Oriol Junqueras ha formalizado este lunes su renuncia a la presidencia de ERC. Tal como anunció tras la debacle sufrida por los republicanos en las elecciones autonómicas del 12M, el líder republicano ha confirmado hoy ante la ejecutiva del partido que deja la presidencia. Su objetivo, sin embargo, es intentar revalidar el cargo en el congreso extraordinario fijado por ERC para el próximo 30 de noviembre.

Se abre así un periodo de interinidad en el que será la secretaria general, Marta Rovira, quien asuma las riendas del partido. Y lo que es más importante, de las negociaciones para la investidura del próximo presidente de la Generalitat. Junto a Rovira, forman parte del equipo negociador de ERC Josep Maria Jové, Marta Vilalta, Juli Fernández y Oriol López.

Unas negociaciones que este lunes tendrán su primera plasmación con la constitución del Parlament y la elección del presidente y la Mesa de la cámara. A dos horas del inicio del Pleno todas las opciones "siguen abiertas" aseguran desde las formaciones implicadas. Aunque en las últimas horas ha tomado cuerpo la opción de un pacto a cinco integrado por PSC, JxCat, ERC, Comunes y la CUP, que permitiría excluir al PP de la Mesa, pese a ser la cuarta fuerza con 15 diputados.

Negociaciones abiertas

Un acuerdo que llevaría a los populares a buscar el apoyo de Vox para garantizarse la secretaría en la Mesa que les corresponde en función de los resultados de las últimas elecciones. Y que podría saltar por los aires si Junts mantiene su último órdago, exigir la presidencia de la cámara para Josep Rull, número tres de su candidatura.

Junts ha propuesto el nombre de Rull a Esquerra, formación con la que habría alcanzado un pre-acuerdo en este sentido, según informa Europa press. Fuentes republicanas desmienten sin embargo ese preacuerdo y aseguran que siguen negociando. Los republicanos pueden aspirar también a la presidencia de la cámara, si consiguen sumar a socialistas y Junts en un único bloque con ERC como vector.

La elección de la Mesa contempla tres votaciones, una primera para el presidente, la segunda, para escoger las dos vicepresidencias, y una tercera para los cuatro secretarios. Un proceso en el que tradicionalmente se pactan apoyos cruzados para garantizar el reparto de las sillas, en la que el PSC podría estar dispuesto a marginar al PP.