ERC quiere un "pre-acuerdo" con alguno de los candidatos a la investidura antes de finalizar el mes de julio. Así lo ha asegurado este sábado la secretaria general del partido, Marta Rovira, que comanda el equipo negociador de Esquerra para la investidura, ante el Consejo Nacional de ERC, reunido para aprobar las reglas del próximo congreso extraordinario del partido. Rovira ha defendido "un buen pre-acuerdo" para evitar los "malos acuerdos de última hora".

El Pleno del Parlament ratificó esta semana que ni el socialista Salvador Illa ni Carles Puigdemont tienen los apoyos necesarios para ser investidos. Pero ambos anunciaron su intención de presentar candidatura, lo que pasa necesariamente por conseguir el apoyo de los 20 diputados de Esquerra. Es en este contexto en el que la líder republicana ha reclamado a los socialistas y Junts que avancen ya en sus propuestas si quieren conseguir ese apoyo.

Rovira ha criticado lo que considera "falta de voluntad política" por parte de PSC y Junts para llegar a un acuerdo en el nuevo modelo de financiación de Cataluña. La dirigente republicana dejaba claro así cual es el caballo de batalla de la negociación, e intenta trasladar la presión a los socialistas, a los que exige una propuesta que vaya más allá de lo ofrecido hasta ahora por el PSOE. Un debate en el que poco tiene que aportar Junts.

Rovira ha recordado que el modelo de financiación autonómica ya se negoció bilateralmente en el marco de la reforma del Estatut de Cataluña de 2005 y se debatió de nuevo en 2012. "No se ha dejado nunca de negociar, no hay excusas" para no llegar a un acuerdo ahora en el tema de la financiación catalana, ha argumentado.

25 de agosto, fecha límite

"Como no queremos llegar al límite del 25 de agosto -que establece la legislación catalana para que se produzca una repetición electoral- porque los acuerdos de última hora y en el último minuto no son buenos, hemos hecho saber que queremos un preacuerdo a finales de julio", ha anunciado Rovira. De este modo los republicanos aspiran a negociar "fuera de los focos" en las próximas cuatro semanas, en un proceso que es clave para ERC y transcurre de forma paralela a los preparativos del congreso extraordinario que el próximo 30 de noviembre debe decidir entre Oriol Junqueras o una nueva dirección republicana.

La dirigente de ERC ha reiterado las cuatro 'carpetas' sobre temas a negociar que la formación considera prioritarias: la "resolución del conflicto político" en Cataluña, sinónimo para ellos de un referéndum de autodeterminación; una "financiación justa y singular" que saque a Cataluña del régimen común; el reconocimiento nacional y la prioridad de la lengua catalana; y una cuarta definida como políticas republicanas, que Esquerra centra en recursos para pymes, educación, sanidad y vivienda.

Sobre este programa negociador ERC ha creado equipos de negociadores para cada una de las esas cuatro carpetas, ha explicado Rovira. Equipos que negocian bilateralmente con PSC, Junts y también los Comunes, que aspiran a integrar un tripartito progresista con socialistas y republicanos.

Consulta a la militancia

El objetivo, ha relatado Rovira, es llegar a un pre-acuerdo a final de julio para tener margen suficiente para someter esa propuesta a la votación de la militancia. La dirección de ERC ya acordó que cualquier acuerdo de investidura debía ser ratificado por la militancia, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores. Será en una consulta telemática en la que podrán participar los 8.700 militantes de la formación.

El propio Salvador Illa ha respondido a Rovira desde el congreso del PSC del Maresme, donde ha recordado a los republicanos que las únicas opciones son tripartito o elecciones. "Las otras mayorías aritméticas posibles no son viables políticamente, algunas porque las han descartado las formaciones políticas que las deberían hacer, y otras porque las hemos descartado nosotros: con Vox y el PP no tenemos nada que hacer", ha asegurado el líder del PSC, que ha vuelto a recordar que, pese a haber ganado las elecciones con un contundente resultado de 42 representantes, es consciente de que está obligado a tejer acuerdos.