Los resultados de las elecciones del 12M arrojan un Parlament en el que el independentismo ya no tiene mayoría de bloqueo, pero los partidos independentistas están dispuestos a jugar a fondo sus cartas para desbancar al PSC de la presidencia de la futura Mesa. Juegan para ello con dos bazas: la negativa de los socialistas a negociar con Vox, con 11 escaños en la nueva cámara, y la posibilidad de arrastrar a Esquerra a la reedición del bloque independentista. La maniobra necesita, sin embargo, del concurso de los Comunes, que abogan de momento por un tripartito con PSC y ERC.

Lo explicitó este miércoles la cabeza de lista de la CUP, Laia Estrada, al abogar por una Mesa del Parlament "anti-represiva" con el concurso de Junts, ERC y los Comunes. "Una Presidencia del Parlament que esté en manos de ERC y del independentismo es, evidentemente, una cosa preferible a cualquier otra alternativa, por descontado", argumentó en declaraciones a La 2 y Radio 4.

Estrada se reunirá este jueves con Carles Puigdemont, un encuentro telemático entre las direcciones de ambos partidos para estudiar alianzas tanto en la constitución de la Mesa como, sobre todo, para la investidura del próximo presidente catalán, una investidura a la que Puigdemont sigue aspirando, pese a la victoria socialista del 12M.

De hecho, los antisistema, que cayeron a los 4 diputados en las elecciones de mayo, ya han ha mantenido contactos con ERC y Junts y tienen previstas reuniones con los Comuns, explicó Estrada. El objetivo, aseguran, es conseguir una Mesa "garantista" con los derechos de los diputados para poder debatir de cualquier cosa en sede parlamentaria. Es decir, vía libre para nuevas mociones en favor de la independencia.

ERC recoge el guante

Poco después, fuentes de Esquerra apuntaban que la "Mesa anti-represiva" de la CUP "es una propuesta que nos gusta, queremos seguir trabajando el ella". Los republicanos designaron este martes su equipo negociador, integrado por el presidente del grupo parlamentario, Josep Maria Jové, la portavoz, Marta Vilalta, el secretario de Coordinación Interna, Oriol López y el ex consejero Juli Fernández, comandados por Marta Rovira.

Era la señal de ERC, que tienen la llave de casi todas las sumas posibles en el nuevo Parlament, para dar por abiertas formalmente las negociaciones tanto con el PSC como con Junts. Los republicanos batallan contra la idea de que su única opción es apoyar una investidura de Salvador Illa que les evite la repetición electoral, pero reconocen que las propuestas de Junts "no suman" para investir a Puigdemont.

En este contexto, y necesitados de hacer valer sus 20 diputados, fuentes de Esquerra desligan la negociación de la Mesa del Parlament de la investidura. "Sí, irá por separado" apuntan. Para Esquerra "es imposible que vayan juntas porque creemos imposible" cerrar un acuerdo de investidura "antes del día 10" fecha de constitución de la Mesa, "viendo los ritmos Junts y PSC".

Recuerdan además que las bases de la consulta a la militancia con la que se debe validar cualquier decisión sobre la investidura se fijarán en un Consejo Nacional fijado para el 15 de junio. Cinco días después de la constitución del Parlament.

PSC y la fórmula Collboni

Desde el PSC rebajan las amenazas del bloque independentista. "Estamos tranquilos" apuntan fuentes de la dirección socialista, aunque Illa reiteraba este miércoles sus advertencias contra las propuestas de Junts. "Quienes quieren liar las cosas se equivocan" señalaba tras asegurar que "la mesa exige oficio político y discreción" con el "criterio de respeto a la voluntad expresada por los ciudadanos de Cataluña".

La elección del presidente del Parlament lleva asociada una compleja aritmética, porque a esa primera votación, que se decide por mayoría simple, siguen las de los dos vicepresidentes y los cuatro secretarios. Los partidos pactan apoyos cruzados para garantizarse un sitio en la Mesa, que en la presente legislatura debería tener cuatro representantes de partidos no independentistas.

Un juego de alianzas en el que en esta ocasión vuelve a concurrir el PP, gracias a los 15 diputados obtenidos en las urnas. Si ERC se suma finalmente al bloque de Junts y la CUP, los socialistas podrían pactar la votación con PP y comunes para mantener la mayoría constitucionalista en la Mesa. Una votación que emularía la mayoría con la que Jaume Collboni se hizo con la alcaldía de Barcelona.

Desde el PP catalán advierten, sin embargo, que no se han abierto negociaciones formales, y apuntan que el contexto de campaña europeo, la constitución de la Mesa "se resolverá el último día".