"El Govern no comparte estas prácticas, reniega de ello, esto no tiene ninguna relación con Govern y sus estrategias de comunicación". La portavoz del ejecutivo catalán, Patricia Plaja, ha intentado reiteradamente este martes desligar al Govern de Pere Aragonès de la guerra sucia orquestada por ERC en los últimos años. Una guerra sucia con episodios como los carteles de "falsa bandera" contra su candidato en Barcelona, Ernest Maragall, o el envío de un grupo de Mariachis a la sede de Junts cuando su ejecutiva debatía la salida del Govern. Pero la implicación del vice-consejero Sergi Sabrià, mano derecha de Aragonès, pone en cuestión esa versión del ejecutivo.

El caso estalló este lunes cuando el diario Ara publicó que fue un militante de ERC quien contrató a tres jóvenes para colgar los carteles, en los que se asociaba a Ernest Maragall con la enfermedad de Alzheimer, que sufre su hermano, el ex president Pasqual Maragall. El objetivo era relanzar la campaña de Maragall como candidato a la alcaldía de Barcelona, situándolo en el centro del debate, aunque el candidato no tenía conocimiento de esa estrategia.

De hecho, el propio Ernest Maragall denunció los hechos ante los Mossos, denuncia que sirvió para que la policía autonómica identificara a los autores gracias a las cámaras de seguridad próximas a la sede de ERC en Barcelona. Ahora se ha sabido que el entonces secretario de Comunicación del Govern, y actual vice-consejero, Sergi Sabrià, conoció los hechos e intentó taparlos para evitar perjuicios a ERC.

Intervención de Sabrià

Ara ha tenido acceso a una conversación entre Sabrià y el militante que puso en marcha la campaña. Conversación a través de la aplicación encriptada Keybase, en la que ambos utilizan nombres clave que según el dirigente republicano mantuvo para intentar evitar el escándalo. Sabrià habría sido el encargado de explicar a Maragall que la iniciativa había partido de la propia ERC, para que retirara la denuncia.

Más allá de la intervención de Sabrià, los carteles se pagaron a través de una estructura paralela a ERC, conocida como "La B", con la agencia de comunicación Relevance en el centro. Esta agencia pagó facturas de 3.000 euros al militante impulsor de la campaña. Y es colaboradora habitual de instituciones gobernadas con Eesquerra. Las facturas fueron presentadas a los responsables de comunicación del partido, que las enviaron a la empresa de marketing digital Relevance para hacer los pagos.

La B de Esquerra

Aquí es donde entra el equipo de comunicación de Esquerra, con dos nombres especialmente señalados. El ex secretario de Comunicación del partido, Marc Colomer, que ha negado a este medio cualquier participación en los hechos, y su sustituto, Tolo Moya, al que la actual portavoz de ERC, Raquel Sans, señalaba veladamente este lunes al asegurar que Esquerra ya ha tomado medidas.

Ernest Maragall ha despejado las dudas este martes, con una carta pública en la que señala que "pronto quedó claro que el entonces director de comunicación del partido era la persona que había tenido la responsabilidad desde el punto de vista orgánico", señala en una carta que ha hecho pública. Moya "era quien, de acuerdo con las investigaciones practicadas, mantenía contacto con los que ejecutaron la acción de colocación de los carteles ofensivos, que están en el origen de la cuestión".

El propio Moya lo niega, y pide una investigación a fondo del partido para "poder demostrar quién es el ideólogo de todo este grupo, de cómo funcionaba y de hasta dónde llegaba el conocimiento de todo eso". En un mensaje remitido a RAC1, Moya añadía que no se quiere centrar solo en el caso de los carteles "porque eso va de quién montó la trama y de cómo se actúa cuando se enteran". Con estas palabras, Tolo Moya tira de la manta y apunta a la existencia de una trama que va más allá de estos carteles difamatorios.

Junqueras también se borra de la trama

Quien también se ha querido desmarcar de los hechos es el ex presidente de ERC, Oriol Junqueras, que según la portavoz republicana fue informado de los hechos. "Como presidente de ERC hasta el pasado 10 de junio, no he tenido ninguna información sobre la existencia de estas prácticas", aseguraba Junqueras a través de las redes sociales,

Sans aseguró el día anterior que "la dirección tuvo conocimiento de los hechos" cuando el militante que inició la campaña "los explicó una vez se había iniciado la investigación. La dirección formada por la presidencia y la secretaría general tenía conocimientos de los hechos", insistió la portavoz subrayando así que tanto Marta Rovira como Junqueras fueron informados.