategia seguida en los últimos años. Por eso Oriol Junqueras quiso dejar claro ese martes que no seguirá los pasos de Pere Aragonès. Y la ejecutiva apuesta por mantener el calendario orgánico, que prevé el próximo congreso para finales de 2024.

Pero los críticos de ERC también se mueven. El Colectivo 1 de Octubre hizo público un comunicado este lunes en el que reclama la celebración de un congreso extraordinario y un giro total en la estrategia del partido, que pasaría en primer lugar por abandonar la alianza con el PSOE. Desde la corriente crítica advierten que "no somos los únicos que queremos cambios y un congreso", para dejar claro que el malestar es transversal entre los cuadros del partido, que ven como ERC no ha dejado de perder posiciones desde que se inició este ciclo electoral en 2023.

Aun así, los críticos son prudentes, saben que el control ejercido por Junqueras y Marta Rovira, secretaria general, es férreo, y el equipo formado por Aragonès en el Govern, que en los últimos meses había ejercido de contrapoder a la dirección del partido, no se opondrá a los mandatos del presidente.

Blanquear al PSOE

En su comunicado, el Colectivo 1 de Octubre reclama la "dimisión de toda la dirección del partido" tras un ciclo electoral en el que Esquerra perdió 300.000 votantes en las municipales, 400.000 en las generales y casi 200.000 en las autonómicas del pasado sábado. Por eso reclaman un congreso extraordinario "lo antes posible" para "corregir la estrategia del partido".

En este sentido, exigen "volver a la senda que nos llevó al referéndum del 1 de octubre" y abogan por volver a situar como objetivo prioritario la independencia y "la unidad del independentismo", frente a la estrategia de "ampliar la base" poniendo en énfasis en las políticas sociales que ha marcado la gestión del Govern durante esta legislatura.

Una estrategia en la que critican especialmente la política de pactos con el PSOE. "Hay que redefinir la política de pactos en Madrid y otras instituciones, que ha servido para blanquear al PSOE", al que tachan de "partido de represión en Cataluña". Para conseguirlo, abogan por el retorno de los ex militantes de ERC que han abandonado la formación en los últimos tiempos, para ganar peso entre las bases del partido.

Junqueras marca el terreno

A la militancia se dirigía también Junqueras este martes, para dejar claro que no piensa abandonar la presidencia de Esquerra. En una carta abierta publicada por la web del partido, Junqueras se declara "con ánimos" para seguir liderando ERC, y reivindicaba el trayecto recorrido en los últimos años para conseguir los indultos y la amnistía. Una amnistía que para los críticos es una "derrota" del independentismo.

Junqueras apunta en su misiva que seguirá al servicio del partido "desde el lugar que determine la militancia de ERC". Pero no habla de congreso, sino de la expresión de la militancia "a través de los máximos órgans soberanos del partido". Esto es, la ejecutiva que él preside.

Una ejecutiva que este lunes se reunió para analizar los resultados electorales, tras la renuncia anunciada por Pere Aragonès. Y concluyó que no es momento de congresos exprés, a las puertas de unas elecciones europeas y con la incógnita de una repetición electoral en Cataluña. ERC tendrá además un papel central en las negociaciones para la formación del nuevo gobierno catalán, y la dirección del partido quiere jugar a fondo sus bazas en esta negociación, aunque repita que su lugar, la próxima legislatura, está en la oposición.